Cuando uno de los miembros de la directiva del Liceo es uno de los mejores porteros de la historia como José Luis Huelves, no extraña que en sus equipos masculino y femenino el puesto esté tan bien cubierto que resulte que tanto Carles Grau como Katy Guscin sean los dos guardametas menos goleados de sus categorías. El primero, a punto de batir el récord de menos goles recibidos en una temporada de la historia del club. La segunda con unos registros inapelables de 4 goles encajados en diez partidos, dejando la portería a cero en siete de ellos. “Desde luego, son de lo mejorcito y viendo los resultados creo que podemos estar muy orgullosos de ellos”, resalta el madrileño, que tuvo mucho que ver en el fichaje de ambos. Las casas se empiezan a construir por los cimientos y los equipos, por los porteros. Y el Liceo dispone de unos sólidos pilares.

“Son dos porteros bastante tranquilos”, les define Huelves. “Carles (Grau) destaca por sus reflejos, por su capacidad de reacción. Y además su nivel de experiencia es muy grande, porque ya había estado en la selección, en el Barcelona, en el Vic, en el Porto...”, especifica sobre el catalán. “Lo conocía desde su época en el Vic, porque soy amigo de Fernando Pujalte, que estaba como entrenador, y él ya me había mandado vídeos”, explica, “y después me lo encontré en la selección”. Así que cuando ya como directivo se entera de que Xavi Malián había decidido dejar A Coruña, su primera llamada fue al de Lloret de Mar. “Y él aceptó venir sin saber incluso cómo iba a ser el proyecto, que al final se construyó en torno a él”, recuerda.

No se queda atrás en los piropos hacia Katy Guscin. “Aún no teniendo la experiencia que tiene Carles, es una portera que infunde tranquilidad al equipo. El portero tiene que hacer que el equipo crea en él y en eso ella es muy segura”, dice Huelves. “En OK Plata es sin duda la mejor portera y en OK Liga estará entre las 4 ó 5 mejores”, continua sobre la coruñesa, que pasó por el Dominicos, el Diver Patín y ya defendía la portería verdiblanca en la primera experiencia del Liceo en la OK Liga femenina, cuando un grupo de adolescentes sorprendió con la clasificación para la Copa de la Reina. “Tiene su forma de parar y no cambie sea quien sea el rival. A veces parece que van a tener que venir con un cañón para poder batirla”, concluye Huelves. Sus números están ahí y son una locura. Cuatro goles en diez partidos, lo que significa que la media no llega ni a uno por encuentro (0,4). Es más, dejó su portería a cero en siete de esas diez jornadas. Unas actuaciones con dedicatoria especial en los últimos enfrentamientos ya que su padre Mark, delegado del equipo, está hospitalizado por COVID.

Carles Grau, por su parte, está a punto de batir el récord del Liceo como el portero que menos goles ha encajado en una temporada. Lleva 48 por los 51 que él mismo había recibido el año anterior y que ya era la cifra más baja de la historia del club. Sin embargo, el curso pasado solo se jugaron 25 partidos por los 29 que van en este, 30 a los que se llegará el sábado en Lleida. Es decir, el promedio mejora porque el de este año es de 1,6 goles por encuentro y el de 2020, de 2,04. Solo hay un guardameta más con una media por debajo de los dos tantos por partido, Jaume Llaverola —que con 44 años sigue en activo en el Girona— en la temporada 2009-09, cuando recibió 56, 1,8 por encuentro.

Además, tanto Grau como Martín Rodríguez reciben desde las últimas semanas el asesoramiento del propio Huelves. “Me lo pidieron Copa y Boedo y estamos trabajando cosas muy específicas que hemos visto en los vídeos. Yo creo que un portero hablando con un portero se entienden mejor”, reconoce. Huelves ya había trabajado con Martín con anterioridad. Es más, cuando hace unos años se proclamó subcampeón de España con el Cerceda, el coruñés llevaba por debajo una camiseta con el nombre del exportero: “Me lo contaron y me emocionó muchísimo. A cambio le di la camiseta con la que yo gané el Mundial de Argentina con la selección. Nos abrazamos y nos emocionamos los dos”. Dice que Martín es “un porterazo”, titular en “cualquier otro equipo de la OK Liga” e “indispensable” en el vestuario. Y con tanto buen portero, Huelves se siente orgulloso de que su club destaque precisamente por esto, ahora también desde la base desde la incorporación de Fernando Crespo con entrenador de porteros. “Hemos creado una escuela que esperamos poder abrir al resto de clubes el próximo año y ya estamos trabajando en cosas nuevas”. Los próximos Carles, Katy y Martín ya están en camino.