El Deportivo, desde la llegada del nuevo consejo de administración, lleva un tiempo removiendo los cimientos de su parcela deportiva para caminar hacia la profesionalización y para volver cuanto antes al fútbol profesional y, de momento, no se encuentra en su nueva estructura, aún por cerrar, la figura del director deportivo, una posición directiva estratégica e ineludible en todos los equipos con éxito en la categoría el pasado ejercicio.

La salida de Richard Barral, tras el profundo desequilibrio en la balanza de gastos y objetivos conseguidos, ha elevado en el organigrama a Carlos Rosende, recientemente nombrado secretario técnico tras la salida de Alfonso Serrano y quien ha llevado el peso, junto a David Villasuso, en la elección del nuevo entrenador.

En todos los clubes profesionales o de enjundia en la categoría, la piedra angular y el que es contratado primero, si hay un descabezamiento de esta parcela, es el director deportivo, que es el encargado posteriormente de tomar decisiones llave como la búsqueda o designación del inquilino del banquillo o la propia planificación. El Dépor ha invertido el proceso y, a finales de mayo y tras casi cinco meses del nuevo consejo, no está claro que sea una vacante que se vaya a cubrir.

El Deportivo escoge, de momento, un modelo que no encuentra igual entre los equipos más potentes de la categoría en el curso que acaba de terminar y mucho menos en el fútbol profesional, adonde aspira regresar cuanto antes. Más allá de los cinco filiales implicados en la fase final (Athletic, Real, Barcelona, Celta y Madrid), los otros once equipos contaban todos con un director deportivo, a la cabeza del proyecto. Desde modestos y ascendidos como el Amorebieta con Asier Goiria a trasatlánticos que llegaron a puerto como el Burgos de Michu o el Ibiza de Fernando Soriano, el porcentaje es del 100%. Hay algunos mediáticos como Javier Casquero (Sanse) o que ya han cambiado de equipo como Daniel Alejo, que ha dejado el Algeciras y ha fichado por el Córdoba. Jaume Nogués (Andorra), César Villafañe (Zamora), David Vizcaíno (Badajoz), Eduardo Arévalo (Calahorra), Miguel Linares (Linares) y Pedro Reverte (UCAM Murcia) completan la nómina. Algunos ha sido renovados y otros tienen un futuro incierto.

Más ejemplos cercanos

La apuesta por contratar y colocar en un lugar central del proyecto a un director deportivo no es única y exclusiva de los equipos de la zona alta de Segunda B, que ahora pasará a convertirse en Primera Federación. En el propio grupo que afrontó el equipo coruñés en los pasados meses hay más hombres referentes que se encargaron de esa labor en el Racing de Ferrol (Carlos Mouriz), el Unionistas (Diego Hernánsanz) o el Cultural Leonesa (Ricard Pozo). El Dépor ha decidido, de momento, emprender otro camino.

El departamento de tecnología analítica y deportiva, creado

A la espera de una decisión sobre el director deportivo, el Dépor sí ha dado pasos para crear un departamento de big data. Nacho Lourido, ex entrenador del Cadete A, se convirtió hace algo más de dos semanas en director del nuevo departamento de tecnología analítica y deportiva. Unas labores en las que ya “colaboraba de manera externa con el club, al que ahora se incorpora para desarrollar e implementar el nuevo departamento”, según contó la entidad. “Técnico superior en aplicaciones informáticas y experto en big data aplicado al modelo de juego, análisis y entrenamiento en fútbol”, dotará con esta nueva área “al staff técnico del fútbol profesional de información analítica y predictiva para la toma de decisiones.