El Real Madrid se alzó ayer con la Supercopa Endesa, el primer título de la temporada ACB, al superar (83-88) al Barça en la final disputada en el Pabellón Santiago Martín, donde el cuadro culé celebró antes de tiempo el título. Los de Pablo Laso levantaron su cuarta Supercopa seguida, la octava en total, ante un Barça que tuvo en la lona a su eterno rival con un (63-44) a 15 minutos del final. Un Madrid de caras nuevas, de aún lesionados, le comió la tostada al campeón de Liga.

El Barça demostró un punto más de físico y de calidad que su rival, pero en hambre le volvió a ganar el Madrid. Sergio Llull (24 puntos) fue clave en la reacción blanca y el colapso de un Barça que ni atacó ni defendió en el último cuarto (12-26).

Los azulgrana empezaron más entonadas, con cuatro triples muy seguido en el inicio de la final (16-11). Rozando la veintena abajo, Llull tiró de galones y el regreso de Alocén fue de mérito. El Barça se durmió y el Madrid llegó con una dinámica mucho mejor al último cuarto del encuentro. De repente, a los de Saras les entró el pánico a tirar, Mirotic y Kuric fallaron, y Davies sujetó como pudo un final oscuro para los azulgranas.

William-Goss y Poirier terminaron el trabajo de un Madrid que cambia las caras pero no el gen de la era Laso El Barça, en busca de confirmar su proyecto ganador, tuvo la última posesión, un triple malo de Davies, para forzar la prórroga. Comienza con un paso en falso y con la tercera derrota seguida ante los blancos en una final de Supercopa.