Fútbol - Deportivo

Adiós a Álex Bergantiños, el capitán que nunca dejará de serlo

El coruñés se despide de Riazor como jugador: “Me siento superorgulloso”

Un beso al césped de Riazor como despedida frente a su pareja, sus hijos y más de 16.000 personas que le ovacionaron, corearon su nombre y le dedicaron un aplauso de los que no se olvidan. Álex Bergantiños, el eterno capitán del Deportivo, se puso la camiseta blanquiazul sobre la recién estrenada amarilla, en honor a Mauro Silva y Bebeto, para coronar su retirada. “Estoy muy emocionado, como no puede ser de otra manera, porque son muchos años, pero también es un momento de tristeza porque se termina”, reconoció el coruñés tras el partido, “superorgulloso” de haber dado “todo” por este club.

Álex Bergantiños, con sus hijos, recibe un gesto de cariño de Pablo Martínez mientras recorre el pasillo de honor. |  // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA

Álex Bergantiños, con sus hijos, recibe un gesto de cariño de Pablo Martínez mientras recorre el pasillo de honor. | // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA / Ana Carro

Fue en el minuto 21, por las 21 temporadas que ha jugado en el Dépor, cuando sus compañeros hicieron un pasillo en el medio del campo para darle al 4 la despedida que merece. “Fue un momento muy especial. No podía imaginar nada mejor y con los referentes de mi infancia”, aseguró el jugador, a la vez que recordó que “no” le gusta “ser el centro de atención”.

Adiós al capitán que nunca dejará de serlo

Adiós al capitán que nunca dejará de serlo / Ana Carro

Pero le tocó ser el protagonista. Todas las miradas apuntaban hacia él. También los teléfonos móviles de todos aquellos que querían inmortalizar el momento del adiós. O del hasta luego, porque Álex seguirá vinculado al Deportivo como consejero. Desde la grada lo despidieron miles de aficionados, pero también su “familia, amigos y gente de Vilasantar”, como él mismo detalló, que no quisieron perderse este último partido. “Me quedaba frío si mi despedida hubiera sido el partido de Castellón. El club me brindó esta opción de poder despedirme vestido de corto, ante mi gente y en mi estadio”, agradeció.

De nuevo repitió que estaba “orgulloso”. De su trayectoria, por supuesto, de lo que ha conseguido con “esfuerzo”, y también de sus hijos, que se “portaron muy bien” cuando saltaron al césped ayer en el descanso y los vídeomarcadores mostraron muchos de sus momentos como deportivista. “Han sido años muy intensos, de muchas emociones. Lógicamente tenemos esa añoranza de los años buenos, de Primera. Los últimos han sido duros, y más viviéndolo desde dentro, pero uno no puede elegir el contexto en el que se retira”, comentó un emocionado Bergantiños, al que le hubiera gustado que esta retirada fuese “antes y más arriba”. “Todos nos acordamos de Mallorca y de momentos puntuales que han podido cambiar la historia reciente del club”, apuntó el centrocampista, que se va feliz por haberlo “dado todo” y jugado “en todas las categorías del fútbol”. “He llegado a mi máximo”, resumió el jugador, que espera se le recuerde como “una persona de club” y que su historia sirva de espejo para los que vienen por detrás, los canteranos, por lo que “el club va a cambiar su manera de funcionar para abrirles la puerta”. Él estará al otro lado. “Empujando”, declaró el capitán que nunca dejará de serlo.