1-3 | Este Dépor no frena y también sabe remontar

El equipo blanquiazul levanta un partido áspero contra el Teruel a lomos de Barbero y Yeremay para firmar la cuarta victoria consecutiva

Los de Idiakez se colocan con seis puntos de ventaja provisionalmente en el liderato

Yeremay celebra su gol contra el Teruel.

Yeremay celebra su gol contra el Teruel. / LOF

Marcos Otero

Marcos Otero

Al Deportivo solo le faltaba firmar una remontada en esta racha de triunfos sensacional con la que se ha instalado al frente de la clasificación. La consiguió en Teruel a lomos de Barbero y Yeremay para mantener un ritmo de puntuación impresionante, de campeón, que lo coloca con seis de ventaja en el liderato a la espera de lo que haga el Barça Atlètic. Tuvo que sudar la cuarta victoria consecutiva el equipo blanquiazul, que sin embargo posee la contundencia necesaria para compensar aquellas tardes en las que el juego no sale tan fluido, tan redondo. De eso también se necesita para alcanzar el objetivo y sortear trampas como las que se encontró en el campo de Pinilla.

El Deportivo se ha acostumbrado esta temporada a encontrarse en cada partido a domicilio con un pequeño Riazor. Siempre disfruta de un acompañamiento en masa de su afición, que le alfombra hasta los partidos más incómodos. El que le enfrentó al Teruel lo fue casi desde el comienzo, un duelo áspero en el que la invasión blanquiazul del modesto campo de Pinilla se notó un poco menos porque para el conjunto aragonés la visita del Dépor fue todo un acontecimiento. Además se están jugando la vida y le plantearon a los de Idiakez un encuentro desagradable y con escaso margen para el lucimiento.

Si la semana pasada contra Unionistas, ante un rival igual de pegajoso, el Deportivo había desplegado una versión espléndida de juego combinativo, contra el Teruel no encontró la misma facilidad. Tuvo más problemas para involucrar por ejemplo a Villares, omnipresente la jornada anterior y con menos capacidad para aparecer en zonas libres del campo en Pinilla. Tuvo menos movilidad el conjunto blanquiazul, y eso en el equipo de Idiakez se nota y mucho. Menos preciso, también sin la verticalidad que acostumbraba Ximo Navarro en este tramo reciente del campeonato, el Dépor nunca encontró el ritmo necesario.

Mella conduce el balón en el partido contra el Teruel.

Mella conduce el balón en el partido contra el Teruel. / LOF

Amenazó José Ángel con un lanzamiento lejano que atrapó sin problemas Taliby antes de que el Teruel empezara a asomarse en campo contrario con las llegadas de Borja Martínez y Gabarre por la banda derecha. Buscaban el dos para uno y desactivar a Mella, que por muchos momentos quedó en tierra de nadie, desaparecido y sin apenas participación. Le pasó también a Yeremay y Hugo Rama, incapaz el Deportivo de encontrar a esa tercera línea para inclinar el campo hacia la portería local.

El partido estaba en uno de esos momentos en los que una acción concreta puede resultar decisiva. Sin dominador claro, el Teruel aprovechó la oportunidad que se le presentó en una jugada mal gestionada por los deportivistas. Primero se equivocó José Ángel en la salida del balón. El centrocampista contemporizó luego para dificultar el centro de Aparicio al área y a partir de ahí entre Pablo Martínez y Villares permitieron que Borja Martínez se encontrara un balón muerto en el área. No perdonó el delantero para adelantar al Teruel y colocar al equipo de Idiakez en una situación ya casi olvidada.

Ningún rival salvo el Sabadell había conseguido adelantarse ante los deportivistas, que gestionaron la desventaja de aquella manera. Siguieron sin encontrar fluidez con el balón, pero cuenta con tantos recursos a pesar de la ausencia de Lucas Pérez, demasiado importante a pesar de que ya se alarga por cuatro semanas, que necesita poco para castigar a sus rivales.

Este Deportivo ha ido encontrando una línea reconocible de juego, fiable y atractiva por momentos, pero también posee el grado suficiente de calidad individual para salir del paso cuando el fútbol no acompaña. Barbero apareció al rescate para rematar en el área un buen centro de José Ángel, que enmendó su error anterior. El delantero maniobró para adelantarse a su marca y poner la igualada cinco minutos después.

Barbero persigue el balón ante un jugador del Teruel.

Barbero persigue el balón ante un jugador del Teruel. / LOF

 Respondió rápido el Dépor para evitar que el compromiso se pusiera más incómodo, pero amagó con pegarse un tiro en el pie. Parreño no se entendió con Pablo Martínez en una pelota que le cayó en los pies en el balcón del área y la dejó muerta en los pies de Borja Martínez. Falló esta vez el delantero con la portería vacía y estrelló su remate en la espalda del central francés. Respiró el Dépor, que sin embargo seguía sin dominar por completo al Teruel.

De nuevo aparecería esa diferencia individual al comienzo de la segunda mitad. De nuevo en un momento decisivo y de nuevo por parte de Barbero. Esta vez se asoció con Yeremay. Intermitente hasta entonces, bien sujetado por Aitor Pascual, se coló el canario por esa zona en la que se ha acostumbrado a aparecer para convertirse en un futbolista menos previsible de lo que ya de por sí es. Un toque sutil tras aparecer por el centro, a unos metros del área, habilitó a Barbero, que volvió a definir con seguridad tras salvar la salida de Taliby.

Tenía el partido donde quería el Deportivo apenas dos minutos después de volver de los vestuarios y surgió un contexto diferente, más favorable. Tuvo que estirarse el Teruel en busca de un gol que mantenga vivas sus esperanzas de permanencia y aparecieron los espacios en los que Mella es letal. Apenas había podido correr el canterano hasta entonces, que en el minuto 57 enfiló el área hasta caer derribado cuando preparaba el disparo. El balón lo recogió Yeremay para fusilar a la red y sumar un gol y una asistencia en un partido en el que fue creciendo hasta compartir protagonismo con Barbero.

Suma y sigue el Dépor, que se marcha a los 64 puntos y disfrutó a partir de entonces de un partido plácido salvo por la insistencia de Borja Martínez. Amenazó el delantero del Teruel con recortar distancias en alguna acción aislada, más por relajación blanquiazul que por acierto de los locales.