Idiakez sobrevive y comerá el turrón en el Deportivo

Imanol Idiakez continuará al frente del Deportivo. “Confirmado”. Así lo explicó Fernando Soriano media hora después del pitido final en Arenteiro. Después de una rueda de prensa en la que el técnico vasco sacó una de esas sonrisas propias de saber que había vuelto a la vida cuando ya nadie creía en ello; también tras un momento en el que las cabezas del proyecto, a pie de campo y con toda la comitiva, arropasen al vasco entre la niebla que se engullía el campo de Espiñedo. Allí, con los ecos de una grada que ya se dispersaba de fondo, el director deportivo asintió: No habrá cambio de entrenador.

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“La situación del equipo no es la que deseamos, hay nerviosismo, pero desde el primer momento hemos tratado de demostrar tranquilidad”, explicó Fernando Soriano, comedido, sabedor de que las críticas ya eran ascendentes y hoy (por ayer) la vida había regalado al Deportivo una nueva oportunidad de resarcir sus errores sin cambios drásticos, dramas invernales ni cartas de despedida. Imanol se comerá el turrón y por primera vez en diciembre podrá cerrar los ojos sin que los fantasmas llamen a su puerta. Por un momento, el reloj se volverá a parar en silencio y las agujas dejarán de chirriar cada paso para permitir al técnico vasco planificar la remontada. Una vez que ya tiene su dosis de épica tras los partidos ante Barça B y Arenteiro.

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Y ahora, el mercado. Porque Idiakez necesitará movimientos para reforzar la plantilla. “Es complicado”, resumió Soriano sobre enero, el momento de lanzar los dados en busca de gangas que aporten rendimiento inmediato. Por eso, parte del futuro pasa por “recuperar a los jugadores que están en bajo tono”. Aquellos que en agosto sonaban a invencibles y ahora caminan como mortales. Y también por la cantera, con una ficha sub 23 rifándose y la posibilidad reconocida de Iano. “Hay opciones”. Y, por fin, tiempo.

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