Entrevista | Martín Lasarte Exjugador y capitán del Deportivo

Martín Lasarte: “Lo del Dépor no pasa en todos los lados, solo en los que hay pasión por unos colores”

“Fue como una sacudida al corazón”, reconoce sobre el tifo junto a Arsenio desplegado en Riazor

“Es de esas cosas que no tienen precio, tienen valor”

El tifo de los Riazor Blues con la imagen de Arsenio Iglesias y Martín Lasarte desplegado en Riazor el sábado. |  // IAGO LÓPEZ

El tifo de los Riazor Blues con la imagen de Arsenio Iglesias y Martín Lasarte desplegado en Riazor el sábado. | // IAGO LÓPEZ

Marcos Otero

Marcos Otero

Recién aterrizado en España para pasar unos días de descanso con su familia, a Martín Lasarte (Montevideo, 1961) se le inundó el teléfono de imágenes con el tifo que desplegaron los Riazor Blues en el fondo de Maratón con la imagen icónica del que fuera defensa y capitán del equipo junto a Arsenio Iglesias después de aquella agónica promoción por la permanencia contra el Betis en 1992. “Qué alegría, Martín. Cuánto he sufrido, Dios Mío”, le decía el histórico entrenador a su futbolista. Aquella frase marcó el inicio de la etapa gloriosa del club después de años complicados. Ahora regresa como símbolo del ansia por dejar atrás una época oscura después de cuatro temporadas en la tercera categoría del fútbol español.

¿Qué sintió cuando vio el tifo de los Riazor Blues con su imagen y la de Arsenio?

Fue como una sacudida al corazón. Vi la foto y dije: “Soy yo”. No entendía nada. Había visto una de Bebeto y Arsenio el otro día [contra el Barça Atlètic], fue ahí cuando empecé a imaginar que habían hecho otra por lo que significa salir de esta división que no correspondía al club. Fue muy bonito, muy entrañable. Lo digo de corazón, fue una cosa muy bonita, con el paso de los años uno las valora más. Es de esas cosas que no tienen precio, tienen valor.

Pasan los años y la gente no se olvida de usted...

En esto siempre digo lo mismo. Hablando en alguna ocasión con profesionales de la psicología por cosas de la vida me decían algo muy sencillo, que yo en esa época fui feliz. Cuando uno es feliz en un lugar, haciendo lo que sea, y no solo por jugar al fútbol, todo cambia. Fui feliz porque representó un lugar entrañable, hice amigos, nació mi hija... Un montón de cosas que fueron muy importantes en esa etapa de mi vida. De la misma forma que le puede ocurrir a los aficionados, igual me pasa a mí. Yo quiero que al Deportivo le vaya bien, que gane, que ascienda y que vuelva a Primera. Lo del Súper Dépor es más difícil, pero sí que vuelta a estar en Primera División. Ese sentimiento también lo tengo yo hacia el club y la afición.

¿Hay una similitud entre aquella etapa que se cerraba simbolizada en la frase de Arsenio y el nacimiento del Súper Dépor y la búsqueda de un nuevo comienzo para el club con este ascenso?

Creo que tiene una vinculación, y no lo digo porque esté involucrado, de verdad. Creo que tiene un punto de contacto, romper y terminar con todas estas brujas y desgracias que han ocurrido y poder pensar con cotas más lógicas para el club. No voy a hablar de lo que la gente ya conoce, pero la cantidad de entradas que se venden, el estadio... Hablo de España en general, no de la tercera división. La animosidad que tiene la gente para seguir al club, las manifestaciones públicas que se han visto, con esas fotos preciosas de la gente en las calles... Tendemos a creer que eso pasa en todos los lados y no pasa en todos lados. Solamente pasa en aquellos lugares en los que hay una pasión, un cariño por unos colores y por un club. El Dépor tiene eso.

Ha sido además un movimiento intergeneracional, de un montón de niños y jóvenes que apenas conocen la etapa de gloria del club y para los que este ascenso representa su primera alegría...

Es así. De ahí viene un poco eso, ¿no? Cuánto hemos sufrido. Con el ascenso le escribí a Carlos, a Ballesta, para felicitarle y le puse: “Carlos, no sabes cuánto me acordé del viejo [por Arsenio]”. Y él me recordó aquello de “Cuánto hemos sufrido”.

¿Sabe que existe un ‘podcast’ de aficionados deportivistas que se llama así, “Cuánto sufrimos, Martín”?

No lo sabía. Qué bueno. Lo voy a buscar.

Eso ofrece una magnitud de lo que ha calado la frase en el deportivismo...

Yo me vanaglorio muchas veces de esa situación, porque escapábamos de un dolor. Siempre lo muestro con mucho orgullo, la foto y el vídeo, en el que aparezco con Arsenio y nos abrazamos. Ese día era el corolario de todo lo que habíamos vivido durante tanto tiempo.

Entonces el club buscó armar un equipo con jugadores experimentados como usted y canteranos como Fran y José Ramón. Ahora ha tratado de repetir con jóvenes como Mella y Yeremay, y veteranos como Lucas. ¿Es la receta que funciona?

¿Mella es el hijo de Gonzalo [exjugador también del Dépor]?

Eso es.

Increíble, increíble... Eso está bien. La única manera de hacerte fuerte para el futuro es desarrollar tu propia cantera, pero desarrollarla de verdad. Y para desarrollarla hay que darle oportunidades. Imanol [Idiakez] lo sabe bien. Cuando yo estaba en la Real Sociedad él era el técnico del filial.

Idiakez lo pasó mal en la primera vuelta...

Sé que lo pasó mal. Estoy al día del equipo y veía que estaba la cosa complicada, pero a todos nos ha pasado alguna vez. Cuando estás en un club en el que el único objetivo es ascender y estás lejos de esa situación todo el mundo se pone nervioso. Llegó el partido en Barcelona, se ganó y a partir de ahí la cosa cambió.

Los jugadores no lo dejaron caer en esos momentos...

Eso es lo que mejor habla de él, que los jugadores hayan entendido que el porcentaje de lo que estaba ocurriendo era relativo en relación a él. Si los jugadores lo cobijaron y lo apoyaron habla muy bien de él como entrenador, cosa que me alegra un montón.

¿Volverán a juntar sus caminos Martín Lasarte y el Deportivo?

En algún momento se pudo dar. Hablé con Tino [Fernández] cuando llegó Seedorf. Era un momento complicado para todos y el Dépor tenía una necesidad inmediata. Después hubo algún coqueteo, pero esa es la única oportunidad que hablaron directamente conmigo. ¿Por qué no soñar con eso? En estas cosas ya no es solo una cuestión profesional, sino también de ilusión.

Suscríbete para seguir leyendo