Las caras del incremento de nuevos usuarios de la Cocina Económica de A Coruña: jóvenes y desempleados crónicos

En 2023 se registró un máximo histórico de nuevos solicitantes: 694 personas | Hay un alto porcentaje de extranjeros sin residencia legal

Usuarios de la Cocina Económica, en la puerta de la entidad. |   // IAGO LÓPEZ

Usuarios de la Cocina Económica, en la puerta de la entidad. | // IAGO LÓPEZ

Desempleados crónicos, jóvenes o migrantes sin autorización de residencia legal en España figuran entre los nuevos usuarios de la Cocina Económica. En 2023, según la memoria que acaba de publicar, la entidad atendió a 2.153 personas. De ellas, 694 llamaron por primera vez a esta puerta, lo que supone un nuevo máximo histórico. “Son 20 más que en 2022. Puede parecer poco, pero es un incremento y hay que tenerlo en cuenta. La tendencia se va a mantener”, expone el trabajador social de la entidad, Pablo Sánchez.

Aunque reconoce que A Coruña es “una de las ciudades españolas preferentes y elegidas por los migrantes para instalarse y buscar oportunidades para mejorar sus vidas”, también hay un gran porcentaje de usuarios de nacionalidad española —la mitad—. Para ellos, el principal problema es el desempleo. “Estamos viendo perfiles de gente que lleva sin empleo más de cinco años, o incluso una o dos décadas”, analiza Sánchez, que indica que detrás de estos números hay “diferentes motivos” como “la baja cualificación, las adicciones o los problemas de salud física y mental”. “El resultado es que una persona no es capaz de retornar al mercado laboral”, manifiesta.

A esta situación hay que añadir, dice, “el precio de la vivienda en la ciudad y de los bienes y servicios de primera necesidad”. “También el aumento del precio de la cesta de la cesta de la compra obliga a estas personas a acudir a la entidades sociales”, relata.

En el caso de los extranjeros —la mayoría procede de América Latina—, hay varios obstáculos. Según los datos, tienen que enfrentarse a la situación de no tener una autorización de residencia legal en España —un 25% de los nuevos usuarios y un 45% de los migrantes— a la precariedad económica y al sinhogarismo. “El perfil mayoritario es el de una persona que tiene intención de solicitar la protección internacional para llegar a una autorización de residencia y de trabajo”, explica el trabajador social.

Sánchez indica que entre los nuevos usuarios también hay personas que “nunca han accedido al mercado laboral” y “jóvenes”. Esto último llama la atención porque son “personas de entre 18 y 20 y poco años que están en procesos de reestructuración familiar o no tienen hogar”. A la Cocina Económica también llegan personas con ingresos, pero es porque reciben “prestaciones sociales” o están “en el mercado laboral de forma discontinua o temporal y eso no es suficiente para cubrir los gastos básicos”. Incluso hay quien tiene que recurrir a la economía sumergida. Esto significa que “el hecho de estar incluido en el mercado laboral no garantiza mantenerse alejado del riesgo de pobreza y exclusión social”.

“Muchas personas y familias se ven en la obligación de solicitar ayuda asistencial de manera recurrente debido a los episodios de precariedad económica en los que se ven inmersas”, recoge la memoria de la entidad, en la que se recuerda que según los datos del INE de 2022 “la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social en España se situó en el 26%, un 18,33% en el caso de A Coruña y su área metropolitana”.

Así, la Cocina Economía atendió en 2023 a 2.153 personas, de las cuales 626 formaban parte de unidades familiares. En todo el año se repartieron 142.566 menús y se llevaron 319.226 raciones a domicilio. El servicio integral de aseo —lavandería, duchas y ropero— tuvo 90 personas al día mientras que el servicio de trabajo social registró 1.070 personas.

La mayor parte de las ayudas económicas (48%) se destinó a apoyar a los usuarios habituales de la entidad con el pago de mensualidades de alquiler de habitación. Un 25% fue para gastos en farmacia y un 14% para ayuda básica. El resto se reparte entre transporte urbano y tasas de documentación.

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