Fútbol - Primera División

Vinicius rescata al Madrid con doblete

El brasileño celebró el segundo gol con el puño en alto contra la grada de animación

Vinicius celebra su segundo gol, ayer. |  // BIEL ALIÑO / EFE

Vinicius celebra su segundo gol, ayer. | // BIEL ALIÑO / EFE / Denís Iglesias

Denís Iglesias

Vinicius sacó de la desconexión al Real Madrid (2-2) —y a sí mismo— en su partido más difícil, donde el racismo quedó oculto. La peor de las noticias la protagonizó Diakhaby, otro activo contra el racismo, con una lesión que hizo estremecer hasta a un jugador como Modric. El partido terminó en una trifulca enorme tras un gol anulado al Real Madrid con Vinicius como gran protagonista. La historia de siempre.

Era el regreso de Vinicius tras los episodios racistas de la campaña pasada. Incidentes que terminaron judicializados y con la expulsión de por vida de tres aficionados. Salió tranquilo al césped bajo una sonora pitada que le persiguió en cada balón. Muy por encima de la media de decibelios que soportaron el resto de sus compañeros. El otro señalado fue Carlo Ancelotti, quien tuvo que rectificar en su generalización de Mestalla como un campo racista.

Pero la tensión se podía cortar. Cada vez que el fondo de animación cantaba “madridista el que no bote” se unía todo un estadio que temblaba. “El Valencia, contra los insultos y la violencia” salía en los marcadores. Vinicius reclamó una segunda falta en el minuto siete. “¡Qué tonto eres!”, se escuchó al unísono en una grada que se tiñó de amarillo contra Lim al cuarto de hora. El fútbol no importaba, básicamente porque nada pasaba, hasta el minuto 23. La tranquilidad se rompió cuando Vinicius reclamó una falta al borde del área no decretada por Gil Manzano. Dio puñetazo en el suelo justo al lado del sector de animación. Tuvo que intervenir Bellingham para tranquilizar al brasileño. Poco después se adelantó el Valencia ante un Real Madrid que estaba desconectado. Centro de Foulquier —previo robo a Vinicius— al segundo palo, remate fallido de Fran Pérez, pero que Duro hizo bueno con un cabezazo.

Apenas tres minutos después, a la media hora, Yaremchuk anotó el segundo tras definir a la perfección al aprovechar un regalo de Carvajal. Nada le salía al Real Madrid y menos a Vinicius, para el que Mestalla y Baraja pidieron una amarilla. Mosquera, del Valencia; y Camavinga, de los suyos, fueron a hablar con él. En el descuento de la primera parte Carvajal puso un balón que Vinicius llevó hasta el gol tras aprovecharse de una mala intervención de Mamardashvili. Aprovechó el 2-1 para sanarse. Se giró desde el centro del campo, puño en alto para dedicarle el tanto a la grada que le había perseguido verbalmente. Como Jesse Owens.

En la segunda parte era al Valencia al que le costaba salir con el balón jugado, hasta el punto de regalarlo. Repuestos de las dudas, los locales gozaron de una gran ocasión de Diego López para matar el partido. Antes había podido empatar Bellingham.. Vinicius terminó viendo la amarilla en el 71, por una entrada sobre Guillamón. Ancelotti decidió mantenerle en el campo y acertó. Porque apenas unos minutos después consiguió el tanto del empate. Enloqueció, con una celebración por todo el campo incluso antes de saber si el VAR iba a validar la jugada. Sin estar bien en sus tareas, el brasileño había conseguido igualar la contienda más complicada. Gil Manzano, que no había tenido casi protagonismo, anuló un gol al Real Madrid por estar fuera de tiempo.