4-0 | César señala el camino para el Liceo

Anotó su segundo triplete consecutivo para doblegar al Mataró, colista

RAC

El Liceo confirmó una jornada más la mejoría evidente respecto al inicio de la temporada. El 4-0 con el que saldó el encuentro de este domingo al mediodía en Riazor contra el Mataró, colista de la OK Liga, puso de manifiesto que el conjunto colegial ha llegado a la segunda vuelta dispuesto a castigar cualquier portería rival que se le ponga por delante para llegar al play off con la mejor inercia posible. En esta ocasión, la víctima fue la meta de Sergi Grané, que tuvo que recoger tres veces de su propia red una bola que llevaba el sello del stick de César Carballeira. El segundo hat trick consecutivo en liga del máximo goleador liceísta este curso fue el motor de una goleada que redondeó la insistencia de Pablo Cancela y que solo emborronaron dos goles anulados de forma polémica al propio Cancela y a Tombita.

Fue una mañana sobre ruedas para el Liceo, que salió a imponer su ley desde el inicio ante un colista que, de forma tímida, trató de dar golpes de personalidad sobre la pista de Riazor en las primeras posesiones. Lo hizo con el precedente de la victoria en la primera vuelta sobre el equipo de Juan Copa en la retina. Pero este Liceo no se parece prácticamente en nada al que sufrió a domicilio durante el otoño y que visitó Mataró castigado físicamente y con problemas para entrenar por la falta de efectivos.

En esta ocasión, casi sin contar con ocasiones de peligro, logró adelantarse desde el punto de penalti por un golpe de Jordi Pérez a Fabri Ciocale en el área. César Carballeira se encargó de colar la bola ajustada al palo derecho de la meta de Sergi Grané. 1-0. El conjunto catalán intentó responder con un par de disparos bajo la firma de Xavi Burguillos, pero no tuvieron el suficiente veneno como para superar a Martí Serra. Al contrario, el Liceo sí hizo gala de su versión más ofensiva en busca del segundo tanto de la mañana. Ni Dava Torres, ni Sito Ricart, ni Fabri Ciocale lograron superar a Grané. Sí lo hizo, por segunda vez, César Carballeira, que recibió la bola delante del portero y, encimado, consiguió anotar el 2-0.

El Liceo quería más, mucho más. Y lo buscó por todos los medios posibles. También por medio de los hombres de la rotación. Tomás Pereira, Guido Pellizzari y Fran Torres quisieron su cuota de disparos en busca del premio del gol. Mientras, el Mataró, sin apenas mordiente ofensiva, consiguió inquietar a Martí con un par de tiros al palo y una gran llegada de Lluc Vilà que obligó a intervenir al meta colegial. Pero los premios de la mañana solo parecían llegar a favor del Liceo. Tombita llegó a introducir la bola en la portería rival a escasos segundos del final del primer acto, pero los árbitros invalidaron el tanto aludiendo que tocó la bola con la mano antes de rematarla con el stick.

Los verdes regresaron del vestuario con la misma ambición que finalizaron el primer tiempo: obrar el tercer gol. Esa responsabilidad se la tomó como personal Fabri Ciocale. El argentino dispuso de dos mano a mano consecutivos ante el guardameta del Mataró, pero no consiguió convertir ninguno. También le costó a Pablo Cancela. El coruñés erró una primera ocasión ante la meta visitante, pero fruto de su insistencia consiguió sentenciar el partido. Primero, provocó un penalti cuando se encontraba delante del portero. César Carballeira se encargó de anotar la bola parada y redondear su triplete particular. 3-0

Nada más reanudar el juego, otra vez Pablo Cancela apareció en las inmediaciones de la portería para, con un tiro de espaldas mientras se caía, meter la bola en la portería. Sin embargo, los árbitros no lo dieron por válido ante las quejas vehementes del banquillo colegial y de la grada. El segundo tanto anulado del encuentro encendió la llama en los hombres de verde, que pese a tener el partido encarrilado, no dejaron pasar la oportunidad de cerrar una nueva goleada. El que más lo intentó fue, de nuevo, Pablo Cancela. El coruñés encontró al fin el premio a su trabajo ofensivo gracias a un pase de Guido Pellizzari, que le habilitó justo delante de Grané para que, con solo poner el stick, lograse introducir la bola en la portería. 4-0. El tiempo restante fue un tranquilo premio para un Liceo que ya confirma su mejoría.