Hockey sobre patines

El Palacio, un fortín que renueva la fe

De 48 partidos de ‘play off’ en casa, el Liceo solo ha perdido ocho, siete contra el Barça

César Carballeira disputa la bola con Aleix Esteller, del Noia. |  // IAGO LÓPEZ

César Carballeira disputa la bola con Aleix Esteller, del Noia. | // IAGO LÓPEZ

El Liceo nunca ha remontado un 0-2 en contra en una eliminatoria de play off. Pero tiene motivos para alimentar su fe. Por lo menos en forzar el quinto partido y jugárselo a todo o nada en el Ateneu el próximo martes. La fundamental, el Palacio de los Deportes de Riazor y el calor de su afición. Los verdiblancos son fuertes en casa y han hecho de su pabellón un fortín del que se han escapado pocos puntos en eliminatorias a lo largo de la historia. De 48 partidos disputados, solo perdió ocho, siete contra el mismo rival: el Barça. El otro, contra el Reus. Dos de esas derrotas fueron en la tanda de penaltis. Otras tres por la mínima. Por el contrario, son 40 las victorias frente al público coruñés, al que una vez más apela el conjunto dirige por Juan Copa para intentar alcanzar la final.

El último partido que perdió el Liceo en casa en play off es reciente, porque fue el tercero de la final de la temporada pasada contra el Barça, un 3-6 que le dio el título a los azulgrana, que ya habían ganado los dos disputados en la Ciudad Condal. Esta vez el Palacio no le sirvió al Liceo para prolongar la eliminatoria. Esta es también la única derrota verdiblanca desde que hace tres cursos se reinstauró el play off. En el primero de ellos, ganó al Alcoi en cuartos de final tanto el encuentro de casa como el de fuera; después en semifinales se impuso al Noia en los dos primeros duelos, perdió los dos disputados en Sant Sadurní y volvió a ganar en el Palacio en el quinto para clasificarse para la final, contra el Reus, en donde nuevo el factor cancha fue decisivo porque venció los dos primeros choques y cerró el título en la pista de sus rivales.

El año pasado las eliminatorias también discurrieron por la vía rápida. El equipo coruñés ganó en su feudo al Igualada para adelantarse en cuartos de final y logró el triunfo igualmente en los dos partidos como local de las semifinales que le enfrentaron al Calafell. El Barça cortó esta racha confirmándose como la bestia negra del Liceo, por lo menos en cuanto al play off se refiere, porque de las ocho derrotas como local, siete tuvieron como protagonistas a los culés. La última el curso pasado. Las anteriores fueron en la temporada 2008-09, también en el tercer partido de la final que terminó con un 5-6 favorable a los azulgrana; en la 2004-05 sus caminos se cruzaron en cuartos de final y de nuevo el Barça se impuso por la mínima (4-5) para certificar la eliminación verdiblanca; en las semifinales de la 2003-04, con un contundente 2-6 en contra; y de la 2001-02 con otro marcador claro como un 2-5; en la final de la 1995-96, cuando el Liceo podía cerrar el título en casa, pero empató 2-2 y perdió 0-1 en la tanda de penaltis; y por último en la temporada 1993-94, cuando un 1-2 dejó fuera de la final a los verdiblancos. La otra derrota en el Palacio del Liceo fue también en los penaltis, en las semifinales de la temporada 2007-08, frente al Reus (3-3 tras el tiempo reglamentario).

Ocho lunares en una trayectoria que roza el medio centenar de encuentros en el Palacio en el play off. Un total de 48 con 40 triunfos. Y mañana, a partir de las 20.30 horas, intentará aumentar tanto su propia leyenda como la de su casa. Necesita el calor de su afición para creer que es posible la remontada tras una temporada complicada en la que, tras una primera vuelta que le dejó fuera de la Copa del Rey, se rehizo para no solo confirmar su presencia en el play off sino para hacerlo como cabeza de serie. Pero no le dio para alcanzar la segunda posición del Noia, que resistió el ataque del Liceo, que finalmente acabó tercero. Y eso le dejó sin el factor cancha a favor. Intentó recuperarlo en los dos primeros partidos de las semifinales, en el Ateneu, pero ambos se le escaparon en los pequeños detalles y el milagro tiene que empezar en el Palacio.