Fútbol - Selección

Álvaro Morata alcanza su plenitud iluminado por el ‘coaching’

Las sesiones con Adrià Carmona, la joya de su generación en la cantera del Barça, han reforzado su seguridad: “Es una gran persona que vive su mejor momentos”

Morata, capitán de la selección española, celebra un gol anotado contra Georgia en la última ventana internacional. |  // DAVID MDZINARISHVILI/ EFE

Morata, capitán de la selección española, celebra un gol anotado contra Georgia en la última ventana internacional. | // DAVID MDZINARISHVILI/ EFE / Denís Iglesias

Denís Iglesias

Detrás del éxito de Álvaro Morata, jugador del Atlético y capitán de la selección, hay una madeja que le soporta y que le hace “encender la tecla del interruptor” en “un momento que viene cuando viene”. Esta reflexión para El Periódico de España, del Grupo Prensa Ibérica, el mismo al que pertenece LA OPINIÓN, nace de Adrià Carmona (Igualada, 1992), exfutbolista profesional, la joya de su generación en la cantera del Barça, que acompaña al delantero desde el coaching. Juntos han conseguido que se prenda una luz que exhibe la madurez de uno de los arietes más en forma de Europa con 10 goles en 10 partidos (incluida selección).

“Se habla mucho del momento espectacular que está viviendo como futbolista, pero hay que darle valor a lo que es como persona”, reivindica un profesional que habla con la sensibilidad y profundidad que le dan las experiencias vividas. Carmona se retiró en septiembre de 2022 a los 30 años después de una carrera agitada. Además de en la Masia, estuvo en el Milan, Zaragoza, Girona, Espanyol B, Albacete, Lugo, en clubes de la India o L’Hospitalet. También fue campeón de Europa sub-17. Las lesiones y el agotamiento le hicieron dejar el verde. “Pasé un duelo. Antes de retirarme yo estaba en un momento duro en lo profesional y lo personal. De aspirar a estar arriba a campos de 2B muy diferentes. No tan profesionales. Es cuestión de adaptación. Ese otro fútbol tiene su encanto, pero no era capaz de digerirlo”, confiesa Carmona. Se reconcilió con el balón desde el coaching.

Detectó una falla en el sistema profesional que él cubrió, primero desde el autoaprendizaje, y después con el estudio. “Nos faltaban herramientas para lo más importante, que es canalizar las emociones de modo natural”, explica alguien que ya estando en activo empezó a construir el futuro que hoy vive. “Mi primera gran reflexión sobre este tema llega en un mercado de verano. En los que esperas esa oportunidad. Empiezo a verme en diferentes escenarios. Pero, por otro lado, me imagino en una vía en la que echo un cable a jugadores”, reflexiona el coach deportivo.

Morata verbalizó en el Mundial cómo son las sesiones con Carmona. “Visualizamos los dos partidos: titular o suplente, con todo lo que ello supone. Desde las celebraciones de los goles hasta, si eres suplente, tu modo de apoyar a los compañeros. Si ya lo has vivido antes es más fácil de gestionar”, explicaba Morata a Cadena Cope. “Cuando sabes todo lo que has trabajado, en una relación profesional que se vuelve personal, y ves cómo un jugador le da la vuelta al partido... ¡Te da una satisfacción y un orgullo! ¡Parece que estás jugando tú! Yo lo digo siempre: no veía fútbol. Ahora me como partidos de todos los sitios, pero porque quiero”, explica Carmona.

El valor de la capitanía

A este tipo de soluciones, coach y futbolista llegan de modo conjunto. A veces, ni siquiera la sesión que Carmona considera más importante es clave en el rendimiento. Es un sistema de enseñanzas mutuas, que con Morata ha terminado en una simbiosis. “Ha dado una progresión espectacular. En el sentido de que está llegando a una edad cumbre. Ahora le están dando más altavoz, por todo su desarrollo goleador. Aunque él siempre ha antepuesto el bien colectivo a lo individual. Su carrera habla por sí sola”, reivindica el especialista. “El tema de la capitanía y los galones ha sido fruto del crecimiento. No aceptas ese rol si no estás preparado. Lo más espectacular es que él siempre predica con el ejemplo. Está pendiente de los más jóvenes», destaca Carmona. Esto es fácilmente comprobable en cualquier concentración de la selección. Lo hace desde el combate a su timidez, pero con educación y respeto.

Desde su nuevo estatus, Morata asumió la lectura del comunicado sobre el caso Rubiales. “El momento de cada uno llega si se trabaja. Considero que las cifras han sido el inicio de todo, pero siempre han estado ahí. Álvaro nunca ha dejado de ser un goleador, aunque en escaparates muy difíciles como el Madrid, Chelsea, Juventus... Siempre con grandes jugadores. Ser artillero de esas banderas es una película diferente cada domingo. No porque lleves 20 tantos vas a marcar en ese partido”, concluye.

Su labor, además del coaching, ha permitido humanizar a los futbolistas. Tanto con el recorrido vital propio y confesado, como con las actitudes que revelan los profesionales que pasan por su consulta y a los que ha enriquecido. “Hay una frase de Valdano que dice: ‘El que solo sabe de una cosa no sabe de nada’. Por eso es importante conseguir la excelencia con equilibrio. A veces nos olvidamos de que los futbolistas son personas normales. Hay que aprender a pedir y tener esa ayuda”, sentencia el coach que encendió la luz de Morata para acompañarle “en una vida que, como la del resto de sus compañeros, es siete veces la de una persona normal”.