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4-1 | El sueño del Liceo en Noia solo duró 18 minutos

El Liceo se queda sin final tras perder el quinto partido en Noia

Marcó primero, pero le faltaron fuerzas para completar la remontada y dice adiós a la temporada

Gol del Noia en uno de los partidos de semifinales en el Palacio.

Gol del Noia en uno de los partidos de semifinales en el Palacio. / Carlos Pardellas

Fin a la temporada del Liceo. No hubo remontada. No habrá final. Soñó con ella durante 18 minutos, los que fue por delante en el marcador tras el gol de David Torres. Pero le faltó gasolina, ese plus de energía que le hubiese dado jugar el quinto partido en el Palacio. El factor cancha se dejó notar. El Noia igualó al final de la primera parte y se puso por delante en el inicio de la segunda. Y ya no hubo quien le frenara. Ya había pasado en la temporada regular. El Liceo acabó la primera vuelta a un mundo de sus rivales. Se recuperó, parecía que iba a llegar a la segunda plaza, pero finalmente el Noia la defendió. Y en el play off lo mismo. Volvió del más allá que supuso el 0-2 en contra. Rozando la epopeya. Pero sin fuerza en los metros finales. Premio para los de Sant Sadurní, que jugarán por el título contra el Barça.

El Noia dominó el partido. El “Nos han marcado un gol y no estaban haciendo nada” que se le escuchó a César Carballeira en uno de los tiempos muertos fue demasiado optimista. Porque el Noia empató en el minuto 18, pero podía haber marcado antes y pudo hacerlo después porque fue el que llevó el timón del juego. Si no lo hizo fue porque Martí Serra puso guardas, guantes, casco y todo lo que podía. El portero liceísta fue el gran protagonista de los primeros 25 minutos. Ya desde el inicio. Se sucedían las ocasiones locales. La primera, de Esteller, se fue al palo. Después Serra paró con el casco un potente disparo de Salvadó. Pasaban los cinco primeros minutos sin que el Liceo pudiera hacer daño. Los tiros lejanos de Torres y Carballeira eran bloqueados antes de que pudieran llegar a meta. El Noia lo seguía intentando y los verdiblancos esperando su momento. Y este llegó cuando los de Sant Sadurní perdieron una bola en el centro de la pista que cazó David Torres y solo delante del portero, resolvió con maestría levantándola y picándola. A partir de ese momento la estrategia fue clara. No arriesgar absolutamente nada más de lo necesario. Entró también en modo ahorro de energía. No desgastar. El que tenía que emplearse era Serra. El Noia se estrellaba contra él. Pero tanto lo intentó que se veía que en algún momento tenía que entrar. Aunque fuera de rebote y entrando llorando. Xavi Costa empataba antes de un descanso que le hacía falta al Liceo.

No cambió el planteamiento coruñés por más que la amenaza del Noia subiera de nivel. Costa volvió a rozar el gol. Él mismo lo celebró pero los árbitros consideraron que no había traspasado la línea de gol. Sí lo hizo, aunque protestaran lo contrario, la bola de Jordi Bargalló. Dos goles, dos de la misma manera. Pero este servía para que los catalanes tomaran la delantera. Y todo cambió. Al Liceo ya no le valía la táctica conservadora y tenía que dejarse el último hasta el último aliento en los 35 minutos que faltaban. Con los verdiblancos más abiertos, llegó el tercero (Morales) y el cuarto (Salvadó). Al conjunto verdiblanco le falló el último cambio. Ni se jugaron los últimos treinta segundos. Honores para el ganador. Pero también para el vencido. Temporada dura. De mucho aprendizaje. Para hacer callo. Y volver con más fuerza si cabe.