Fútbol - Deportivo

Pedro Martelo, el ariete del último club romántico

El exfabrilista sube a la segunda lusa con Os Belenenses, quinto ascenso seguido de una entidad que renunció a la élite para preservar su esencia: “Es único, me recuerda al Dépor”

Pedro Martelo, a la izquierda, sonríe mientras mira de lado hacia el resto de compañeros. |  // CF OS BELENENSES

Pedro Martelo, a la izquierda, sonríe mientras mira de lado hacia el resto de compañeros. | // CF OS BELENENSES / Carlos MIranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Hace cinco años los socios de Os Belenenses, uno de los grandes de Portugal, votaron en asamblea romper con el grupo inversor que tenía la mayoría accionarial de la Sociedad Anónima Deportiva y desligar el club de la empresa-equipo de Primera. La SAD seguía jugando en la élite, pero no tenía nada más. Ni masa social ni categorías inferiores ni estadio ni equipos de otros deportes que eran del nuevo club, que asumió el peaje de refundarse y empezar a jugar de nuevo en la séptima categoría (algo parecido a la Tercera Regional). Hoy Os Belenenses, tras cinco ascensos seguidos y mientras revienta sus gradas, celebra el ascenso a segunda división portuguesa. Uno de sus delanteros es el exdeportivista y exfabrilista, Pedro Martelo.

“Es increíble lo que hemos vivido”, apuntó el delantero de Évora, mientras prepara el partido que decidirá este fin de semana el campeón de la Terceira Liga. “Si quitas a Porto, Benfica o Sporting, es el club más grande de Portugal. Cuando me lo dijeron (que estaba interesado en ficharlo) es que me dio igual la categoría en la que estuviese, en la que fuese a jugar. Es un club muy especial, único”, razona el ariete antes de que la mente se le vaya a un pasado no muy lejano y a A Coruña. “Es muy parecido al Deportivo, me recuerda muchísimo. Hace unos años estaban los dos en lo más alto y ahora, por unas razones u otras, les ha tocado pasar por estas categorías. Nosotros hay muchos fines de semana que, a pesar de estar en la tercera división, entramos en el top tres o top cinco de los estadios con más público en las gradas de todo el fútbol de Portugal”, cuenta ilustrando una situación que ocurre en O Restelo y que reproduce lo que se vive en muchos encuentros del Deportivo en el estadio de Riazor.

Esa defensa a ultranza del balompié popular y esa decisión de respetar por encima de todo sus raíces, a pesar de haber tenido que dar con sus huesos en las catacumbas del balompié luso, le ha hecho ganar simpatías, no solo entre sus aficionados y no solo en el fútbol luso. “Se nota mucho el apoyo de la gente que ni es de Os Belenenses. Muchos están tirando fuerte para que llegue arriba y nos dicen que ojalá podamos recuperar nuestro verdadero lugar en el fútbol portugués”, refrenda quien se siente unido a su actual club porque su bisabuelo Manuel también llevó la cruz de la Orden de Cristo al pecho en la temporada 56-57.

Pendiente del Deportivo

Haber subido al fútbol profesional portugués con Os Belenenses ha absorbido gran parte de su energía y tiempo en los últimos meses, pero Pedro Martelo tiene tiempo para seguir de cerca al Dépor. No puede ver en directo los partidos por la incompatibilidad de horarios y por las dificultades para seguirlos fuera de España, pero no le pierde la pista al equipo coruñés: “Al Deportivo le tengo un enorme cariño. Me acogió en un momento importante de mi vida. Me da un poco de pena a veces no haber jugado un partido oficial con el primer equipo, pero pesa más todo el agradecimiento que le tengo”.

También está atento a la progresión de su excompañero Diego Villares, por el que tiene especial predilección. “Es tan buena gente que le coges cariño. El que lo veía de cerca entonces ya sabía que tenía todo el talento del mundo para llegar adonde él quisiese”, refrenda el exfabrilista quien representa al último club romántico, ese que muchos aficionados anhelarían imitar.

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