Rugby - Liga Iberdrola

La derrota más cruel

El CRAT cede la final ante el Majadahonda por un punto en el último minuto

Las jugadoras del CRAT, con las medallas y el trofeo de subcampeonas de la Liga Iberdrola, ayer en Majadahonda. |  // DIEGO DOLAN

Las jugadoras del CRAT, con las medallas y el trofeo de subcampeonas de la Liga Iberdrola, ayer en Majadahonda. | // DIEGO DOLAN / María Varela

Ensayo de Iciar Castro, en la final contra el Majadahonda. |  // DIEGO DOLAN

Ensayo de Iciar Castro, en la final contra el Majadahonda. | // DIEGO DOLAN / María Varela

El deporte puede ser maravilloso y cuando sonríe, elevar a la alegría más extrema. Pero también puede ser cruel. Y no es posible describir de otra manera lo que le tocó vivir ayer al CRAT en la final de la Liga Iberdrola que le enfrentó al Majadahonda, con una derrota por un punto y en el último minuto. Pero es que además pasó de la euforia al llanto en apenas cinco minutos. Porque el equipo coruñés había anotado el ensayo que le ponía por delante en el marcador, después de ir toda la final a remolque, solo cuatro minutos antes (10-12). Cuando ya parecía que acariciaba el título, solo tenía que aguantar la posesión, un puntapié de castigo ejecutado por Cristina López le dejó con la miel en los labios. Ya solo hubo tiempo para sacar de centro y poco más. Llegó el final del encuentro. Las madrileñas celebraron con su público. Las coruñesas lloraban sobre el campo por lo cerca que lo habían tenido. Las dos caras de una misma moneda que es el deporte y sin las que no sería tan emocionante. El CRAT perdió la final. La segunda del año. Y las dos ante el mismo rival. Pero nadie les podrá quitar a las jugadoras el camino que les ha llevado hasta aquí ni el trabajo con el que han devuelto al club al lugar que se merece en la elite nacional.

El conjunto dirigido por Pablo Artime y Pablo Chorny, de hecho, buscaba el tercer título en su historia (2015 y 2019). Tres ya eran los que tenía el Majadahonda, incluido el del año pasado. Este curso las madrileñas ya habían ganado la Supercopa, la Copa Ibérica y la Copa RFER, esta última frente al CRAT, que esta vez se quedó todavía más cerca de acabar con la hegemonía de las de la capital. Y eso que no podían contar con su líder, la venezolana Mariana Romero, lesionada de larga duración. Y eso también que el encuentro empezó claramente en su contra, con un 10-0 de salida. Ya sabían lo peligrosas que eran las rivales en el juego de pie. Lo demostró Cristina López con el tiro a palos con el que abrió el marcador (3-0). Repetiría poco después al transformar el ensayo de su compañera María Marín.

Nada pudo con la inquebrantable fe de las de Arquitectura, que siempre creyeron en sus posibilidades. Siguieron insistiendo hasta que al filo del descanso anotaron siete puntos gracias a un ensayo de castigado forzado por una potente maul que empujaron con todas sus fuerzas. Así, se marcharon a vestuarios con un 10-7 que dejaba todo abierto para la segunda parte. El CRAT dominaba las fases estáticas, pero las defensas se imponían a los ataques, que se quedaban a las puertas de pasar la línea de marca. Con un juego trabado, ninguno de los dos equipos conseguía mover el marcador. Hasta que el CRAT, que venía de defenderse, percutió una jugada por la banda en la que encontró a Ichi, que posó el oval y ensayó. Ana Iglesias tuvo la opción de transformar, pero el chut era demasiado lejano y esquinado. Se le quedó corto y no subieron los dos puntos extra al marcador (10-12). Aun así, quedaban cuatro minutos y solo hacía falta resistir. Cuando las coruñesas acariciaban el cielo, la señalización de un golpe de castigo, centrado, a una distancia ideal, les despertó del sueño. Cristina López, con sangre fría, acertó con su parada para que el Majadahonda se proclamase campeón.

“Tuvimos mala suerte y nos faltó experiencia”

“Nos faltó experiencia de jugar este tipo de partidos y tuvimos un poco de mala suerte en la última jugada, de que ellas tuvieran el golpe de castigo en una zona de tirar a palos y lo convirtieran”, resume Pablo Artime, entrenador del CRAT sobre una final “muy igualada, con los dos equipos luchando literalmente hasta el último minuto”. “Conseguimos marcar al final y, aun así, no fue suficiente. Ha sido muy buen partido de los dos equipos”, añadió. El técnico se quejó también de la mala suerte en forma de lesiones en este final de curso. “Se sintió en el juego, que no fue tan brillante y dinámico como otras veces”, analizó y dio la enhorabuena al Majadahonda, “digno campeón”. “Nosotros, a seguir luchando, primero en el seven y después a ir preparando la próxima campaña”, concluyó.

“Los nervios nos jugaron una mala pasada”

Pablo Chorny, entrenador del CRAT, valoró que su equipo no hizo un buen partido en la final de la Liga contra el Majadahonda. “Lo nervios nos jugaron una mala pasada y no pudimos darle la consistencia de otros partidos, perdiendo varios balones”, dijo. Pese a ello, las coruñesas pudieron ser campeonas. “Nos quedamos a las puertas de poder ganarlo. Cuando jugamos demostramos que somos un equipo peligroso, que tiene ganas y que está creciendo”, comentó. “Estoy contento con el trabajo de las chicas, es una muy buena temporada y estoy contento por haber llegado a las dos finales”.

“Los errores marcaron la diferencia”

“Se nos escapó, pero hemos dado todo hasta el último segundo y estamos muy contentas de todo lo que hemos conseguido durante el año”, indicó Miriam Roig, jugadora del CRAT. “Ha sido un partido muy difícil y muy peleado. La mayor parte del tiempo hemos estado con el marcador abajo. Supimos revertir esta situación pero es verdad que los errores marcan la diferencia en este tipo de partidos y nosotros tuvimos alguno más y lo supieron aprovechar muy bien porque son un buen equipo”, apuntó.