74-66 | El mejor ataque ahoga en defensa y el Leyma le gana a Estudiantes

El Leyma es el equipo más anotador de la categoría, pero al Estudiantes lo ahogó desde la defensa. Ayudas, ni un rebote fácil, ni un tiro tranquilo. Los madrileños no encontraron la forma de responder a esta intensidad. Solo al final, de la mano de sus bases, que buscaron a Sean Smith. Pero ya era tarde. Diego Epifanio volvió a llevarse el duelo de pizarras y los suyos ejecutaron el plan a la perfección. Una victoria, la trece, que no da mala suerte. Porque es la octava en nueve partidos. Porque completa una semana grande en la que se impuso a dos rivales directos (el miércoles a Lleida). Porque enganchó al público en un Palacio con la mejor entrada de la temporada. Y porque permite a los naranjas acercarse al que hasta hace nada parecía un trío inalcanzable de cabeza.

La defensa local bajó mucho los porcentajes de Estudiantes, que se puso por delante con un triple (5-7). Simplemente una anécdota. Los naranjas enchufaron desde ese momento un parcial de 11-0. Trabajando bien en la pintura con Lotanna Nwogbo. Y con la aportación del trío exterior de salida: Goran Filipovic, Yunio Barrueta y Olle Lundqvist (16-7). A los madrileños se les salieron varios intentos de triple. Hicieron la corbata. En el momento que le empezaran a entrar podía cambiar. Sí que lo hizo uno. Pero solo sirvió para maquillar el resultado al finalizar el primer cuarto (20-14).

Los estudiantiles abrieron el segundo cuarto con una jugada de 2+1 que les acercó a tres puntos. De nuevo otro espejismo. Porque el Leyma respondió a lo grande, con dos triples de Vega y Simeunovic que no solo restablecían la ventaja sino que la ampliaba (26-17). El listón se situó ya en torno a la barrera de los diez puntos. A veces un poco arriba. Otras, las menos, por debajo. El único problema para los naranjas fueron las faltas. Era una consecuencia también de la intensidad defensiva. Los madrileños vivían de sus visitas a la línea de la personal. De las apariciones de Sean Smith y del juego de sus bases Leimanis y Jorgensen. En el Leyma el juego era coral. Todos aportaban arriba. Todos defendían abajo. Al descanso, 40-31.

El guión continúo en el tercero, con la intensidad defensiva del Leyma como la clave tanto de que los coruñeses pudieran correr como de que el Estudiantes se fuera poco a poco desesperando con sus bajos porcentajes. Incluso en los tiros libres. Y eso que la balanza se decantaba claramente a su favor. 16 llevaban hasta ese momento. Solo 8 el Leyma. La mitad. Un triple de Jakovics, sobre la bocina del tercer cuarto puso en pie al Palacio. La balanza se inclinaba (61-46).

El Leyma seguía con su asfixia. Hasta dos veces obligó al conjunto rival a agotar la posesión en los primeros ataques. Un 2+1 de Diagne puso una diferencia abismal (67-51), pero Epifanio se veía obligado a pedir tiempo muerto cuando los bases del Estudiantes redujeron la distancia hasta los diez puntos. Nwogbo falló dos tiros libres en ese momento. Y en el ataque siguiente, Leimanis tiró un triple esquinado que se salió. Quedaban tres minutos y ese error, unido a los dos tiros libres encestados por Javi Vega a continuación, dieron pase a otro partido. La victoria ya estaba clara (69-57). Ahora importaba el basquetaveraje. De 8 había ganado Estudiantes en su casa. Y con un triple a falta de 30 segundos se quedó a cinco (71-66). Jakovics respondió con otro que rozó incluso la falta personal adicional. La distancia quedó en 8 (74-66), pero los madrileños se quedaron el averaje por marcar más puntos en casa.