Ferroglobe reunió ayer a los representantes de las federaciones nacionales de CCOO, UGT, USO y SU para constituir la comisión de seguimiento del preacuerdo que respaldó el plan industrial que la firma quiere financiar con parte de los 255 millones que busca obtener de las hidroeléctricas gallegas. La empresa y los sindicatos hicieron hincapié en que cuando sea definitivo, el pacto se formalizará "en el marco establecido en el Estatuto de los Trabajadores", con lo que los compromisos "son sólidos y su cumplimiento estará garantizado", incluso por vía judicial.

Fuentes sindicales aseguraron que en las actas de la reunión de ayer quedó expresamente recogido que el pacto no perderá vigencia si la Xunta no autoriza la venta de las centrales antes del 31 de mayo, como condiciona el acuerdo. "Es una fecha referencial", alegan.