El gupo que el actor lucense Luís Tosar y su paisano Piti Sanz enfocaron a las versiones de bandas con voz femenina -como Blondie, ABBA y Suzanne Vega- ha dado un paso al frente hacia la profesionalización y publica su debut homónimo con Warner. The Ellas son ahora Di Elas, y tocan temas propios de rock clásico y power pop con el célebre Malamadre de Celda 211 a las voces y la guitarra rítmica. LA OPINIÓN habló con Luís Tosar en un aeropuerto. Ya ha dicho que la promoción es lo peor de esta nueva etapa, pero lo asume con resignación. No todo va a ser Tosar y besar el santo.

-Recibe un premio en el Festival de Málaga, presenta la película Crebinsky, promociona el disco... ¿No se vuelve loco?

-(Risas). Reparto responsabilidades. La promo la hago también con Piti (Sanz) y ahora nos reunimos con el resto de la banda en Barcelona. En Crebinsky hago un papel muy pequeño. Están Miguel de Lira, Sergio Zearreta y Farruco Castromán, que llevan el peso. Lo único que llevo en solitario es el premio de Málaga. No es tanto volumen de trabajo.

-¿Costó convencerle para que cantaras la versión paródica de Bailar pegados en los Goya?

-No, porque la propuesta partió de gente a la que aprecio, que es el equipo de Buenafuente. Lo hice también por militancia, porque está bien que todos hinquemos el codo para que todo vaya mejor. También aprecio a la gente con la que compartí escenario. No tomé la decisión con la mayor alegría del mundo, porque fue una exposición impúdica grande, pero fue divertido.

-Poca gente sabe que la música fue su primera vocación. ¿Recuerda la primera vez que cogió una guitarra?

-Las primeras clases de guitarra las llevé con las monjas, de muy pequeñito. Luego me olvidé completamente y me expresé más con el breakdance y cosas por el estilo (ríe). A partir de los 17 o 18 ya me lo tomé más en serio. Aprendí a tocar la guitarra de manera autodidacta, y ya con 21 estuve en Los Huana, siguiendo la estela de Los Contentos, que era la banda de Piti y una referencia en Lugo. Las cosas se fueron tejiendo más en el teatro, pero la música siempre ha estado ahí, también con The Magical Brothers y proyectos más efímeros. Luego, en 2006, empezó con The Ellas otra vez la faceta estrictamente musical.

-¿Tuvieron que reprimir la tentación de colocar en este disco alguna versión de The Ellas?

-Las versiones las mantenemos para el directo, pero en ningún momento se nos pasó por la cabeza, porque enseguida tuvimos material propio. Algunas versiones ya las teníamos muy trilladas en directo, y otras van a seguir.

-¿Piti Sanz compone la música y usted las letras?

-Es al alimón, no hay ningún orden ni concierto. A veces desarrollamos una idea entre los dos, o aparecen letras dobladas.

-Johnny Depp se inspiró en Keith Richards para su personaje del pirata Jack Sparrow. ¿Alguna vez se ha inspirado en músicos para sus papeles?

-No, no me ha tocado ningún personaje adecuado. Los personajes de la música suelen ser estridentes, como Keith Richards. Tal vez Malamadre, pero ese sería más bien de Los Chichos o de Los Chunguitos.

-¿No se inspiró en la voz de Sabina para hacer la de Malamadre?

-No, esa voz es del Chino, un amigo muy cercano de Santiago. Está inspirada en él.

-La lista de actores de Hollywood que además ejercen de músicos es larga: Johnny Depp, Tim Robbins, Jeff Bridges, Bruce Willis, Kevin Costner... ¿Sigue a alguno de ellos especialmente? -Me compré el último disco de Tim Robbins por curiosidad. Toca algo muy folkie, muy tradicional americano. Me sorprendió, porque le había visto actuar en directo en Estados Unidos y su formación anterior era bastante más punkarra. Está muy bien. También he visto en YouTube cosas de Jared Leto, y de Jeff Bridges conozco la película Corazón rebelde, en la que canta y toca la guitarra.

-Jamie Foxx, protagonista de Corrupción en Miami, película en la que trabajó, es músico.

-Sí, ¡y Colin Farrell también! Canta y toca la guitarra muy bien.

-¿Su amistad con Javier Bardem le ha permitido conocer a Eddie Vedder, de Pearl Jam, y a otros músicos que admira?

-Sí, una vez conseguimos estar de visita en los camerinos y son gente muy maja, la verdad. Muy sanotes y muy tranquilos. La gente del rock and roll te sorprende mucho. También los de Rage Against the Machine son tipos de lo más tranquilo, al contrario que su música. -Toca un magnífico solo de armónica en Olvidarte. Tampoco era de dominio público que la tocara tan bien...

-Muchas gracias. Le cogí el punto casi antes que a la guitarra. Como guitarrista soy sachador, hago acompañamientos y más o menos llevo el ritmo bien, pero las guitarras que lucen en Di Elas son las del maestro Piti. La armónica es muy resultona, pero de ahí a tocarla bien... Marcos Coll sí es un gran armonicista. -¿Quién es ese irlandés que canta en la pista oculta al final del disco y dice en inglés 'somos primos de los gallegos'?

-(Se ríe). Eso salió de una coña del estudio. Habían pasado muchas horas y estábamos ya mezclando. Tenían una mandolina por allí y empecé a improvisar, a lo que Piti se unió. La letra y la música la grabamos en un minuto y la dejamos así, de sorpresilla.

--Ruleta es un tema antibélico. ¿Qué opina de que España intervenga en Libia?

-Una vez más se nota la incoherencia de los políticos. Zapatero, que rentabilizó tanto el no a la guerra, ha sido de los primeros en apuntarse al carro como cabeza de cartel. Los objetivos no están muy claros, si vamos a defender a un pueblo o a repartirnos lo que quede tras la debacle, que es lo que más me pinta.

-¿Qué grupos gallegos de rock le gustan?

-Cornelius es una banda increíble, con un cantante espectacular. Si estuvieran en EEUU arrasarían. Holywater es una banda de Lugo magnífica. También The Homens, con su power-pop y una propuesta muy fresca.

-¿Les veremos actuar en el festival de Cans en mayo?

-En Cans no lo sé, pero tocaremos el 15 de abril en el Auditorio de Pontevedra y hoy estamos en Jerez.