Deportivo Abanca

Irene Ferreras, tras subir con el Dépor Abanca: “Es el ascenso del proceso, de la insistencia, es muy bonito”

La entrenadora destacó a un Riazor increíble que ha dado “un recital de animar”

Irene Ferreras celebra el ascenso del Deportivo

Irene Ferreras celebra el ascenso del Deportivo / Iago López

El pitido final desató la locura y la fiesta del deportivismo en A Coruña. Un año después de las lágrimas tras no lograrlo por un gol, el equipo que dirige Irene Ferreras logró el ansiado ascenso a Primera División. “Estoy muy feliz. Intentando digerir todo lo que pasa. Llevas mucho imaginándolo, pero cuesta asimilarlo. Ha sido un camino largo. Creo que es el ascenso del proceso, de la insistencia, de insistir en los momentos complicados. Es muy bonito que esto pase. El mensaje es el de no rendirse. Estoy muy contenta de haber transformado las lágrimas del año pasado, dijimos que lo volveríamos a intentar y transformar esas lágrimas de tristeza en alegría”, remarcó la entrenadora al acabar.

Irene Ferreras dijo que se “quitaba el sombrero” ante el éxito en un día muy especial, con 14.000 aficionados en la grada de Riazor: “es alucinante. En el deporte femenino se consiguen muchos logros y éxitos que luego no tienen visibilidad. Con este envoltorio es mejor incluso. Lo hemos compartido con la gente y creo que lo que hemos creado aquí va a quedar para siempre”. El estadio vivió un día único de fiesta y celebración. “Si me dices que tengo que celebrarlo en Logroño o aquí con toda esta gente… te digo que merece la pena esperar. Esta temporada a diferencia de la anterior creo que hemos sido más estables. Hemos tenido partidos igualados que nos ha permitido aprender muchas cosas y soportar muchos momentos de tensión. Hemos mantenido la calma”, añadió.

La entrenadora madrileña explicó que se sentía “liberada” después del encuentro por lograr una promoción que sirve para liberar la tensión de muchas semanas: “En esta profesión sujetas la ilusión de muchas personas. Me siento liberada por poder ver disfrutar y sonreír. Hemos hecho un trabajo de todo el staff y las familias nos han dicho que seguirían orgullosas. A veces sale cara o cruz. A saborear esta alegría”.

Irene vivió con tensión el encuentro y no se vio en Primera hasta el pito final. Partido a partido, como la mentalidad que han tenido a lo largo de todo el curso: “Vengo con la mentalidad del minuto a minuto. Se lo digo a las chicas y lo mismo a mí. No daba nada por hecho hasta que pitara la arbitra. No tenía claro que fuera a salir así porque es fútbol y puede pasar cualquier cosa. Me acuerdo de mucha gente, de mis padres, mi pareja, mis amigos. Que son, cuando no salen las cosas, los que te quieren”.

También explicó cómo vivió la celebración, en la que se desató la locura y la fiesta entre las jugadoras y el cuerpo técnico: “Tratas de mirar alrededor, intentar quedarte imágenes, querer estar presente y abrazar. Mirar a la gente que te acompaña. Tenía a la gente que está siempre en las malas. Era mirarles y decirles: ‘mira lo que hemos logrado’. Esto no termina aquí. Habrá que celebrarlo como se merece”.

La entrenadora dijo estar “súper contenta” tras el triunfo: por la forma en la que se dio y por poder realizarlo en casa, con la afición, tras un partido que ha marcado un récord de asistencia en la competición con más de 14.000 espectadores en la grada de un Riazor que estuvo de 10: “Muy feliz por el club y por la afición. Si teníamos que esperar un año para que fuera de esta manera, ha merecido la pena porque hemos dado un recital de animar al equipo”.