El Leyma anuló en defensa al Gipuzkoa y mantuvo un ritmo despiado en ataque para lograr su tercera victoria seguida por 92-62 y empezar a mirar a la zona alta de la clasificación de la LEB Oro. El partido se decidió en el primer cuarto con una ventaja definitiva para los locales (30-12), que no se relajaron y fueron superiores en cada uno de los parciales. Con partidazo, otra vez, de Ward (15 puntos y 15 rebotes, 25 de valoración), pero esta vez sin ser decisivo ni el equipo tener dependencia de su inspiración. Y bien acompañado sobre todo por un Monaghan acertado en los triples y más listo y rápido que nadie en cortar las líneas de pase. La diferencia fue tal que cuando se veía el final el Palacio empezó a cantar “¡Que salga Jorge!”. Sergio García cedió y le dio el último minuto y once segundos al canterano. Fiesta completa.

Gipuzkoa llegaba como el equipo con el mejor porcentaje en triples. Sus primeros lanzamientos fueron de tres, pero con la puntería desviada. La respuesta del Leyma fue ponerse a su altura. Si tú tiras, yo más. Pero en su caso sí que fueron dentro. Con uno de Lofberg y uno de Monaghan, además de una buena acción de Vega, el parcial de inicio fue de 8-0. Los locales estaban bien. Pero tampoco se encontraron rival. El Gipuzkoa tardó todo el primer cuarto en despertar. Con una defensa rozando el cero, Ward hacía lo que se le antojaba en la pintura, Monaghan se ponía las botas a robar balones y encima entraban los triples (Soluade y Gray). El resultado era un marcador de escándalo. Pocas veces se ven 30 puntos de un equipo en 10 minutos. Y pocas a uno que se queda con 12. Poco historia quedaba ya para contar.

Era tal la superioridad que Sergio García dejó en pista a la segunda unidad casi todo el segundo cuarto. Tiempo para que subieran los minutos, las prestaciones, la confianza, de jugadores fundamentales como Hamilton y Álex Hernández. El Gipuzkoa solo podía ir a mejor. Mejoró el acierto en triples, con tres antes del descanso, pero la brecha era insalvable (49-29).

De la barrera de los 20 se pasó a la de los 30. Un gran arranque de tercer cuarto puso al Leyma a las puertas. Lo abrió Vega con un 2+1. Lofberg, que anotó dos triples casi seguidos, también puso su sello. Monaghan seguía siendo el más listo para robar balones y encima también le entraban los triples, con otros dos para su colección. El resultado llevaba camino de ser uno de los más abultados de los últimos años en O Forno de Riazor. Con el 68-37, un pequeño respiro para el Gipuzkoa, que maquilló ligeramente antes de afrontar los últimos diez minutos (72-43).

Pasase lo que pasase en el último parecía imposible que la victoria naranja se escapase. Aitor Zubizarreta, Mikel Motos y Mario Delas intentaban tirar de los suyos para morir con honor. El Leyma, inevitablemente, cayó en cierta relajación. No Sergio García, que podía haber dado descanso a algunos de sus jugadores y terminó con su quinteto inicial en pista. Salvo por Monaghan, que se hizo daño en el tobillo —parece que sin importancia— y Jorge García. Debut a 1:11 para la bocina, un tiempo en el que sus compañeros incluso buscaron que pudiera anotar, aunque al final el que puso la puntilla al partido fue el de siempre, un Ward que puso el 92-62. Tercera victoria. Gran reacción después del 0-2 inicial de la temporada. Próxima parada: Huesca.