2-0 | El Dépor crece contra el líder

Convincente victoria del equipo blanquiazul contra la Ponferradina para recortar distancias con la cabeza y colocarse en puestos de play off - Villares y Lucas, de penalti, los goleadores en un partido que protagonizó Mella

Marcos Otero

Marcos Otero

Ganó y sobre todo convenció el Deportivo para agarrarse a sus opciones de ascenso directo. No le valía otra cosa que imponerse a la Ponferradina si quería alimentar la ilusión y aumentar sus maltrechas opciones de alcanzar una primera plaza que no ha rozado en toda la temporada. Ahora la tiene más cerca, aunque todavía lejos. Siete puntos separan a los blanquiazules del líder, que pasó sin pena ni gloria por Riazor. Mérito del Dépor, que firmó una de las actuaciones más solventes de la temporada en un escenario que tenía atravesado. Lo hizo con David Mella como la figura de un partido que deja al equipo de Imanol Idiakez en puestos de play off y le permite sacar algo de pecho después de muchos reveses.

Sorprendió el técnico deportivista con la alineación para tratarse de un partido de esa trascendencia, y más después de la derrota en León hace una semana. No estaba claro sin embargo si lo hacía por convencimiento o simplemente porque no tenia mucho más donde escoger. Quizá había un poco de los dos, pero Idiakez apostó por Barcia de inicio como pareja de Pablo Vázquez y unos laterales improvisados. Jaime ocupó el carril derecho y Ximo Navarro el izquierdo en una defensa 'frankenstein' que apenas sufrió en el primer tiempo.

La amenaza de la Ponferradina partía de la velocidad con la que pudiera lanzar a Borja Valle y Dacosta, y de las arrancadas de Igbekeme, pero salvo en un par de ocasiones apenas tuvieron margen para amenazar a Germán. El Deportivo dominó a partir de encontrar a jugadores entre líneas, con Lucas especialmente aplicado en una tarea que le aleja del área, pero que proporcionó libertad de movimientos a Yeremay y Mella, sobre todo al joven de Espasande.

Al Deportivo, sin embargo, le faltó una referencia arriba para castigar a la Ponferradina. Davo aportó movilidad, pero careció de la amenaza necesaria para que el equipo tradujera antes en gol alguna de las oportunidades que fabricó. Rozó el primero en un balón entrelíneas de Mella para el asturiano, que cruzó demasiado su remate.

Yeremay disputa un balón con Borja Valle.

Yeremay disputa un balón con Borja Valle. / Carlos Pardellas

Mandaba el Deportivo a pesar de que Idiakez decidió prescindir de Salva Sevilla en el centro del campo para juntar a Yeremay y Mella, la mejor herramienta para defender porque fueron los que consiguieron hundir sobre su área a la Ponferradina. La presencia de los dos le cambió la cara al equipo, le hizo más vertical, menos posicional y que las jugadas fueran más naturales. El equipo ganó en capacidad de asociación por la capacidad de ambos por seguir las jugadas, devolver la pelota y ofrecerse, todo aquello que en muchos tramos de la temporada le ha faltado a este Deportivo.

A la Ponferradina cada vez le costó más sujetar a los jugadores blanquiazules. La prueba fue la acción en la que Villares estuvo a punto de adelantar a los deportivistas en el minuto 20 de la primera mitad. Volvió a aparecer Mella en la banda derecha, cuyo centro acabaría en un balón muerto en el área a los pies del centrocampista vilalbés. Remató a bocajarro, sin demasiado espacio, y consiguió desviar Andrés Prieto.

Empezaba a merecerlo el Dépor, concentrado para evitar que la Ponferradina encontrara espacios a la espalda de su defensa. Especialmente atento estuvo Ximo Navarro, quizá el más veloz de la línea de atrás y el que más dificultades podía encontrar para perfilarse. Naufragaban los bercianos en su propuesta, más enfocada a la velocidad que a jugar en espacios reducidos y crecía poco a poco el conjunto de Idiakez.

Davo intenta llegar a un balón en el partido.

Davo intenta llegar a un balón en el partido. / Carlos Pardellas

Lucas lo probó con un lanzamiento lejano de falta que parecía que se marchaba desviado, pero que Andrés Prieto por si acaso rozó con la punta de su guante para evitarse problemas. Cada vez más cómodo en el campo, la apariencia era que el Deportivo dominaba con suficiencia un partido de antemano complicado y que tan solo le faltaba confirmarlo con un gol.

Llegó de la única forma que parecía posible, con Mella como protagonista en una acción que levantó a Riazor. Encaró el joven canterano sobre la línea de fondo y el defensa picó ante el amago para colocar al jugador deportivista en el área con toda la calma para ceder la pelota. Mella adivinó la llegada de Villares desde segunda línea, que conectó un disparo que primero desvió Igbekeme y después Lancho para despistar a Andrés Prieto. La doble carambola sonrió al Deportivo, que se adelantaría poco antes del descanso con merecimiento.

Quizá fue la primera mitad más solvente del equipo en Riazor esta temporada teniendo en cuenta la entidad del rival y las necesidades con la que comparecía el conjunto blanquiazul. Arrancó parecida la segunda, en la que de nuevo el control era blanquiazul. Intimidó la Ponferradina cuando consiguió estirar al Dépor, pero la sensación era de nuevo quien manejaba los tiempos era el conjunto de Idiakez. No pasaba demasiado hasta que Mella, de nuevo el joven canterano, fue derribado cuando iba a engatillar un saque de esquina.

Lucas no perdonó y el Deportivo encarrilaría un partido que sabría manejar a partir de entonces ante una Ponferradina que tendría pocos argumentos para poner en aprietos a los Idiakez. Hay que anotárselo también al técnico, señalado en no pocas ocasiones esta temporada por su falta de cintura y el inmovilismo de sus planteamientos. Acertó para minimizar la propuesta de los bercianos, más enfocada a explotar los espacios que a moverse con soltura entrelíneas.

El Dépor tiene ahora la oportunidad de coger carrerilla, la regularidad que le ha faltado todo el curso, también con un entrenador que gana oxígeno a la espera de recibir los refuerzos prometidos que le aporten al equipo lo que todavía le falta. Puede que haya encontrado pistas para hacerlo con la victoria ante la Ponferradina, con protagonismo para los jóvenes y una propuesta diferente. A Yeremay y Mella, sin embargo, la gasolina todavía se les agota antes de tiempo. El equipo tendrá que demostrar si realmente ha encontrado una línea para crecer contra el Celta Fortuna en una semana.