Fútbol - Segunda RFEF

0-1 | Expediente X del Fabril contra el Coruxo

Inexplicable derrota del filial después de estrellarse durante todo el partido contra el portero rival en un carrusel de ocasiones

Marotías conduce el balón en el partido contra el Coruxo.

Marotías conduce el balón en el partido contra el Coruxo. / RCD

Marcos Otero

Marcos Otero

Hay cosas inexplicables y luego está lo que le pasó al Fabril en su partido contra el Coruxo. El filial perdió un partido en el que se estrelló contra el portero rival, convertido en la figura de un partido en el que el equipo de Óscar Gilsanz las tuvo de todos los colores para anotarse una goleada.

Arrancó de maravilla el Fabril, reforzado por varios de los jugadores convocados por Imanol Idiakez para el compromiso del primer equipo contra el Sestao. A Martín Ochoa, Rubén López, Marotías y Marc les dio tiempo a coger la autovía desde Riazor y presentarse en Abegondo para un partido en el que el filial empujó desde el comienzo sobre el área contraria.

Tuvo varias oportunidades el equipo de Óscar Gilsanz en los primeros minutos antes de que el encuentro se serenase y el Coruxo se sacudiese el acoso inicial del Fabril. Jairo disfrutó de la primera a los cuatro minutos con un disparo que no consiguió orientar y repetiría poco después con un remate a bocajarro que despejaría Andrii. Esa acción fue solo un anticipo de la actuación del portero ucraniano del Coruxo, que se convertiría con sus intervenciones en el gran protagonista del duelo. Poco después de frustrar a Jairo lo haría con Rubén López en un disparo lejano que desviaría a córner.

El Coruxo encontraría respiro a partir de entonces al asedio al que lo sometió el filial deportivista en el primer tramo del partido, pero el dominio seguiría siendo del conjunto de Óscar Gilsanz. Ya no habría tantas oportunidades, pero el Fabril trasladaba una sensación de suficiencia que se vendría abajo al filo de la media hora de juego.

Un saque de esquina mal defendido terminaría en los pies del exfabrilista Davo, que se las ingeniaría en el área para sacar un remate forzado que superó a Hugo Ríos y que Marc terminaría despejando en su propia portería bajo los palos.

Fue un castigo excesivo e inmerecido para el filial deportivista, que no se descompondría y redoblaría el acoso sobre la portería del Coruxo con una intensidad parecida a la del primer tramo del encuentro.

Vilán tendría el empate en sus botas después de un error del portero del Coruxo, pero su disparo saldría demasiado centrado. La siguiente sería para Nájera, que tampoco acertó después de una buena maniobra al borde del área. El carrusel de oportunidades al filo del descanso culminaría con dos balones al palo. Martín Ochoa remataría a la madera después de otro despeje de Andrii y después el palo volvería a negarle el empate a los fabrilistas en un remate que rozó antes en un defensa del Coruxo.

El partido no cambiaría su tónica en la segunda parte, con un Fabril insistiendo y estrellándose una y otra vez contra Andrii. Tampoco es que los jugadores de Gilsanz exhibieran demasiada puntería. Nájera tendría el gol que ni pintado en un pase atrás desde la banda derecha que envió a las manos del portero rival. La mejor sería sin embargo para Martín Ochoa y Mati Castillo en el minuto 69. Primero fallaría el riojano y luego su compañero no acertaría en el rechace. Insistiría hasta el descuento el Fabril, que no encontraría el premio merecido en un tarde de expediente X.