Fernando Vázquez se despidió esta mañana como técnico del Deportivo en una comparecencia dirigida a los aficionados y en la que denunció la situación que ha vivido dentro del club en los últimos meses. El ex entrenador blanquiazul agradeció el apoyo recibido por parte del deportivismo -"volví por ellos", dijo- y lamentó los episodios que tuvo que lamentar desde el último tramo de la temporada pasada, aunque se negó a dar detalles. "El mayor obstáculo que encontré, quizá ya desde los últimos momentos de la temporada pasada, no estaba fuera, estaba dentro del club", manifestó. "Ocurrieron cosas súper graves que saben el club y la propiedad. Solo espero que tanto el presidente como Abanca peleen para que la unidad vuelva y conseguir las cosas a las que todos aspiramos", añadió.

Vázquez dirigió sus críticas hacia la cúpula directiva del club, aunque se negó a dar detalles y a identificar a los responsables de esas actuaciones. Cuestionado sobre si se trataba del director deportivo, Richard Barral, el extécnico deportivista afirmó que les une "una buena relación" y no quiso profundizar más en una denuncias que protagonizaron su despedida.

Fernando Vázquez, destituido el lunes después de dos tropiezos consecutivos, lamentó que esas derrotas ante Celta y Zamora no estuvieron realmente detrás de su despido. La realidad, dijo, es que notaba que no tenía un respaldo total desde el club. "Esta crisis, o minicrisis, no es por perder dos partidos, la desconfianza era anterior. Si hubiera confianza, no habría motivos para el cese. La situación viene arrastrada, esto fue la justificación", reflexionó.

Vázquez aseguró que mantenía la "pasión" en su trabajo, pero reconoció que esos recelos que percibía le afectaban. "Desde pretemporada notaba cierta desconfianza. Además te lo hacían notar. Eso no es presión, es algo diferente. En tu situación mental algo te afecta. Es muy duro eso, es la sensación más dura que pueda sentir un entrenador", destacó.