Marruecos ha decidido pegar un acelerón a la hora de captar nuevas inversiones extranjeras. El Gobierno aplicará una exención en el pago de impuestos de sociedades durante cinco años. El objetivo de Rabat es "estimular" a la industria que apueste por implantarse en su país, especialmente en sectores como la automoción, la aeronáutica o el textil. El país africano aprieta así en su apuesta por atraer a más fabricantes, como hizo con el Grupo PSA, que construye en la zona de Kénitra una planta, o más recientemente la china BYD, una de las líderes mundiales en la construcción de vehículos eléctricos. Por el momento empresas gallegas como Viza, Exlabesa, Hispamoldes, Izmar o la ingeniería Itera Técnica ya están implantadas en el país, junto con proveedores del motor con una fuerte presencia en Galicia como Antolín, Snop, Gestamp, Denso, Plasctic Omnium o Faurecia.

El Ministerio de Economía del país magrebí teme que el desplome de la inversión de más de un 17% en lo que va de año (hasta mayo) se repita también en 2019. Por ello, el Gobierno hizo oficial el pasado sábado una medida con la que espera revertir la situación y que sea la solución a la "necesidad de una revisión general del sistema impositivo", según el Instituto Marroquí de Análisis Político.

Esta nueva ayuda servirá también para afianzar el papel de Marruecos como país low cost, junto a Portugal, al sumarse a los bajos salarios que perciben los trabajadores. El sueldo de un operario de la automoción gallego equivale a cinco del país magrebí.

"Nosotros ya habíamos comprobado las ventajas de implantarse en Marruecos, como es el caso de las administrativas y fiscales", explica el secretario general de la patronal del metal gallega, Enrique Mallón. Asime defiende la "internacionalización de las empresas" y recuerdan que además de las firmas de Galicia ya implantadas se prevé que al menos una veintena más apueste por desembarcar en Marruecos. "La cercanía de Marruecos a España ayuda mucho a que los empresarios gallegos sopesen la implantación", comenta Mallón, que recuerda que también "se puede colaborar con la industria de automoción marroquí sin implantación pero con proyectos puntuales".

Y es que el sector de la automoción es el que más crece en Marruecos, uno de los mercados "más prometedores" a nivel global. El país espera captar todavía un quinto constructor tras PSA (cuya planta estará operativa en 2019), Renault (Casablanca y Tánger), la Société Marocaine de Construction Automobile (Somaca, en Aïn Sebaa) y la china BYD. Espera producir un millón de coches en 2025.

Junto a estas compañías también está presente un gigante del sector aeronáutico como es Boeing, para el que trabajan firmas gallegas y que prevé disponer de una plataforma industrial en Tánger para más de 120 proveedores. "Las empresas con más oportunidad para crecer en Marruecos son de sectores como la automoción, metalmecánica y estructuras metálicas", añade Mallón, a los que se suman el textil, el alimentario o el farmacéutico.