Ferroglobe, grupo al que pertenece Ferroatlántica, instalará en Galicia una planta de fabricación de carbón vegetal con la que prevé crear 96 puestos de trabajo pero sólo si consigue vender las seis centrales hidroeléctricas en los ríos fisterráns Xallas y Grande, cuyas concesiones administrativas están vinculadas a la actividad de las fábricas de ferroaleaciones que tiene en Cee y Dumbría. La firma pisa así el acelerador en su presión para lograr que la Xunta autorice modificar esa concesión y así allanar la venta cuando aparezca un comprador, todo lo contrario de lo que defienden los trabajadores del grupo en la comarca, los ayuntamientos, la Xunta y los grupos parlamentarios en la oposición.

A pesar de que la empresa reconoce que la planta sólo podrá construirse con los fondos que obtenga del traspaso de las centrales, ya da por hecho que tendrá un "efecto añadido en el sector forestal gallego", ya que la instalación consumirá 63.000 toneladas de madera al año (el 8% de la que se tala actualmente).

La fábrica, cuya localización concreta en Galicia todavía no está decidida, la empresa prevé invertir 9 millones de euros. Su producción está vinculada a la nueva planta de silicio solar que la empresa creará en Sabón (Arteixo) con un desembolso de 42 millones de euros y 240 empleos asociados, pero cuya construcción también está supeditada a la venta de saltos de agua.

La fábrica gallega se levantará sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados, en la que se instalarán catorce hornos y dos equipos de secado para producir 15.000 toneladas de carbón vegetal al año.

"El desarrollo industrial de carbón vegetal a gran escala es un desarrollo tecnológico de máxima prioridad para Ferroglobe en los próximos años, como modo de obtener un reductor de coste competitivo, renovable y de alta calidad que pueda sustituir la importación de carbón mineral", dice la firma en un comunicado.

Por sus características de "alta reactividad y bajo contenido en boro", Ferroglobe entiende que la instalación representa una materia prima "esencial" en la producción de silicio solar. El grupo promete sin embargo desarrollar una tecnología que aspira a "la neutralidad total" en emisiones, utilizando el propio calor que se generará para el proceso de producción para secar la madera.

Ferroglobe incluye esta iniciativa, y la planta de silicio solar, en el plan industrial que Ferroglobe pretende desarrollar en Galicia -si vende las centrales- "para fortalecer su posición en el mercado global y su negocio principal de electrometalurgia", con una inversión de 125 millones de euros en toda España, poco más de la mitad, 75 millones, en Galicia. La prensa económica que desveló en octubre la pretensión de Ferroglobe de vender 14 centrales hidroeléctricas en España y Francia apuntó que la transacción podría alcanzar los 800 millones de euros.

"El reto de este programa inversor solo es posible con la enajenación de actividades no estratégicas para la compañía y que hoy están desvinculadas de su actividad productiva principal, como es el caso de las centrales hidráulicas que la compañía tiene en España y Francia", justifica la compañía.