Celta B-Dépor, con el Girona de aperitivo

El equipo vigués trabaja para cambiar el horario y que se juegue en Balaídos tras el duelo de Primera

El Dépor, ante el Celta B. |  // GROBAS

El Dépor, ante el Celta B. | // GROBAS / J. Bernardo

J. Bernardo

La decisión de LaLiga de programar el Celta-Girona el domingo 28, a las 14.00 horas, ha generado un problema al Celta al coincidir la fecha del choque con el derbi de máxima rivalidad contra el Dépor que el filial debía disputar ese mismo día en Balaídos y que previamente había sido fijado para las 19.00 horas.

El club celeste trabaja en encontrar la solución lo menos lesiva posible para sus aficionados. Se trabaja con la idea que ambos partidos se disputen en Balaídos con unas pocas horas de diferencia, pero esta opción presenta problemas de carácter operativo al estar organizadas ambas competiciones por diferentes entidades y sujetas a contrato con distintos operadores televisivos.

El choque del primer equipo será retransmitido por Movistar, mientras que el derbi que el Fortuna disputará contra el eterno rival será ofrecido por la TVG. A ello hay que sumar el amplio dispositivo de seguridad que requieren los partidos de máxima rivalidad. El choque frente al Dépor comportará el desplazamiento de un bueno número aficionados (en torno a medio millar) a los que habrá que ubicar con tiempo en las gradas del estadio solo unas horas después del duelo de Primera contra el colíder. Fuentes del Celta consideran que “existe margen” para que se puedan disputar ambos y trabajan con la idea de retrasar una o dos horas el partido del filial para disponer de más tiempo.

El Celta había solicitado a LaLiga que el encuentro del primer equipo se disputase el viernes día, 26, para dar más tiempo de descanso al césped de Balaídos, que se renovará en los próximos días debido al pésimo estado que presenta desde el concierto de Guns and Roses el pasado mes de junio. Los trabajos de levantamiento del campo e instalación del nuevo terreno de juego se iniciarán mañana, aprovechando que el Celta no vuelve a jugar como local hasta el 20, fecha en que recibe a la Real. Para este día, se cuenta con que el campo esté en perfectas condiciones para la práctica futbolística.

Será la tercera vez que se instala un nuevo césped en Balaídos en seis meses. El campo se renovó después del concierto de Guns and Roses y tuvo que volver a ser sustituido en septiembre pasado por causa de un hongo. Aunque se abordó su completa remodelación, los problemas causados en el sistema de drenaje por el concierto han propiciado que el campo no achique bien el agua y las lluvias caídas en otoño han deteriorado seriamente el terreno de juego, que presenta zonas encharcadas y se levanta con mucha facilidad.