Al Dépor se le atragantó hasta el sorteo

Óscar Cano entrenó hace no mucho al Deportivo. A pesar de que no dejó un buen recuerdo entre los aficionados, como demostraron los silbidos generalizados que se escucharon en Riazor en cuanto se le nombró por la megafonía, conoce de sobra el club. Sabe por ejemplo que existen costumbres, rituales que se repiten en cada partido, como que el Dépor siempre ataca en las segundas partes de sus partidos como local hacia la grada de Maratón. Su equipo se llevó el sorteo, evitó que se cumpliera la tradición y de alguna manera empezó a ganar un partido que casi se lleva. Solo lo evitó Barbero en el último minuto para conservar también el liderato.

Al menos salvó un punto, que es el mal menor viendo que podía haber puesto distancia con el Nàstic de Tarragona y ahora ve también cerca al Barça Atlétic luego de la goleada del filial azulgrana en Teruel (2-4).

1-1 | Barbero salva un punto y el liderato

Cano intentó por todos los medios desnaturalizar la propuesta de Idiakez, de nuevo en la grada para cumplir su segundo partido de sanción. Sin velocidad, este nuevo Dépor está lejos de ser un equipo temible. Y esa velocidad suelen dársela las combinaciones entre Lucas, Yeremay y Mella. Así que Cano colocó muchos jugadores cerca de los tres y dejó que fueran Villares y José Ángel los que marcaran el ritmo. Ese no es el fuerte de ninguno de los dos, así que el Deportivo se quedó en una versión más parecida a la de la primera vuelta que a la de la segunda. Sin opciones de pase entre la primera y la segunda línea del ataque, el Dépor fue poca cosa.

A la tarde espesa hubo que sumar la mala fortuna. No tuvo su tarde Lucas, incómodo todo el partido. Antes de resbalarse en el penalti que pudo suponer el empate en el 65 ya lo había hecho en un par de ocasiones. Advirtió el capitán que esto es lo que le espera al Dépor en lo que queda.