Hacienda recaudó entre 2012 y 2016 casi 500 millones de euros en todo el país con investigaciones de prácticas fraudulentas que tuvieron origen en denuncias, generalmente anónimas, de los contribuyentes. El mecanismo de la delación, habitual en todos los sistemas tributarios, ha ganado enjundia en estos años de crisis económica en los que, por ejemplo, han sido frecuentes los chivatazos protagonizados por trabajadores despedidos, antiguos socios o competidores, en el caso de las empresas. La Agencia Tributaria ha estimulado las denuncias, haciendo más sencillos y accesibles los procedimientos, si bien no existe el incentivo que por ejemplo utiliza EEUU: recompensar al delator con una parte del dinero que recupera el Fisco.

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a La Opinión de A Coruña y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.