La agencia de medición de riesgos Standard & Poor's bajó la calificación de once entidades financieras españolas después de que el pasado jueves ya recortara en dos escalones la deuda soberana española por las dificultades para cerrar la reestructuración del sector bancario en España.

S&P rebajó la calificación a Santander, Banesto, Santander Consumer, BBVA, Banco Sabadell, Ibercaja, Kutxabank, Banca Cívica, Bankinter, Barclays y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

Además, situó en perspectiva negativa la calificación que otorga a Caixabank, Bankia y el Banco Popular.

Un documento publicado ayer por la agencia explica que la rebaja aplicada la semana pasada a la deuda española tiene implicaciones directas sobre la de las entidades financieras. En concreto, apunta que los motivos aducidos para rebajar la deuda soberana -el deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y el aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de ayudas fiscales al sector bancario- afectarán negativamente a las cuentas de los bancos.

Pese a la rebaja aplicada ayer, la calificación de las entidades españolas se mantiene en niveles aceptables, con moderada sensibilidad a entornos adversos y aún lejos de los denominados "bonos basura". Además, la perspectiva de las once entidades se sitúa en negativo, lo que las hace susceptibles de otra posible rebaja, a excepción de Banca Cívica.