Un clásico de la escena en clave de ‘thriller’

Crítica y público ensalzan la adaptación de ‘Señorita Julia’ de los gallegos Iria Ares y Xoán Carlos Mejuto, que llega al Rosalía tras llenar en Madrid y Santiago

Xoán Carlos Mejuto e Iria Ares, en ‘1888. Señorita Xulia’.   | // LOC

Xoán Carlos Mejuto e Iria Ares, en ‘1888. Señorita Xulia’. | // LOC

A la primera función de 1888. Señorita Xulia, en la sala OffLatina de Madrid con capacidad para 70 personas, asistieron solo cuatro espectadores. Dos años después, la obra interpretada por los gallegos Xoán Carlos Mejuto e Iria Ares ha llenado más de un patio de butacas, como la sala Lola Membrives del teatro Lara de Madrid o el teatro Principal de Santiago. Queda poco papel para la cita de esta noche, a las 20.30, en el Rosalía. “La vida de Iria y Xoán ha cambiado”, dice la nota de prensa de la obra, una adaptación atrevida e intrigante de la pieza clásica de August Strindberg, Miss Julie.

“Lo paradójico” —señala Mejuto— “es que con la pandemia, en nuestra compañía Estudo Momento habíamos decidido dejar el teatro. Tuvimos mala suerte con Casa de muñecas y Macbeth y quisimos acabar. Pero el gusanillo del teatro es muy fuerte y montamos Señorita Julia”. Se marcharon a Madrid a actuar, incluso tuvieron un accidente en la autovía “que puso ser mortal”, y tras más de dos años en los que la obra ha tenido una magnífica acogida, se han mudado a la capital.

¿Por qué ha gustado tanto una versión actualizada de la obra de Strindberg, dirigida e interpretada por Ares y Mejuto? Él cree que el material original es “potentísimo” y que ha triunfado un cambio de estructura y una adaptación con “toque de thriller actual que hace la obra cercana”. Además, realza el carácter “gallego” de la interpretación: “Trabajamos de forma autodidacta, lo que hace que la personalidad del actor sea más auténtica, mientras que en las escuelas, que son positivas para la formación, suelen salir actores cortados por el mismo patrón”.

“Bebemos mucho de las estrellas del cine clásico”, advierte Ares. “Nos parecemos más a Ava Gardner y James Stewart que a Margot Robbie y Russell Crowe, por ejemplo. Creo que a Mejuto y a mí no hay director hoy que nos aguante, por eso hemos querido mantener un sello artístico y original en la obra dirigiendo a cuatro manos. Somos un poquito cantautores, no nos gusta que nos toquen las canciones, las obras”.

1888. Señorita Julia une a sus personajes en una fiesta secreta organizada por ella con los criados ante la ausencia de su padre, el conde. En la velada seduce a Juan, servidor predilecto del amo, y los dos amantes protagonizan un peligroso juego de pasión, violencia, inocencia y amor.

La actualización de la obra responde, según Ares, a que “los personajes son universales”. “Julia es una mujer fuerte pero enfrentada a su entorno, un estrato social alto con la vida programada, pero se opone a ello y se enfrenta a pasiones extremas que derivan en decisiones erróneas, por hacerlo desde el odio, no el amor. Julia y Juan son dos personas incapaces de amarse”.

“Juan”, explica Mejuto, “es carismático y ambicioso, pero un ejemplo paradigmático de lo que es un desclasado. Quiere alcanzar una cima social y desprecia a sus iguales. Julia es todo lo que él ama, pero en el fondo es lo que odia, por eso se convierte en manipulador, en un monstruo para ella y para sí mismo”.

Esta relación asfixiante, admiten actor y actriz, lleva al público a “un tiovivo emocional pero gozoso”. Quizá esta es la clave por la que Señorita Julia ha conquistado a los espectadores y a la crítica, primero en Madrid y ahora en Galicia.