Entrevista | Borja Fernández Entrenador de la UD Ourense y exjugador del Deportivo

Borja Fernández: “Estuve tan bien en el Dépor que me hubiera gustado estar más tiempo”

“Tengo muy buen recuerdo del club. Estuve a punto de volver y tenía muchas ganas. Oltra me llamó, pero luego lo destituyeron y ya no hubo posibilidad”

Borja Fernández da instrucciones el pasado fin de semana en el partido de la UD Ourense.

Borja Fernández da instrucciones el pasado fin de semana en el partido de la UD Ourense. / Iñaki Osorio.

Marcos Otero

Marcos Otero

Borja Fernández (Ourense, 1981) se estrenó el pasado fin de semana en el banquillo de la UD Ourense. Futbolista con pasado blanquiazul en la temporada 2011-12 y de amplio recorrido en Primera y Segunda División, supone su primera experiencia después de su paso por el filial del Valladolid como ayudante y en los juveniles del club pucelano.

¿Cómo se decidió a dar el paso a los banquillos?

Es algo que ya desde que jugaba hace muchos años sabía que iba a dar, que me iba a gustar y que era a lo que me quería dedicar dentro del mundo del fútbol. Los pasos han sido los que han ido surgiendo. Seguí formándome en cuanto me quedé sin entrenar, viendo mucho fútbol y lo bueno de este tiempo es que he ido a ver fútbol con otra mentalidad, con un poco de experiencia en el día a día del banquillo.

¿En qué ha cambiado esa mentalidad?

Mientras jugaba me iba haciendo mi idea de fútbol. De cada entrenador que tenía iba sacando cosas, tenía más o menos claro cómo me gustaba jugar, pero luego hay que desarrollarlo. Cuando te sientas delante de un papel en blanco para hacer un entrenamiento sabes lo que quieres, pero conseguirlo es más complicado. Una vez que tienes la experiencia de ayudar en un cuerpo técnico y paras, como este último año, puedes ver lo que has hecho bien y si vas a ver equipos o entrenadores sabes en qué fijarte y qué preguntar.

¿También entiende ahora más a los entrenadores en comparación a cuando era futbolista en activo?

Siempre he sido bastante empático con los entrenadores. Por mucho que no te gustaran cosas, evidentemente cuando no juegas o estás sin ir convocado estás enfadado y el entrenador es un enemigo, siempre intentaba ponerme en su lugar y en el de otros compañeros y entendía las cosas. No me dejaba llevar por la rabia. Obviamente ahora entiendes muchas cosas, pero no me costaba antes aunque no me pudieran gustar.

Hasta ahora había estado en la parcela formativa, en el filial del Valladolid y el Juvenil, ¿cómo es el salto hacia un escenario más competitivo?

Allí el Juvenil A ya estaba englobado en el área de rendimiento, la exigencia ya es alta, cercana al profesionalismo, de hecho ese año muchos jugadores debutaron en Primera División y Primera RFEF. Alguno incluso se consolidó como Fresneda. Era menos formativo, yo rendía cuentas con la dirección deportiva.

¿Y cómo encara esta experiencia en la UD Ourense en Tercera RFEF?

El equipo se hizo para tener posibilidades de ascender, para jugar play off por lo menos. Lo hemos encontrado en play off y el primer objetivo es ese, no quiero pensar más allá.

Tuvo una carrera larga como jugador y ascendió con el Dépor en 2012. ¿Cómo recuerda aquella temporada?

Venía lesionado y tanto el Dépor como el Getafe tenían mucho interés en hacer aquel cambio por Rubén Pérez. Me recuperé cuando el equipo empezó a ganar y ya no tuve opción de entrar. Hicieron muy buen año Álex [Bergantiños] y Juan [Domínguez], pero jugué bastante. Siempre salía de suplente, había muy buen grupo, me adapté muy rápido a la ciudad... Estuve muy a gusto y tengo muy buen recuerdo. Jugué 25 partidos creo recordar y siempre tenía mis minutos. Tuve buenos momentos, contra el Córdoba conseguí marcar, contra el Celta... Estuve a punto de volver, primero en verano, a principios de junio, y a última hora del mercado también. Estaba con muchas ganas y por tercera vez recibí una llamada de Oltra en Navidad, pero luego lo destituyeron y ya no hubo posibilidad. Ahí fue el momento más cercano que he estado de volver.

¿Le hubiera gustado estar más tiempo en el Dépor?

Durante años, antes de volver a Valladolid, siempre que me preguntaban si echaba de menos algo en el fútbol decía que era no haber jugado más en el Valladolid o no haber estado más tiempo en el Dépor. Luego a Valladolid volví y entonces uno no se cumplió, no se podían cumplir los dos porque ya se acababa la carrera. Estuve tan bien en el Dépor que me hubiera gustado haber estado más tiempo.

¿Cómo ha vivido la situación reciente del club?

Primero un poco desde la distancia, porque estaba jugando y luego tuve la desgracia del caso Oikos y estaba más a mis cosas. Estuvo Antoñito, que es íntimo amigo, aparte de las amistades que aún guardo en el club, y estaba un pelín más atento. Son momentos duros para un club histórico, pero parece que este año ya puede conseguir la vuelta a Segunda.

La afición no ha dejado de lado al equipo, ya había pasado algo parecido en la temporada en la que usted estuvo aquí. ¿Cómo lo recuerda?

Fue un año en el que la afición volvió un poco a despertar. Los resultados de los últimos años habían hecho que igual se perdiera un poco de pasión. Yo recuerdo un partido de Copa un miércoles contra el Levante en el que Riazor estaba casi lleno. Hacía mal tiempo, viento, lluvia..., pero la gente estaba ahí.

Menciona el ‘caso Oikos’. por supuestos amaños de partidos en el que se vio involucrado. Recientemente se archivó, ¿cómo lo recibió?

A mí me fastidió la carrera que empezaba en el Valladolid, pero hace tres años y medio que se había sobreseído mi causa. Esto ha sido confirmar que había un caso que estaba muerto y me usaron a mí para ver si se lo podía solucionar. Es lo que he mantenido desde el principio y ha sido una confirmación, pero cuando yo por fin vi que se acababa todo fue cuando hicieron el sobreseimiento de mi causa.

¿Le trastocó su carrera tras dejar de jugar?

Iba a empezar a trabajar en el Valladolid. Iba a estar a cargo de las relaciones institucionales y ser el enlace con la plantilla. No es lo que más me gustaba, pero una parte que también me gustaba mucho. De hecho dejé el fútbol, me quedaba un año o año y medio, porque era una buena oportunidad y eso hizo que no pudiera tenerla.

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