Baloncesto - LEB Oro

84-74 | El Leyma no es indestructible

Sin Huskic y Lundqvist, con Barrueta apagado, y cargado de faltas, dio la sensación de que podía con todo, pero no fue así

Le enterró un parcial de 13-0

Peligra la ACB

Pie de foto de Faro Vigo de 2 líneas máximo pie de foto de Faro Vigo de 2 líneas máximo. |  // FDV

Pie de foto de Faro Vigo de 2 líneas máximo pie de foto de Faro Vigo de 2 líneas máximo. | // FDV / Carlos Miranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Era como si a cada paso le fuese amputada una extremidad. Primero se quedó sin Huskic y Lundqvist, el jugador franquicia y el más en forma. Después vio que tampoco era el día de Barrueta y de Jakovics. Negados. Y, por último, las faltas le condenaron, y Aris y un superlativo Galán (17 puntos) acabaron fuera del partido antes de tiempo. Un Leyma diezmado y condicionado hasta el extremo mostró su versión más competitiva y coral, se revolvió y quiso sufrir y pelear durante gran parte del encuentro ante HLA Alicante, pero acabó sucumbiendo 84-74. Doloroso. Entrega, de esta manera, su vida extra por el ascenso a ACB. Todo depende del resto de resultados del fin de semana, pero ya va sin red y aquí nadie perdona nada. Tres partidos.

Más que piedras al Leyma se le aparecieron desde el inicio varios árboles en el camino. Huskic estaba en Serbia tras haber viajado para conocer a su hijo recién nacido y Lundqvist también era baja, al menos Diagne podía saltar a pista, aunque fuese con un vendaje. Los primeros minutos no fueron nada cómodos para los naranjas. El quinteto era de circunstancias, las bajas y el ambiente pesaban. Alicante apretaba y estaba suelto en el lanzamiento, quería intimidar, irse. Se puso 7-3 y amenazaba. Pronto se rehizo el equipo naranja y mostró una enorme versión coral. No tenía tanto acierto exterior, pero machacaba a su rival en el resto de facetas. Casi no fallaba un tiro. Parcial de 0-8 para ponerse 7-11. Se fue al 11-18 y cerró el cuarto 15-21. Una gran demostración de lo que es un verdadero equipo.

Una canasta fácil y un triple de Barrueta dieron el 16-25, máxima ventaja. A partir de ahí llegó un apagón naranja. Poco a poco Alicante fue creciendo apoyándose en Davison, Harris y Kostadinov. Se acercó a 21-25. Ya era otro partido, había intercambio, igualdad. Empezaron a volar y a llegar los triples. En los dos bandos. En ese sentido, al Leyma le dieron mucho aire cinco puntos seguidos de un jugador con un rol secundario y que en ocasiones se ha quedado sin jugar partidos, como Pablo Hernández. Al descanso, se quedó en un 33-35 que dejaba todo en el aire. Tanteador bajo, muchos fallos y escaso acierto. Salvo Álex Hernández, todos los jugadores del Leyma habían anotado.

Que el Leyma saliese vivo del tercer cuarto y que incluso lo ganase es directamente un milagro. Antes del último, su porcentaje de triples era 4 de 19. Huskic y Lundqvist no estaban y Barrueta, desaparecido. Demasiado. Alicante olió la sangre y le hizo un 10-0 que colocó el marcador en un preocupante 45-39. Kostadinov le estaba destrozando. No le entraba nada a los naranjas. Ni los tiros libres.

Justo en ese momento y con ese parcial, una falta en el rebote a Galán desquició a Antonio Pérez Caínzos, quien con una doble técnica se fue del partido. La grada se incendiaba, al Leyma le caían más tiros libres que seguía fallando, aunque alguno acertaba. En esos momentos de incertidumbre y oscuridad, fueron capitales dos canastas seguidas de Álex Hernández, otro con rol secundario, y un soberbio final de cuarto de Alejandro Galán. El ex de los alicantinos se puso a anotar, que no es su cometido inicial, y dejó el tanteador un esperanzador 52-55. 12 puntos ya del pívot naranja. Llovía menos.

Haberse visto al borde de la claudicación le dio una enorme vida al Leyma. Hizo un 2-6 de salida en el último, se fue hasta el +7 con el 54-61. Alicante se había desactivado y el Leyma ardía. Un 7-0 lo equilibró todo y los naranjas pronto empezaron a pagar un banquillo corto y lo cargado que iba de faltas. Aris y Galán, eliminados. Tocado y hundido. Dos triples de Font y Mc Donnell mantuvieron la llama, aunque los elementos le estaban consumiendo. 68-72. Un parcial de 13-0 enterró al Leyma y el partido acabó deambulando hasta el 84-74 final con Harris, Gudmudson y Kostadinov masacrando a los naranjas. No era el día.