TENIS - Roland Garros

¿Empezó el declive de Djokovic?

El serbio suma medio año sin ganar, la lesión pone en riesgo su presencia en Wimbledon y en los Juegos Olímpicos y ha perdido el número uno

Djokovic, en Roland Garros |  // EFE

Djokovic, en Roland Garros | // EFE

Daniel Gómez ALonso

Ese hombre que parecía indestructible se vuelve humano ante los ojos de todos y se desmorona sobre la tierra batida de París. Pero se levanta, tira de orgullo, que para eso es Novak Djokovic, el más grande de todos los tiempos, y no va a permitir que el mundo vea en vivo su rendición. Y por un momento, cuando levanta ese partido de octavos ante Cerúndolo a la pata coja, los allí presentes y los que lo observan por la tele piensan que esta película ya la han visto. Que es lo de siempre, uno más de sus atajos hacia lo único que le importa: ganar.

Lo ha hecho tantas veces, eso de lesionarse y seguir, eso de parecer roto y ganar, que el mundo del tenis se ha acostumbrado a poner en cuarentena a Djokovic y sus problemas físicos. Pero esta vez no, no es ningún farol. El menisco de su rodilla ha quebrado en el peor momento. Cuando lleva medio año sin catar metal y su cabeza está llena de dudas y nubarrones. Al tantarantán psicológico se le une el golpe físico, que le retira de Roland Garros sin ni siquiera poder pisar la pista en cuartos de final. Y no queda ahí la cosa, porque Nole pasará este miércoles por el quirófano de una clínica de París para operarse, según avanzó el diario francés L’Equipe, perdiéndose con casi toda seguridad Wimbledon, que se disputa del 1 al 6 de julio.

“Es una lesión grave y no se va a curar mañana. Me deja un poco sin palabras. En la gira de césped las rodillas son fundamentales porque estás resbalando todo el tiempo”, auguraba Boris Becker, su exentrenador y una de las personas que mejor le conoce, antes de saberse que el serbio pasaría por el quirófano. “En los últimos torneos ya había tenido problemas de rodilla, aunque no había hablado de ellos. ”, reveló el serbio

Cuidadoso como pocos con su cuerpo, tanto en lo que respecta a la preparación física como a la alimentación, Nole es uno de los tenistas que menos lesiones ha experimentado durante su carrera. De hecho, solo se le recuerda una de gravedad, aquella en el codo en 2017.

Hasta ahora, quizás en el momento que menos convenía. El serbio atraviesa a sus 37 años, cuando el ocaso de su carrera asoma, una de las peores rachas de su vida. Después de un 2023 en el que se quedó a un solo partido de conquistar los cuatro grandes, en 2024 se ha secado. Ningún título desde la Copa de Maestros en noviembre, una racha impropia en él y en la que ni siquiera ha llegado a una final.

Tras retirarse en París perderá el número uno del ranking frente a Jannik Sinner y podría caer incluso a la tercera posición, dependiendo de lo que haga un Carlos Alcaraz que ya está en semifinales. Ahora mismo, Wimbledon parece un imposible y los Juegos Olímpicos, con ese oro que le falta y que tanto ansía Djokovic, están en el alambre. El tiempo de baja de un desgarro de menisco puede ir desde dos o tres semanas, en el mejor de los casos, hasta varios meses, dependiendo de la gravedad de la lesión, desconocida por el momento.