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¿Cómo encontró el Girona a Dovbyk, el ‘nueve’ que asombra con 11 goles?

De manera discreta, extremadamente profesionales, a pareja de ucranianos que forma con Tsygankov ha encandilado en Montilivi

Artem Dovbyk celebra su gol a Osasuna.

Artem Dovbyk celebra su gol a Osasuna. / EFE

Marcos López

Estaba en Ucrania desde hacía años. Pero nadie reparó en él. Solo el Girona. Solo la mirada inquieta de Quique Cárcel. Estaba en el mercado europeo, ese que permanece oculto por debajo de las grandes figuras por las que se pagan 80, 90, 100 millones… O más.

Andaba Artem Dovbyk en su país después de una experiencia nada buena en Dinamarca. Pero no dejaba de marcar goles. Por eso, Cárcel se lo quiso traer a Montilivi hace años. Pero no podía porque el Girona estaba entonces en Segunda División, destino poco atractivo para alguien como él que ha hecho del gol un arte. Y eso en el fútbol vale mucho dinero.

Trabajo sigiloso

No fue de un día para otro. Una vez descubierto el potencial de Dobvyk se necesitó un trabajo sigiloso. Sigiloso y silencioso para evitar que entrara en el mercado.

Necesitó el director deportivo del club catalán atraer, gracias a las discretas gestiones de Pere Guardiola, presidente del consejo de administración, sacar de Kiev a Víktor Tsygankov.

Ese era el paso previo, y casi imprescindible, para traer a Dovbyk, ese delantero que lleva 11 goles (solo dos menos que Bellingham y tres más que Lewandowski), además de que ha repartido cinco asistencias.

Sin Tsygankov, a quien el Girona tuvo oculto durante dos semanas en el complejo de golf de Caldes de Malavella, junto a su ciudad deportiva de La Vinya, no habría venido Dovbyk. 

Ahí viven ahora ambos. De manera discreta, extremadamente profesionales como son esa pareja de ucranianos que ha encandilado en Montilivi. Hace una semana, la Rambla de Girona tenía una extraña y larga cola junto al puente de piedra. Eran más de 300 personas que aguardaban pacientes la llegada de Víktor (26 años) y Artem (26) para firmar autógrafos.

Suma 11 goles y cuatro de cabeza, solo superado por Harry Kane (Bayern Múnich), que anotó cinco tantos con la cabeza

Llegaron sigilosamente a la puerta de la ‘Botiga del Girona’ instalada en pleno centro histórico de la ciudad sin ser conscientes de que ambos ya son unas celebridades. Más de hora y media de cola para recibir el tesoro más esperado: el autógrafo de los ucranianos. Tsygankov, que se expresa en un más que correcto inglés, ya empieza a soltar alguna que otra palabra en castellano. Dovbyk, nada.

Víktor y Artem, 4 meses juntos en España

Apenas lleva cuatro meses en España, tiempo más que suficiente para que haya causado asombro con su juego. El Girona vivió durante años y años del olfalto y sabiduría en el área de Stuani.

Pero apareció Artem, el fichaje más caro de la historia del club, y ha sabido sacudirse en tiempo récord de esa adictiva dependencia del experto uruguayo, transformado en el símbolo del cambio de un club anónimo en la elite que ahora colidera la Liga española con el Madrid, dejando al Barça de Xavi y al Atlético del ‘Cholo’ a siete puntos.

Era Stuani y 10 más. Ahora, no. Dovbyk es un ‘nueve’ distinto al capitán. El uruguayo remataba en el área y casi siempre en la pequeña. El ucraniano hunde a los defensas rivales en el área, capaz como es de moverse con inteligencia fuera de ella.

Es grande (mide 1.89 m), pero extremadamente coordinado, con creatividad para entender su compleja posición. Va de maravilla en el juego aéreo (suma cuatro goles de cabeza, solo superado por Harry Kane, del Bayern, que anotó cinco) e interpreta a la primera lo que le demanda Míchel.

Su sola presencia condiciona el juego del enemigo. Sea cual sea. Tenga el nivel que tenga. Altera el paisaje de cualquier partido. Siempre ha sido así. Su última temporada en el Dnipro-1 ucraniano (29 goles y ocho asistencias en 39 partidos) ya permitía adivinar ese impacto.

Vino a Montilivi el ucraniano para suplir al 'Taty' Castellanos, que marcó 13 goles en 35 jornadas de Liga. Dobvyk lo tiene a solo dos tantos

Pero nadie se fijó en ese "robot", como le llaman en broma por La Vinya. Delantero inexpresivo, hierático, capaz de ocultar sus emociones, aunque ahora haya añadido una celebración singular junto a Yan Couto saltando ambos tal si fueran gorilas.

Así es en el césped. Dentro del vestuario, en cambio, resulta un jugador distinto. Sonríe y se le ve cercano y próximo, aunque la barrera del idioma frena esas emociones que sí expresa con sus compañeros. Vino para suplir al Taty Castellanos (13 goles en 35 jornadas), quien se fue al Lazio, mientras él va camino de derrocar todos los registros de su antecesor: 11 tantos en 17 partidos.

Debut y gol en San Sebastián

Pero ya su primer gol en la Liga revelaba que algo grande acababa de fichar el Girona. Era suplente en San Sebastián. Entró en el minuto 64. Sustituía, claro, a Stuani. Y ocho minutos más tarde (m. 72), Tsygankov, su amigo, socio y compinche, trazó una excelente jugada por la banda derecha antes de asistirle. Un preciso cabezazo y el empate (1-1) en la primera jornada. La carta de presentación de Artem en España.

Dovbyk, en el partido del Girona en Vallecas.

Dovbyk, en el partido del Girona en Vallecas. / EFE

Apenas 26 minutos en el campo, un remate a puerta, un tanto. Preludio del ‘fenómeno Dovbyk’ que se ha desencadenado después. Tipo certero y selectivo. No dispara de forma indiscriminada. Lleva 39 disparos. Y 20 entre los tres palos para anotar sus 11 tantos. O sea, un 55% de acierto.

"Dovbyk es muy bueno y está muy contento en Girona y en el equipo. Tiene un amigo, que es el Víktor, que ha hecho que su adaptación al equipo haya sido buena. Es un jugador diferencial"

Míchel

— Técnico del Girona

"Es un delantero de primer nivel", confesó Xavi tras sufrirlo en Montjuïc donde ni Araujo ni Koundé pudieron detectarlo, asociado como estaba a Tsygankov. "Dovbyk es muy bueno y está muy contento en Girona y en el equipo", certificó Míchel, su entrenador.

Dinamarca y Moldavia

"Tiene un amigo, que es el Víktor, que ha hecho que su adaptación al equipo haya sido buena. Es un jugador diferencial. Tanto él como Stuani son delanteros de primer nivel", recalcó el técnico madrileño, quien disfruta feliz de esas joyas ucranianas que encontró Quique Cárcel.

Vítkor era (enero 2023) el fichaje más caro de la historia del club porque se pagaron cinco millones de euros. Luego, Artem le quitó ese honor (agosto 2023) al costar 7,7 millones por el 70% de su propiedad ya que el 30% restante se lo reparten Midtjylland (Dinamarca) y Dnipro-1 (Ucrania).

Estaba allí desde hacia tiempo tras un paso anónimo por el fútbol danés, antes incluso estuvo en Moldavia. Pero solo el Girona detectó que tras ese ‘robot’ se ocultaba un verdadero tesoro.