La Opinión de A Coruña

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La Federación modifica el protocolo y elimina los aplazamientos por COVID

Los contactos estrechos ya no se tendrán en cuenta dentro de las plantillas - Los partidos se jugarán siempre que haya 7 jugadores disponibles - Casos como el del Racing de Santander quedan descartados

William y Miku se encaran con los jugadores del Racing de Santander en el partido contra el equipo cántabro en Riazor. | // VÍCTOR ECHAVE

La Federación (RFEF) ha aprobado un nuevo protocolo COVID para la Primera RFEF que reduce al máximo la posibilidad de que se aplacen partidos en el tramo decisivo de la temporada. A falta de nueve jornadas para el desenlace de la competición, y con el Deportivo descabalgado casi de manera definitiva del ascenso directo, ya no se existirá la consideración de “contactos estrechos” dentro de las plantillas en cuanto se produzca un contagio y los aplazamientos no se tendrán en cuenta si los equipos disponen de los jugadores mínimos que establece el reglamento de la competición (siete).

La nueva normativa, aprobada mediante una circular con fecha del pasado día 29, llega a falta de dos meses para el final del campeonato y como respuesta a “la evolución sanitaria” de la pandemia. Bajo estos criterios, la mayoría de las suspensiones que se han producido hasta ahora no recibirían el visto bueno del juez de competición, especialmente el correspondiente al partido entre el Deportivo y el Racing de Santander que se debía disputar a finales de enero y que se pospuso con solo dos positivos en las filas cántabras.

Aquel aplazamiento por un brote fantasma de contagios marcó el inicio del hundimiento deportivista y expuso las carencias de una competición que no ha dejado de acumular reveses en su temporada de estreno como sustituta de la antigua Segunda División B. A las dificultades económicas de Badajoz y Extremadura, que desembocaron en la desaparición del segundo, se sumaron los problemas de las plataformas televisivas que debían emitir la competición y la falta de un protocolo común para aplicar en caso de que aparecieran contagios en los equipos.

Eso derivó en el aplazamiento constante de partidos en los dos grupos del campeonato. En algunos casos se trató de brotes masivos dentro de las plantillas, con diez y más positivos, pero fueron los menos. La mayoría de suspensiones fueron por cuatro casos de media, hasta que llegó el Deportivo-Racing de Santander. El conjunto cántabro no viajó hasta A Coruña tras detectar dos contagios en sus filas —dos jugadores importantes en los planes de su entrenador— y bajo un supuesto principio de prudencia.

El brote no fue tal, pero las lagunas de la competición quedarían todavía más expuestas con una cuarentena impuesta al Racing por parte del juez de competición sin las atribuciones necesarias para ello.

La Federación trata ahora de enmendar la situación para garantizar que la competición se finalice sin sobresaltos y con el calendario previsto. También para evitar la tentación de la picaresca en el tramo decisivo del campeonato y en un contexto en el que se relajan las restricciones sanitarias de la pandemia.

Tests de antígenos cada 15 días en las plantillas y una normativa “más reforzada y concreta”

La Federación confía en que el tramo decisivo de la competición se desarrolle sin contratiempos y para ello ha aprobado un protocolo “más reforzado y concreto”. Los tests de antígenos pasan a ser cada 15 días, aunque la RFEF puntualiza que la periodicidad se podría modificar en función de la evolución de la pandemia en las siguientes semanas. Lo más importante, sin embargo, es que se elimina la “consideración de contactos estrechos en el ámbito de un equipo de fútbol”. Ya no se darán así casos como el del Racing de Santander antes de visitar A Coruña a finales de enero para enfrentarse al Deportivo. La Federación, no obstante, mantiene la previsión de que pueda existir un brote en alguno de los clubes que forman parte de la Primera RFEF. La posible aparición de un contagio masivo deberá ser comunicado a la Federación o al CSD “en el plazo de 24 horas desde el conocimiento de los casos”. Los aplazamientos quedan así prácticamente descartados porque se deberá jugar siempre y cuando los equipos cuenten al menos con siete futbolistas de la plantilla tal y como establece el reglamento de la competición. Los partidos suspendidos, sin embargo, han comenzado a ser cada vez menos a medida que la incidencia de la pandemia de COVID se ha reducido. La Federación también mantiene la obligación de comunicar a las autoridades cualquier positivo que se detecte en el “desarrollo de los entrenamientos o durante el calendario de competición”, de acuerdo al nuevo protocolo. Los clubes deberán informar del contagio a los organismos sanitarios, a la propia Federación y a la “entidad local competente”.

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