El Fabril arrancó ayer la pretemporada en la Ciudad Deportiva de Abegondo a las órdenes de su nuevo entrenador, Óscar Gilsanz, el técnico que recientemente se proclamó campeón de España con los juveniles y que sustituye en el cargo a Juan Carlos Valerón. Con un objetivo de rendimiento más que de competición, un filial tiene que “acercar a los jugadores al primer equipo”, señaló el entrenador, que añadió que para eso se necesita que “los jugadores crezca individual y colectivamente”.

Gilsanz recordó que su llegada al Fabril se produjo de forma muy rápida. “La salida de Valerón nos pilló por sorpresa y en un par de días se me presentó este nuevo reto por delante. En cuestión de 48 horas cambió todo”, comentó ayer en rueda de prensa y negó que piense en lo que se pierde con los juveniles: “La UEFA Youth League es interesante, pero no hay que mirar atrás. El proyecto del filial es interesante y estoy deseando empezar”.

Trabajar en el filial significa acercar a jugadores al nivel del primer equipo “para que den el salto cuando las necesidades lo requieran o ellos se lo merezcan” aunque también reconoció que en Tercera RFEF el Fabril tiene que estar lo más arriba posible. Tendrá a su cargo a juveniles, que ya están demostrando en pretemporada “que la cantera tiene su sitio”. Pero sigue advirtiendo de que no hay que correr: “A partir de ahora los tiempos son importantes. Cada uno tiene los suyos. Hay que tratarlos de forma individual y que cada uno haga su camino”.