Condenado a 5 años por narcotráfico un líder motero con un estudio de tatuaje en A Coruña

La Audiencia Nacional considera que él y otros dos miembros de los Hells Angels, junto con cinco personas que no eran parte del club, participaron en el comercio de marihuana

Un agente de Policía Nacional camina frente a la Audiencia Nacional.

Un agente de Policía Nacional camina frente a la Audiencia Nacional. / EP

La Audiencia Nacional ha condenado a cinco años de cárcel al presidente de la agrupación Hamc Northside del club de moteros Hells Angels o Ángeles del Infierno, junto con el vicepresidente y otro miembro de su grupo, por delitos relacionados con el narcotráfico. En la misma causa ha condenado a otras cinco personas que no eran socias del club y absuelto a diez. El tribunal ha considerado probado que el hombre, que poseía un estudio de tatuajes en el centro de A Coruña, ya cerrado, sus compañeros de club condenados y otros tres hombres, estaban integrados en grupos criminales, pero señala que “no todos los acusados son miembros de la referida asociación motera”, y “tampoco la constitución de la misma tiene como objetivo y finalidad la venta y distribución de droga”, y los absuelve del delito de organización criminal.

El tribunal, de hecho, identifica a dos organizaciones diferentes, cuyo nexo es un miembro de los Ángeles del Infierno ya fallecido. Un grupo de tres hombres, que han recibido penas de entre dos años y tres años y un día, tenían varias plantaciones de marihuana en viviendas unifamiliares de Cantabria, y, en intervenciones iniciadas en 2016, la Policía Nacional les intervino algo más de 34 kilos de esta sustancia. En este grupo criminal participaba el miembro ya fallecido de los Hells Angels, y su vivienda de Castro Urdiales, en la que se encontró droga y 450 plantas, fue registrada en enero de 2016.

A raíz de esta persona, los agentes pusieron el foco en el Hamc Northside, que ya desde 2015 ya objeto de una investigación de la Guardia Civil de Gijón después de que situasen su sede en Asturias. De acuerdo con la sentencia de la Audiencia Nacional, los Hells Angels, un club internacional solo masculino, se organizan en capítulos. Los miembros tienen ropas identificativas, como un parque de colores con una calavera, y están sometidos a la “disciplina” de los mandos. En este caso, el condenado que poseía un estudio en A Coruña era presidente del capítulo, cargo que ejerce “la dirección absoluta”, y de los otros dos inculpados uno era vicepresidente y el otro miembro de pleno derecho. Otros acusados, que resultaron absueltos, eran prospects o aspirantes, mientras que el fallecido tenía el cargo de “sargento de armas”, encargado de la “seguridad en las reuniones”.

De acuerdo con la investigación, los condenados y el fallecido formaban un grupo que se dedicaba al “cultivo y explotación de plantaciones de marihuana, y compra-venta de hachís”. En julio de 2016, a raíz de un pinchazo telefónico, los investigadores interceptaron a un hombre que no era miembro de la organización pero que conocía al presidente mientras se dirigía Galicia con cien bellotas de hachís que, según figura en la relación de los hechos, los investigadores entienden que debía llevar a A Coruña.

En los meses posteriores, los agentes llevaron a cabo diversos registros en inmuebles y la sede del club. Uno de ellos, realizado el 16 de noviembre, tuvo lugar en el estudio de tatuaje que el presidente tenía en A Coruña, y, entre diversa documentación y material informático, se encontró una navaja de grandes dimensiones, una pistola taser y poco más de un gramo de marihuana. En otros registros se hallaron cantidades mayores, y la Audiencia Nacional registra que al grupo de moteros, en su conjunto, se le incautaron unos 7,4 kilos de cannabis y algo más de 5,4 de resina o hachís.

El Ministerio Fiscal, siguiendo las tesis de la Guardia Civil, concluye que el capítulo Northside era “una organización criminal con el objetivo de delinquir”, en concreto a través de la distribución, por varias comunidades autónomas del norte de España, de marihuana y hachís. Pero la Audiencia Nacional tiene una interpretación más restrictiva, y cree que el grupo de traficantes contra el que se actuó originalmente no tenía conexiones con el club, más allá de la figura del motero fallecido. Estos condenados mantenían una “estructura simple”. En cuanto al grupo de traficantes de dentro de los Hells Angels, si bien se “se vale de la estructura organizativa de la propia asociación motera”, la Audiencia Nacional cree que esta no es “compleja”.

Cinco ligados al grupo

A los acusados se les aplicó la atenuante de dilaciones indebidas. Al presidente se le condena a cuatro años por delito contra la salud pública y otro por integración en grupo criminal, y aplica idénticas penas al miembro de pleno derecho que figura en el proceso. Al vicepresidente, a mayores de estos dos delitos, se le impone a un año adicional por tenencia de armas prohibidas. Entre los tres suman multas por valor de 60.000 euros.

Al hombre que transportaba la droga hacia A Coruña, al que se le tuvo en cuenta su drogadicción pero también la reincidencia, se le condena a un año y medio y a una multa de 2.673 euros. Además, la pareja del fallecido sargento de armas fue condenada a seis meses de prisión y pago de 8.000 euros por complicidad en un delito contra la salud pública.

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