Baloncesto - LEB Oro

104-103 | El Leyma da un puñetazo encima de la mesa y doblega a San Pablo Burgos

Barrueta, líder en ataque con 31 puntos - Encadena la novena victoria consecutiva

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

Un Palacio de los Deportes de Riazor a rebosar vibró, sufrió y, sobre todo, celebró el complicado triunfo que el Leyma Coruña consiguió, 104-103, ante el San Pablo Burgos. Una victoria que lideró Yunio Barrueta con sus 31 puntos y que sirve como un golpe de autoridad, uno más, del equipo coruñés, que ya encadena nueve triunfos consecutivos en LEB Oro.

Ninguno de los dos contendientes al ascenso comenzó en caliente. Las muñecas tardaron casi dos minutos en calentarse, hasta que Yunio Barrueta se deshizo de su marca para estrenar el marcador con un triple. El cubano con su dos de dos para empezar desde el perímetro logró la primera ventaja de mérito del Leyma. Pero San Pablo es capaz de pelear de tú a tú con los de Epi. Y así lo hizo Lukas Fischer, que comenzó con autoridad su duelo particular en la pintura contra Goran Huskic. Junto a él, un triple de Speight igualó la contienda, 10-10. Los de naranja consiguieron llevar la voz cantante en buena parte del primer cuarto, pero se quedaron fríos cuando Olle Lundqvist sufrió una lesión en el brazo izquierdo durante una defensa. Tuvo que dejar el partido y, aunque Font le reemplazó con acierto desde el triple, la precisión de Ignacio Rosa hizo acelerar a San Pablo. El alapívot anotó una bomba sobre la bocina con la que los burgaleses consiguieron cerrar el cuarto con ventaja, 17-19.

Un triple de Álex Barrera y los tiros libres de Rosa fueron el presagio de un muy complicado segundo cuarto para la escuadra coruñesa. Epi intervino con el 21-29, pero nada paró a San Pablo, que alcanzó los dos dígitos de renta, 21-31. Beqa los neutralizó con un dos más uno, pero no logró anotar el tiro libre. El georgiano protagonizó un aciago segundo cuarto al cometer dos faltas técnicas en apenas un minuto y medio. Ambas acciones levantaron las protestas del banquillo del Leyma, especialmente, la segunda: una falta sobre Burjanadze cuando Jakovics había lanzado un triple que acabó dentro. Los árbitros, tras deliberar, dieron por buena la canasta y descalificaron a Burjanadze por sus protestas.

Epi pidió un tiempo muerto para intentar controlar el partido y las cabezas de sus jugadores. Lo consiguió, aupado por una grada todavía más metida en el duelo. En esta tesitura, con dos hombres fuera y un marcador desfavorable, el equipo necesitaba cabezas visibles que lo comandasen. Huskic emergió con sus posteos y logró contrarrestar la influencia de Fischer. Barrueta se desató con los triple, pero en ocasiones pecó al no valorar mejores opciones de jugada. Pero nada era sencillo. A cada posesión errada del Leyma le seguía un triple, o unos tiros libres de Burgos, que se mantuvo firme en torno a los diez puntos de ventaja. El esfuerzo de Pablo Hernández bajo el aro para pescar un rebote le permitió cerrar la primera mitad 48-56.

Epi les puso las pilas a todos de cara a la segunda mitad y el efecto fue inmediato. El público del Palacio fue a más en sus aplausos con cada canasta de Aris, Aleix Font y Yunio Barrueta, que como martillos pilones castigaron el aro de San Pablo. A ellos se unió Huskic que se hizo cargo de la canasta que supuso el sorpasso, 65-64, tras un tiempo muerto del técnico visitante. El serbio lo metió todo. También los tiros libres y un triple que situaron el marcador 70-64, tras un parcial positivo de 12-0. Aunque Burgos despertó muy poco a poco en ataque, le costó demasiado frenar a la ofensiva arrolladora de los pupilos de Epifanio. Un tiro en suspensión de Barrueta y otro de Huskic desde la línea de tiros libres cerraron el tercer cuarto, el de la resurrección, con un 78-73 para el Leyma.

No estaba, ni mucho menos, amarrada la victoria. San Pablo inició el último cuarto con dos canastas fáciles al contraataque tras robarle la bola en dos jugadas consecutivas a Jakovics. Epi cortó la dinámica con un tiempo muerto, pero los burgaleses lograron recuperar la ventaja. Pablo Hernández levantó al Palacio con un triple, 82-80, con el que comenzó la frenética pugna final para llevarse la victoria. Barrueta se echó el equipo a la espalda en anotación hasta llevarlo a los tres dígitos, 100-99. No pudo seguirle Font, que cometió la quinta falta y se marchó indignado de la cancha.

Huskic mantuvo el pulso por dentro con Fischer hasta que también tuvo que dejar el encuentro por faltas. En su lugar entró Atoumane Diagne. El techo del Leyma Coruña se encargó de volar por encima de todos para cazar el alley-oop que le sirvió Sebastian Aris y firmar, así, el 104-103 a 25 segundos del final. San Pablo luchó hasta el último segundo, con un rebote ofensivo incluido, pero la fortuna quiso que el aro repeliese la pelota para desatar el éxtasis en la familia naranja.