Órdago de la Federación a los clubes para aprobar su modelo de Primera RFEF

Los 40 equipos tienen hasta el jueves para votar una propuesta sujeta a introducir un control económico. En caso contrario, el organismo podría modificar la categoría

Pablo Martínez intenta un remate por encima de varios defensas del Racing de Ferrol.

Pablo Martínez intenta un remate por encima de varios defensas del Racing de Ferrol. / Carlos Pardellas

Marcos Otero

Marcos Otero

La Federación ha convocado a los 40 clubes que forman parten de la Primera RFEF, entre ellos el Deportivo, para que aprueben el modelo de competición formulado por el organismo que preside Luis Rubiales. En una carta remitida ayer a los equipos, condiciona la continuidad de la categoría a la aprobación de un control económico que permita la sostenibilidad de una competición sin apenas ingresos y en la que la mayoría de los clubes arrojan pérdidas millonarias. En caso de que la propuesta federativa no prospere, la RFEF advierte de que adoptará “aquellas decisiones sobre la configuración de las competiciones oficiales de ámbito estatal no profesionales que se consideren más beneficiosas para el conjunto del fútbol español”, según el documento que trasladó a todos los clubes. En ese sentido, sobrevuela la amenaza poco probable de regresar al antiguo modelo de Segunda División B.

El órdago de la Federación expira el jueves —otorgó un plazo de 48 horas desde el envío de la carta— y lo más probable es que salga adelante dado que tan solo exige una mayoría simple para su aprobación. En una primera consulta a mediados del mes de enero, en la que la RFEF planteó dos modelos de competición, el requisito era que existiera unanimidad, pero la división existente entre los clubes de la categoría ha provocado que rebaje sus exigencias.

Esta nueva propuesta de la Federación llega también después de que un nutrido grupo de equipos trasladaran a través de una reclamación conjunta su preocupación por los problemas que atraviesa la Primera RFEF desde su creación hace dos temporadas. Un total de 18 de ellos (Amorebieta, Balompédica Linense, Eldense, Unionistas, Cornellá, San Fernando, Real Unión, Nàstic, Intercity, La Nucía, Linares, SD Logroñés, Rayo Majadahonda, Mérida, Numancia, Osasuna B, Sanse y Talavera) se mostraron partidarios de introducir un control económico, pero insistieron en su oposición al control que pretende ejercer la Federación sobre la categoría en términos de comercialización y gestión.

El consejo de administración del Deportivo estudiará la propuesta y participará en la reunión telemática convocada por la Federación para trasladar su punto de vista.

El punto principal de la propuesta de la RFEF es la implantación de un control económico en la categoría, reclamado por varios conjuntos para paliar los problemas financieros que afectan a buena parte de ellos. “La RFEF constata que un número importante de clubes exponen de manera reiterada que esta categoría es insostenible económicamente. Esto lleva a la necesaria e ineludible reflexión sobre qué sentido tendría mantener una categoría en la que los propios clubes que participan en ella manifiestan que es insostenible. No obstante, también debemos reflexionar sobre el origen de dicha no sostenibilidad económica y sobre cuáles son las razones por las que unos clubes, después de dos años, siguen gastando mucho más de lo que ingresan”, argumenta.

Sin embargo, el plan de la Federación también lleva implícito el control de la categoría, la pérdida de autonomía de los clubes y la limitación de la capacidad para asociarse. Varios de ellos se han mostrado contrarios a la propuesta y han exigido que la RFEF detalle más sus planteamientos antes de votar un modelo de competición que implicaría ceder parte de sus competencias. Los clubes le reprochan al organismo de Rubiales que las previsiones de ingresos por derechos de televisión, por ejemplo, no se hayan cumplido y que limite la posibilidad de participar en la negociación.

La Federación, sin embargo, entiende que “resulta imprescindible la aprobación de una reglamentación específica de control económico de los clubes participantes en la competición” y exigirá las cuentas auditadas de los clubes en las dos temporadas anteriores, además de herramientas para asegurar el pago de los salarios a los jugadores y sistemas de control de deuda.

La RFEF sugiere además que se introduzcan “mecanismos de límites salariales”, aunque no los concreta. Cita el modelo americano, que se establece de forma colectiva, o el europeo, que funciona de manera individual. También desliza la posibilidad de que se emplee un “impuesto de lujo” para aquellos conjuntos que no sean capaces de reducir su déficit y así beneficiar a los que compiten con las cuentas equilibradas.

Algunos clubes, sin embargo, consideran que las propuestas de la Federación no están lo suficientemente detalladas para votarlas en un plazo de tan solo 48 horas y entienden que se trata de una estrategia para que el organismo mantenga el control sobre una competición que ha estado desde su nacimiento lejos de las expectativas formuladas por la propia RFEF.

Suscríbete para seguir leyendo