Entrevista | Roberto Trashorras Entrenador del Lugo

Trashorras: “Tenemos un espejo en el Deportivo; seis partidos no se ganan de cualquier manera”

“El Dépor tuvo que ganar seis partidos para meterse arriba. Eso es lo que necesitamos nosotros, pero se consigue haciendo méritos”

Roberto Trashorras, durante un entrenamiento con el Lugo.  // CD LUGO

Roberto Trashorras, durante un entrenamiento con el Lugo. // CD LUGO / M. Otero

Marcos Otero

Marcos Otero

Roberto Trashorras (Rábade, 1981) apenas lleva una semana al frente del Lugo. El domingo en Riazor dirigirá al equipo por segunda vez ante un Deportivo en racha que buscará la séptima victoria consecutiva. Precisamente en la remontada del conjunto de Imanol Idiakez se fija el que fuera centrocampista de Numancia, Las Palmas, Celta y Rayo Vallecano antes de orientar su carrera a los banquillos y dar sus primeros pasos como entrenador en las categorías inferiores del club lucense.

Ya conocía el club, ¿le ha ayudado para una adaptación más rápida?

Es verdad que es diferente el filial al primer equipo, pero bien. Llevamos poco tiempo, cinco o seis días, pero contentos sobre todo por el convencimiento que han mostrado los jugadores desde el primer momento. Viendo el partido del otro día en casa me da más confianza de que podemos darle la vuelta a la situación.

¿Cómo ha sido el salto al primer equipo?

Es importante. Yo estaba en formación y ahí siempre buscas otros objetivos, las dinámicas son diferentes, el trato es diferente... El salto para mí conlleva responsabilidad y mucha ilusión. Creo que tengo una ligera ventaja, porque hace muy poco estaba donde están ellos y puedo entender lo que piensan, lo que sienten, porque las situaciones que viven yo también las he vivido. Es un punto a favor, por así decirlo.

No hace mucho estaba jugando, ¿ha cambiado ahora su perspectiva sobre los entrenadores?

Ahora lo veo desde otro punto de vista. Tienes que tomar decisiones que a lo mejor como jugador no entendías y ahora me he dado cuenta que tenía que haberlas entendido de otra manera. Ahora estoy del otro lado y sé lo complicado que es muchas veces gestionar tantas cosas. Siento más empatía por los antiguos entrenadores que tuve.

Ha tenido muchos, pero con los que más destacó fue con aquellos cercanos a una idea futbolística quizá más combinativa como Paco Herrera, Paco Jémez o Eusebio Sacristán. ¿Es en los que más se ha fijado?

Sí. También por haber pasado ocho años en La Masía y por los entrenadores que he tenido allí que llevaban un estilo muy marcado. Todos esos técnico que has dicho, también Míchel, ahora en el Girona, lo tenían, pero también aprendí de otros con los que no tenía los mismos ideales. Es verdad que ese perfil de entrenador es el que a mí más me gusta.

¿Esa idea futbolística es la que intentaron trasladar en su estreno contra el Fuenlabrada?

Sí. Cuando uno sale a competir lo que quiere es ganar, pero en el espacio tan pequeño de tiempo que hemos tenido que los jugadores lo hayan entendido tan rápido, que hayamos hecho tan bien las cosas y que hayamos plasmado lo que había trabajado esos pocos días es lo que me llena de confianza y de ilusión. Ya la tenía antes, pero veo que lo único que nos faltó fue acertar en las numerosas ocasiones que tuvimos. Eso me hace creer más si cabe. Hay cosas que mejorar, como el acierto o esas tres o cuatro situaciones que concedimos, pero en líneas generales estoy contento.

¿Cómo es recibir en esas circunstancias, recién llegado, a un Deportivo lanzado?

Para mí es una oportunidad inmejorable. Yo se lo digo así a los jugadores. Nos enfrentamos al mejor rival de la categoría ahora mismo, con un estado de forma espectacular, en su casa, con 20.000 espectadores, un campo espectacular... No hay mejor escenario para demostrar lo que queremos conseguir y que nosotros también queremos lograr cosas. Es un escenario inmejorable y si hay un partido que a uno le gusta jugar es éste.

¿Cómo se le mete mano a este Dépor? Los rivales le han jugado a esperar, le han presionado y le han discutido el balón, y de todas ha salido...

Las diferencias las han marcado sus jugadores. Tiene futbolistas de medio campo hacia arriba muy diferenciales y en un muy buen estado de forma. Deciden los partidos ellos con dos o tres situaciones. Todo eso genera confianza y te hace subir el nivel de rendimiento. Los que hace tres meses parecían unos jugadores ahora son otros, y realmente son los mismos. Eso te lo da la confianza, que las cosas salgan bien, que entren los balones que antes no... Sabemos que es un rival difícil, pero le damos valor a lo que tenemos. Estoy convencido de que si sacamos nuestra mejor versión vamos a tener nuestras opciones.

¿Qué metas se marcan? ¿Ven aún posible alcanzar la zona alta? El Dépor hace un mes parecía desahuciado...

Es verdad que tenemos un déficit de puntos. Eso es un hándicap grande. La meta es sobre todo mirar, entre comillas, el espejo que tenemos delante este domingo. El Dépor hace un mes estaba a diez puntos del liderato. Ser capaz de hacer eso solo está al alcance de los mejores, pero tenemos que intentarlo. El mensaje que trasladamos ahora es que no nos vale empatar un partido y ganar otro. Estamos en la situación que estaba el Deportivo, que estaba como nosotros o incluso un poco más abajo. Empezó a coger una buena dinámica y no le valía con empatar un partido y ganar otro. Tuvo que ganar seis para meterse arriba. Eso es lo que necesitamos nosotros, pero eso se consigue haciendo méritos. Un partido lo puedes ganar de cualquier manera, pero seis o siete no se ganan de cualquier manera.

¿Qué Deportivo se espera? ¿Lo ve como un equipo distinto en las últimas jornadas, más directo?

Es posible. La idea es un poco parecida. No creo que haya cambiado de estructura ni de idea de juego, pero si tienes a unos jugadores tan verticales, tan rápidos y tan buenos en el uno contra uno en conducción como Mella y Yeremay los ataques tienden a acelerarse. No porque lo busques, sino porque el perfil de jugador te lo da. Más que una idea de juego, el perfil de los jugadores le ha hecho ser un equipo más directo.