ENTREVISTA - DEPORTIVO

Idiakez: "Me fui al partido del Arenteiro y dejé dos maletas en casa: una para Navidad, otra con todo”

“¿El equipo conmigo? Tenemos presión, estamos expuestos y compartimos trinchera y barro; hay vínculos”

Imanol Idiakez posa en la Ciudad Deportiva de Abegondo.

Imanol Idiakez posa en la Ciudad Deportiva de Abegondo. / // IAGO LÓPEZ

Imanol Idiakez (Donosti, 1972) es una de las caras de la resurrección del Deportivo. Lo pasó mal, tuvo un pie fuera del club, pero aguantó, el vestuario le respaldó y ahora lidera un equipo imparable. Analiza sus meses en A Coruña.

¿Paladea estos momentos o le puede esa faceta de estabilizador?

Es nuestra obligación también y más en un club como este en el que, como es normal, es todo un poco extremista. Nos toca equilibrar (a los entrenadores), pero estamos muy contentos y más con lo difícil que ha sido. Estamos en el camino, pero no podemos parar a gustarnos, a decir “¡qué bien estamos!”. El fútbol cambia muy rápido y me ha enseñado que no hay que sacar pecho. Debemos seguir trabajando y si cabe, un poquito más duro. Estas seis victorias lo que van a provocar es que los rivales nos miren con los ojos de querer buscarnos las cosquillas.

¿Disfruta más por cómo ha sido?

Sí, he disfrutado (el proceso). Disfruto del día a día. En Irún el equipo tocó fondo y a partir de esa semana aquí se han cambiado cosas importantes. A veces ver la flor cuesta, pero el día a día había cambiado. De esa parte hay que disfrutar: de cómo se comporta un equipo entre semana, más allá del resultado. Los hábitos que tiene, el funcionamiento... El proceso está siendo positivo.Hasta en los malos momentos, se le vio en conexión con el vestuario.

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¿Cómo lo consiguió?

Todos (los vestuarios) tienen su complejidad, pero tenemos uno muy bueno. Entiende la dinámica de equipo, que está por encima del yo. Si vas de cara con los futbolistas y les dices las cosas como las piensas, por lo menos hay un respeto mutuo. Estoy contento porque el vestuario es parte importante del funcionamiento y de los últimos resultados. Dentro hay un compromiso con el club.

“Disfrutaré cuando el Dépor vuelva a Primera, ojalá esté dentro”

En uno de los vídeos del club en Pamplona se le ve dándose un buen abrazo con Lucas tras la victoria...

Nos abrazamos, claro. A la gente le puede sorprender, pero somos personas y, además, somos personas muy expuestas, con mucha presión. Compartimos lucha, estamos en las trincheras, en el barro, y te la juegas... Y cuando pasa algo así, hay vínculos, es imposible, no puedes separar al futbolista de la persona.

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Lo que se forja en las trincheras es indestructible...

Este equipo en las malas ha estado muy junto. Se ha visto que quería y creía. Hubo un tiempo en el que parecía que nos habían echado un mal de ojo, porque no era normal que pasara todo tan en contra. Pero el equipo fue capaz de mantenerse de pie, de no romperse. Todo eso habla muy bien de nuestra gente.

¿Es el gran triunfo?

Para mí, sin duda. Yo he vivido este tipo de situaciones, todos las hemos vivido. A veces esto se destroza, se rompe y no hay manera de recomponerlo. En los momentos de dificultad, aquí ha habido unión.

“¿En las malas? Las noches eran jodidas. Estabas solo en casa, era la penitencia”

El equipo le ha defendido hasta el último minuto en partidos complicados ante Barça B y Arenteiro...

Estoy muy orgulloso, pero me extraña que parezca un gran mérito que un futbolista salga al campo a por todo. Yo es que lo doy por hecho. Yo creo que el equipo lo que hizo fue defender al equipo, a su club y, en ese camino, también defienden a su entrenador. Todo esto está montado de esa manera en la que parece que los jugadores, los entrenadores o los clubes van por distintos caminos, pero lo que ha pasado es lo que debería ser lo normal: ir de la mano.

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Xane Silveira

¿Le sorprende que Barbero haya regresado tan bien?

Ha trabajado mucho y toda la gente del club con él. Servicios médicos, fisios... No me sorprende. Le hemos visto cómo es y cómo se comporta desde que llegó en pretemporada y ahora con los goles todo luce.

Se le ha visto muy unido a la grada desde el primer instante...

Es que es un espectáculo. Lo dije muchas veces: solo por conocer a la afición del Deportivo merece la pena la experiencia. Otro mundo. El otro día vino mi familia al partido a Tajonar, mis padres, y me dijeron que era una pasada. Había algunos [aficionados] menos, porque no entraban, pero esa manera de animar... Tenemos un tesoro y hay que cuidarlo.

“Lucas y Pablo Vázquez son líderes. Un técnico debe lograr que emerjan”

¿Cómo los ha sentido en los malos y en los buenos momentos?

No puedo tener ni una sola queja. Siempre me han respetado, aunque es verdad que no ando mucho por la calle. Los entrenadores somos de meternos en casa, pero siempre hay alguien que se para a darte ánimos en los malos y ahora ya se respira la ilusión de la gente en los buenos. Tenemos una gran responsabilidad. Es nuestra obligación devolver al Dépor donde tiene que estar.

¿Disfruta de la ciudad?

Poco, pero el paseo marítimo me parece maravilloso, ando mucho con la bicicleta o salgo a correr cuando me deja la rodilla. Es precioso, el mar... Soy de mar. Me siento como en casa, porque la bahía se parece mucho a la de La Concha.

Idiakez | Cómo ha pasado los malos momentos

Xane Silveira

¿Cree que en el Dépor se podría replicar el modelo de la Real Sociedad de cantera y grandes refuerzos?

Sí, de hecho es un poco el modelo. Todos tenemos claro aquí dentro que nuestro tesoro y nuestro pilar tiene que ser Abegondo. Creo firmemente que el sentimiento de pertenencia es lo más importante en un club. La gente que es del lugar lo vive más. Y los de fuera, habiendo esa base, vamos a sentir más al club. He estado en la Real. Fui canterano, futbolista, entrenador y sé cómo funciona. Aquí tenemos potencial y similitudes para hacer algo parecido. La prioridad es poner al primer equipo donde lo tenemos que poner y, a la vez, trabajar la cantera. Los clubes de cantera se gastan un montón de dinero, aquí tenemos las instalaciones, unas buenas condiciones... Sería lo ideal y estamos en el camino.

¿Le ha sorprendido el talento?

Desde que me llamó Fernando [Soriano] y tuvimos las primeras reuniones, intenté empaparme todo lo que pude. Vi al filial, al juvenil... Teníamos claro que había, pero había que dirigirlo, orientarlo y ponerlo en su sitio. Y hay que encontrar los momentos. Hay talento y se trabaja bien desde hace tiempo y eso es una suerte.Prepara a muchos que dan el salto.

“¿Renovar a Pablo Martínez? Su año es buenísimo, los tiros irán por ahí”

¿Se siente un poco padre?

Cuando hablo con alguno y luego hablo con mi hijo de 16 años, pues por ahí va la cosa, están a la par (se ríe). Tenemos unos jóvenes que es una maravilla ver su sonrisa.

A veces hay que mimarlos y a veces tirarles de las orejas...

Los niños es lo que tienen.

Idiakez | El ejemplo de Villares

Xane Silveira

¿Es verdad que ya tenía buenas referencias de Rubén López antes de fichar por el Dépor?

Le vi en Copa y en el partido de Riazor de la Youth. El que metió un gol y luego lo echaron. Hizo de todo en media hora. Rubén me pareció interesante desde el primer momento. Cuando llego, estaba lesionado, pero en cuanto puedo y se puso bien, confirmo la idea que tenía de él.

“Yeremay cuenta con un talento estratosférico”

¿Aún le busca su sitio?

Sí. No solo yo, lo hacemos todos. Es una búsqueda natural a esas edades. Tiene condiciones, pero pueden irse modelando su forma de ver el juego. Rubén tiene lo más importante, que es la actitud.

Hambre...

Sí, es su virtud principal. También hay que tener calidad, porque si no... Yo tengo amigos que les hubiera gustado, pero por mucho que entrenen... Aquí se juntan las dos cosas.

Idiakez | El abrazo de Lucas en Pamplona

Xane Silveira

Ha pulido también a Yeremay...

Se modelan ellos solos. Nosotros les ayudamos en el camino, les facilitamos. A veces se piensa que son los entrenadores, pero el talento lo tienen ellos y lo desarrollan. Depende de lo que te enseñen, pero sobre todo del que aprende. El talento de Yeremay es de un nivel estratosférico.

¿Le choca lo que ha madurado en tan poco tiempo?

Es un chico que tiene una historia personal: salen de casa, vienen muy jóvenes y eso necesita un tiempo para asentarse y encontrar su sitio. La lesión ha sido difícil para él, le ha hecho madurar. Un proceso de tanta dificultad también te obliga a buscar dentro de ti. Es un chico en crecimiento y lo seguirá haciendo.

“David Mella tiene personalidad de futbolista importante y trabajé con alguno que llegó a la élite”

¿Una de sus grandes apuestas es colocar a Mella por la derecha?

El triunfo es de David. Desde que llegué ha mejorado en muchas cosas. Se dio cuenta de cuál era el camino y ahí le ayudamos entre todos. Y en cuanto lo entendió, tiene una mentalidad muy buena, de futbolista importante. Es valiente, no le tienes que decir las cosas muchas veces. Con decírsela una vez, le da la vuelta. Tiene personalidad. He tenido la suerte de estar con gente joven que ha llegado a la élite y tiene ese tipo de carácter. Es muy competitivo.

Idiakez | Los partidos ante Barça B y Arenteiro

Xane Silveira

¿Cuántas veces maldijo el partido de la primera vuelta en Lugo?

Yo tengo experiencia en equipos y hay otros en los que te cuesta un poquito más poder encontrar y este ya en pretemporada encontró el lugar, la idea, la estructura... Salimos de Lugo todos con la sensación de que teníamos el equipo, la idea.. Ese día se cayó Yeremay, luego Barbero, luego sancionaron a Lucas... Cayó Mella, cayó Ximo. Empezaron todas las desgracias, con Fuenlabrada y el descuento, el Celta B... Y lo que parecía que tenía buena pinta, en cuatro días se torció de verdad.

¿Cómo se viven en soledad esos malos momentos? ¿Cuesta dormir?

Lo jodido son las tardes y las noches cuando estás en tu casa solo. Vivo solo, además, y esos momentos son difíciles. Aquí [Abegondo] trabajas, preparas el entrenamiento, pero llega el momento de la noche cuando una semana y otra no sale, no sale y tienes tu penitencia.

“Villares es un ejemplo puro y duro, Cada día viene a ser mejor jugador”

¿Compensa ser entrenador?

Mi madre siempre dice que me he equivocado, que por qué no me he hecho administrativo, algo más tranquilo de lunes a viernes. Es una pasión desde niño. Llevo metido toda la vida y no sé si sabría hacer otra cosa, aunque viviría más tranquilo.

Cuando jugaba, ¿ya era técnico?

Con 19 o 20 años me rompí la tibia dos veces y eso me limitó físicamente el resto de mi carrera. Yo tampoco era un jugador rápido, con lo cual si juntas todo eso, no me quedó más remedio que pensar. Tenía que pensar más que los demás, porque no tenía mucho tiempo. No era como Yeremay, al que si se le hace de noche, regatea a tres en un metro. Yo como no tuviera tomada la decisión antes de que me llegase la pelota, tenía problemas. Sí que sentí que el juego me llamaba desde muy joven y luego está el momento de mi vida que conozco a Juanma Lillo en el Ciudad de Murcia. Su visión del fútbol me cambia el mapa y la forma de entender el juego. Fue la explosión y ese momento en el que veo que tengo que ir por ahí.

¿Fortalece la experiencia para los malos momentos?

Sí. Ya sabes que las heridas quedan ahí. Hay cicatriz, pero te hace tener esa experiencia. Esto es fútbol, a veces haces las cosas bien y no salen; otras, haciéndolas menos bien, pues salen, puede pasar. La experiencia te permite estar más entero.

Idiakez | Abegondo y el modelo de la Real Sociedad

Xane Silveira

¿Prepara para la provisionalidad?

Sí. Por mucho que uno quiera echar raíces los resultados mandan. Los proyectos ya sabes que duran dos semanas. En lugares con tanta presión o necesidad como el Deportivo, el entrenador sabe que si pierdes un partido, el siguiente ya pica. Estás cuestionado por todo el mundo. Es natural y hay que asumirlo, aunque no te guste.

¿Y sirve para relativizar días como el del Barça B o el del Arenteiro?

Sí. Tú vas a Arenteiro y tienes en casa las dos maletas. La de irte para pasar las Navidades o la de irte con todo. Las tienes preparadas y las dejas abiertas.

“Abegondo es nuestro tesoro y nuestro pilar”

Es crudo...

Es crudo, sí. Sales de casa y dices: “Esta noche voy a volver a aquí y voy a hacer una maleta o voy a hacer las dos, o una para no volver a A Coruña”. Tienes que asumirlo y centrarte en ayudar a los jugadores, que es lo único que puedes hacer tú. Los dos partidos salieron bien, remontando, además. Vas ganando semanas y ganando ilusiones. Esto funciona así, no podemos cambiarlo.

Su madre va a tener razón...

Sí, sí (se ríe). Mi madre siempre tiene razón.

“Tenemos gente joven y experta, la base del equipo de los próximos años”

¿Cómo es Lucas en las charlas a solas en el vestuario?

Es un tío muy sincero, muy claro. Tengo una relación muy directa con él. Hemos tenido un montón de conversaciones desde que he llegado aquí. Por encima de todo quiere al Dépor, todos lo sabemos. Ha venido con la ilusión de llevar al Dépor a su lugar natural y en la primera vuelta sufrió lo que todos. Las cosas no salían, las lesiones, los malos momentos. Y ahora disfruta, como el resto de compañeros. Es un tipo muy importante que da todo por el Dépor.

¿Qué sensación le ha dejado Diego Villares en estos meses?

Diego es ejemplo puro y duro. Es un 10 en cada entrenamiento. Viene cada mañana a ser mejor que el día anterior. Eso dentro del vestuario genera conexión y que le sigan. Cuando viene un canterano y ve a Villares, sabe que no puede bajar de cierto nivel. Eso es un valor muy grande.

“Los técnicos ayudamos. Yo milagros no he hecho, tampoco grandes destrozos”

Y él llegó al primer equipo con 24 años. ¿Lo ve como otro mensaje para los canteranos con prisa?

Pues es un buen ejemplo. Lo de la cantera a veces nos puede llevar a engaño. Los procesos no tienen que ser todos iguales. Podemos tener a Mella consolidado con 18 años, pero puede haber un futbolista del Fabril con 23 y que vaya a ser jugador del Dépor, como Villares. Todo el mundo no tiene el mismo camino ni el mismo tiempo para florecer.

¿Están Jairo o Nájera en ese punto de maduración más gradual?

Sí, yo lo veo así. Son dos chicos con mucho talento y no tenemos ninguna duda. Pero por las circunstancias del primer equipo o por lo que sea, quizá tienen un camino más largo. También se trata de resistir, empujar y empujar. Hay caminos más cortos y más largos, al final es camino. Tienen que entenderlo ellos, porque las puertas del primer equipo van a estar abiertas siempre para el que las quiera atravesar.

¿Está Iano en un proceso?

Desde luego. Ha venido al fútbol europeo, a la exigencia táctica algo tarde. Se tiene que adaptar a nuestros ritmos. Y es una posición, la de atrás, en la que un error lo pagas más. Mella falla un regate y no pasa nada. Pero un defensa, si comete un error, puede costar un gol. Es un chico que se entrena fenomenal, que tiene unas condiciones físicas muy buenas, pero tiene que aprender.

Dani Barcia también tuvo que pasar por cierto peaje, ¿no?

Íñigo Martínez en la Real B, siendo juvenil, nos hizo un fallo que nos costó un partido. No pasó nada. Los jugadores buenos de esos fallos mejoran. Claro que aquí los fallos hay que asumirlos y las consecuencias son muy grandes. Cuando pierdes con el Celta Fortuna en casa, todo el ruido que se genera alrededor es muy grande. Yo tengo la responsabilidad también de proteger a los chicos y ponerlos cuando están preparados. Si los expongo antes, lo van a pagar ellos. Tengo la responsabilidad de prepararles en el día a día, de preocuparme de que mejoren y de encontrar el momento. Dani es un caso clarísimo de mejora. Un mal día le ha servido de experiencia y estamos viendo su rendimiento.

Y le ha coincidido competir con Pablo Vázquez y Pablo Martínez...

Yo he hablado con Dani y le he dicho: 'Vas a ser un central importante del Dépor, estamos convencidos, pero hay un proceso que seguir'. Si somos capaces de seguir firmes en el camino, llegará antes o después, pero serán pasos sólidos. Él tiene una competencia directa como la de Pablo Martínez, que es un futbolista hecho y derecho con una jerarquía importante. Pero creo que eso es una suerte para el Dépor.

Pablo Martínez acaba contrato en junio. ¿Concibe un Dépor sin él?

Si digo la verdad, no sé los contratos de la gente. Pero Pablo está haciendo una temporada buenísima. Es un tema más de Fernando [Soriano], pero la lógica irá por ahí.

¿Cómo funciona con Fernando Soriano en un mercado?

Él va haciendo su trabajo, cuando llega el momento de tomar decisiones, sí me comenta las opciones para dar mi punto de vista. Y, a partir de ahí, toma una decisión. Es una relación muy natural de director deportivo a entrenador. La última palabra es suya, pero es una relación lógica personal muy buena.

¿Se da por satisfecho con lo que llegó en enero?

Sí, sí, sí. Teníamos la recuperación de Barbero que no sabíamos cuándo iba a volver. Teníamos claro que no queríamos quedarnos otra vez con la duda. Luis [Quintero] venía a completar un poco las posiciones de banda y tenemos de todo en todos los sitios. Y en el medio tenemos a Rubén, Salva o Jaime. Si hubiera aparecido algo [para el pivote] que nos pareciese…, pero no es fácil que suceda.

¿Está puesta la base del equipo para los próximos años?

La verdad es que sí. Tenemos un equipo con una edad muy buena. Gente experta, pero todavía con veintipico sin llegar a los treinta. Gente joven que viene, más lo de abajo. Tenemos una buena mezcla. Ojalá que consigamos el objetivo, porque reforzaría todavía más el conjunto.

Incluso para Segunda...

No podemos adelantarnos tanto. Tenemos una buena base y los futbolistas crecen con el trabajo y el entrenamiento. Creemos que los pones y ya está, pero no, entrenando bien mejora. A veces se nos olvida que cuenta. Estoy seguro de que tenemos margen de crecimiento.

El otro día no le dio miedo la palabra ascenso...

Yo no dije la palabra, es que soy un poco supersticioso. Me dijeron si había miedo, y miedo, no. Miedo tenemos todos, porque el humano tiene miedo, pero hay que plantarle cara, es algo que nos paraliza.

¿Le haría ilusión acompañar más años ese potencial crecimiento?

Efectivamente, sí. Disfrutaré mucho el día que el Deportivo esté donde tiene que estar, que es en Primera División. Ojalá me pille dentro. Si no me pillara, lo voy a disfrutar igual, porque la gente lo merece, pero paso a paso. Estamos construyendo algo que tiene solidez y tiene los cimientos bien plantados. Pero es verdad que el fútbol es conseguir los objetivos y si no los logras, todo cambia.

Con la racha puede batir récords de José Luis Oltra, Javier Irureta...

Hay mucha manía de otorgar a los entrenadores cosas que no son nuestras. Yo no voy a batir nada, lo va a hacer el equipo. Yo estoy aquí intentando molestar lo menos posible.

Humilde...

No, es que es verdad. Creo que el fútbol es de los futbolistas. Los entrenadores ponemos nuestro granito de arena, pero yo milagros no he hecho nunca, tampoco grandes destrozos.

¿Qué impacto tiene Pablo Vázquez más allá del futbolístico?

Sí, el suyo y el de Lucas dos buenos liderazgos. Tenemos que ayudar a que emerjan líderes dentro de un equipo. Parte del liderazgo de un entrenador es conseguir que emerjan los líderes que hay dentro. Pablo tiene todas las condiciones por su personalidad, su carácter, su forma de jugar, su temperamento para ser uno de nuestros líderes.

¿Cómo se gestiona la situación de Hugo Rama?

Dándole mucho cariño y siendo muy sincero con él. He tenido un montón de conversaciones con él sobre lo que creo que puede ser y con la ilusión de aportarle algo para que él saque todo lo que tiene. Es un chico con un talento natural muy bueno, pero con algunas cosas todavía que poner en orden.

Tras seis victorias, ¿dónde está el reto táctico para no ser predecible?

Nos estamos encontrando diferentes planteamientos en contra. El Tarazona, por ejemplo, quizá esperas que se repliegue y viene a buscarte. El equipo está en un punto que es capaz de interpretar el partido. Por ejemplo, en Logroño nos metieron un rombo y el equipo entendió que el primer espacio estaba en los laterales. El crecimiento de un equipo también pasa porque los futbolistas entiendan cada vez mejor el juego. Yo creo que estamos en un momento interesante.

¿Cómo están Salva Sevilla, Pablo Valcarce o Berto Cayarga?

Trabajando con una profesionalidad digna de elogio. No puedo hacer más que felicitarles y recordarles lo importantes que son, lo importante que es que el que juega vea que hay alguien apretándole de verdad y si se relaja un poco, le coge la camiseta. Reconozco su trabajo y deseo que sigan así. Creo que va a haber minutos para todos, quedan muchas jornadas, van a pasar muchas cosas y van a estar preparados.

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