Fútbol sala

El verde de la suerte de Gonzalo Santa Cruz

El coruñés, formado en el Liceo y el 5 Coruña, debuta como profesional en el Betis

El coruñés Gonzalo Santa Cruz, con el Betis.

El coruñés Gonzalo Santa Cruz, con el Betis. / LOC

Empezó de verdiblanco, cuando se apuntó a futbito en el patio del colegio Liceo la Paz. Y el pasado fin de semana debutó como profesional también de verdiblanco en las filas del Betis. El coruñés Gonzalo Santa Cruz, que también pasó por la cantera del 5 Coruña, cumplió uno de sus sueños al jugar sus primeros minutos en la máxima categoría del fútbol sala nacional y, además, participar en uno de los goles de su equipo. Pero este es solo el principio. Con tan solo 19 años, este pívot zurdo ya está a caballo entre el filial y la primera plantilla del conjunto sevillano y espera ganarse la confianza del entrenar e ir sumando más experiencias. La Copa, en la que los béticos jugarán la final a cuatro, se presenta incluso como una ocasión para levantar un título.

“Llevaba varias semanas entrando en las convocatorias”, explica Gonzalo Santa Cruz sobre su debut. “Me esperaba que en alguna ocasión me acabase metiendo”, recuerda el coruñés, que le quita mérito a su participación en el gol. “Estuve presente”, se ríe, “es una de esas jugadas en las que no se ve lo que haces, pero lo haces, así que fue una buena manera de debutar”.

El coruñés Gonzalo Santa Cruz, con el Betis. |  // LA OPINIÓN

El coruñés Gonzalo Santa Cruz, con el Betis. / LOC

Esta es su segunda temporada en el Betis. Llegó allí el año pasado después de despuntar en el Campeonato de España juvenil que disputó con el 5 Coruña. Allí fue autor de dos goles frente al Barcelona y acaparó las miradas de muchos ojeadores. Ese mismo verano recibió la llamada desde Sevilla. Y no se lo pensó mucho: “La verdad es que me daba mucha pena abandonar mi casa, pero era una oportunidad que no la podía dejar pasar”. Tenía 18 años recién cumplidos y se iba de casa a luchar por un sueño.

No fue fácil. Sobre todo al principio. “Echas de menos todo: tu casa, tus amigos, tu familia...”, reconoce. “Pero tengo que decir que me recibieron muy bien en el Betis, que tengo unos buenos compañeros de piso y que también hay un buen grupo en el equipo”, añade. El primer año solo jugó con el filial. Este mantiene ficha del B, pero ya entrena siempre con el primer equipo y se da cuenta cómo día a día se va ganando la confianza de su entrenador. “Noto que soy un jugador que le gusta”, dice, así que el objetivo es seguir poco a poco trabajando e “intentar jugar más minutos”.

Su carta de presentación son sus características casi únicas. Y es que si la posición de pívot es ya una de las más decisivas en los sistemas de juego en fútbol sala, él añade su condición de zurdo. “Hay muy pocos jugadores con esa posición específica. Y menos que sean zurdos. Si se te da bien y tienes cualidades, somos clave en este deporte. Y yo tengo esa suerte de ser como una especie rara”, comenta.

Condiciones sí, pero trabajo también. No le ha faltado desde su niñez en el Liceo. “Juego desde que tengo uso de razón”, echa la vista atrás. Tampoco a su paso por el 5 Coruña, que fue su escaparate. Cada vez con objetivos más altos. Hasta llegar a profesional. ¿Y ahora? “Me gustaría estar muchos años jugando a esto... y ganar todos los títulos posibles”. Y, de momento, el primer paso ya está dado.

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