Humor contra el ‘bullying’ digno de premio

‘Betas’, del coruñés Alberto Senin Porto, que explora las relaciones entre padre e hijo con el acoso como telón de fondo, se hace con el premio del público en el Festival de Cans

El equipo de ‘Betas’, en el festival de Cans.   | // LOC

El equipo de ‘Betas’, en el festival de Cans. | // LOC

El acoso escolar, las complejas relaciones paternofiliales, la confrontación entre la forma de ver el mundo que empieza a quedar atrás y las nuevas lógicas son temas que desfilan por el cortometraje Betas, una pieza dirigida por el coruñés Alberto Senin Porto que acaba de hacerse con el premio del público en el Festival de Cans, que celebró su última edición este fin de semana. “Recibir el premio del público, que al fin y al cabo es gente que paga la entrada, y que le gusta el cine, es una alegría. Estamos muy agradecidos por este reconocimiento”, reconoce el director.

Betas, como su nombre indica, cuenta la historia de quienes están condenados a ocupar un rol secundario tras los alfas. A veces se resignan, otras, se rebelan. En este caso, el acoso escolar, una lacra atemporal, es el telón de fondo de una historia entrañable y regada de humor negro, en el que dos inadaptados, padre e hijo, acabarán fortaleciendo un lazo complejo como la vida.

“No quisimos hacer un estereotipo del típico acosador. A veces, el que hace bullyng es otra víctima, porque lo ha aprendido en su casa. Nos llamó la atención una noticia que vimos en la que la madre se había puesto al nivel del acosador, había tomado una medida desesperada. Entendimos que era algo frustrante”, cuenta el artífice de la pieza. En Betas, lo que iba a ser un “susto” se les va de las manos a los protagonistas, y acaban dando por muerto al acosador, aunque nada más lejos de la realidad. Alberto Senin Porto toma como referencia la narrativa del cine de los hermanos Coen, en la que hasta el escenario más truculento tiene sus alivios cómicos, para tejer una historia de evolución personal que ha cautivado al público del festival de Cans. Padre e hijo, de repente, se lanzan a la aventura, pero sin poder evitar la torpeza natural de los betas.

En el cortometraje se contraponen dos formas de encarar un problema complejo: la empatía por el otro contra el ojo por ojo y “la justicia por su mano” por la que aboga el progenitor. “El padre no deja de ser un hombre que no entiende los tiempos de ahora. Un poco machista pero más tipo cromañón, que está anclado en el pasado y que no conoce a su hijo porque es un padre ausente. No es exactamente una comedia, te hace cómplice de situaciones absurdas”, cuenta el director. En realidad, más allá del acoso escolar, uno de los temas en los que Alberto Senin más ha reflexionado a lo largo de la vida, la conexión paternofilial es el verdadero tropo de la trama.

No les tiembla el pulso, ni a él ni al guionista, Martín de Soto, a la hora de utilizar los recursos cómicos, muy cercanos al humor negro, para explicar las pequeñas idiosincrasias de la vida, que a veces tienen más sentido desde la risa y la caricatura que desde el drama y la trascendentalidad.

“Parece algo truculento, pero pensamos que, con respeto, se puede incluir una dosis de humor. No creemos que estemos haciendo algo frívolo. No hace falta hacer un corto sobre el bullying porque todo el mundo sabe lo que es. A los niños en la escuela se les maltrata con la complicidad de todos, porque somos unos cobardes en el fondo. Al final, con un poco de comedia cuentas lo mismo”, asegura el director de la pieza galardonada.