En tiempos de crisis los recursos humanos deben ser "más importante que nunca", explica la abogada y especialista en Relaciones Humanas, Belén Varela. Su empresa, BiU, se dedica a preparar experiencias lúdicas que acerquen a los empleados de las compañías que contratan sus servicios. Asegura que los elementos deportivos "están muy vistos" y recurren a otro tipo de prácticas.

-¿Qué tipo de experiencias preparan?

-La más reciente ha sido un spot publicitario y ha sido un éxito. Hemos puesto a 20 ingenieros a hacer un anuncio en el que cuentan a los demás compañeros de su empresa cuál es su departamento y por qué trabajan así. Ha sido un éxito tan grande que toda la compañía lo va a repetir. También hicimos una representación de Cenicienta (cada uno tenía que encontrar su zapato), otra fue ponerlos a cocinar a todos juntos y después comer... La creatividad es nuestra herramienta. Lo que hacemos es trabajar siempre con emociones, como por ejemplo visitar un museo, los elementos deportivos ya están muy vistos.

-¿Qué resultados dan?

-Lo que hacemos es medir las expectativas y el retorno. Las expectativas son lo que la gente espera cuando organizamos actividades de este tipo, y luego, sobre lo que se ha hecho, les preguntamos qué es lo que han visto cubierto. Normalmente supera lo que nosotros mismos esperamos. Meses después medimos el retorno preguntando al responsable si percibe que esos cambios se han producido, y el resultado siempre es satisfactorio, no hay ninguna empresa que se haya llevado un chasco.

-¿Ahora en crisis, los empresarios recurren más o menos a estas actividades?

-Nosotros empezamos un poco con la duda, pensando que no iba a ser un buen año para esto, pero ha sido todo lo contrario, y muchas empresas que nos acaban de conocer nos dicen que quieren hacer algo. Al principio, si te paralizas por el miedo, no haces nada, si introduces fórmulas innovadoras vas a salir adelante. Si involucras a la gente y la haces sentirse identificada con los objetivos los van a perseguir, y se van a involucrar contigo.

-Con la crisis, ¿queda de lado el tema de los recursos humanos?

-Pienso que al contrario. Lo que sí es que hay que hacer cosas más creativas y dar soluciones más atrevidas. Hemos tenido una jornada del modelo de la felicidad en R, empresa que no tiene conflictividad laboral, porque la ha prevenido desde el principio y es una compañía que en este momento va bien, pero es que las muestras están a nivel mundial: las mejores empresas son las que tienen a sus empleados contentos. No cambia la figura de los recursos humanos, la cuestión es que los trabajadores que están en este departamento sean más atrevidos.

-¿Cómo hay que gestionar la reforma laboral?

-La reflexión más importante es que la reforma es algo más que laboral, es una reforma del entorno empresarial, de las relaciones laborales. Tanto tienen que reformarse los sindicatos, como los empresarios. Creemos que abordar directamente la reforma se va a quedar muy cojo. Hay que tender a la individualización, a la humanización en el sentido de las circunstancias personales de cada uno y a la relación individual más que en sentido global.

-¿Cómo se hace eso?

-De entrada dando más importancia al contrato como elemento de negociación y menos fuerza a los convenios, y me refiero también a la flexiseguridad, porque no es aplicable en España. El empleador tiene que tener flexibilidad de tener trabajadores, pero para eso hace falta una solidez y empleabilidad que no tenemos aquí. Trabajar desde la confianza requiere estabilidad.