Dos economistas estadounidenses sensibilizados con el cambio climático, William Nordhaus y Paul Romer, han sido galardonados con el Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia, conocido popularmente como Nobel de Economía. En el caso de Nordhaus, por sus aportaciones para la integración en el análisis económico del cambio climático, y en el de Romer, por hacer lo mismo con las innovaciones tecnológicas, incluidas las opciones para conciliar el crecimiento con el cuidado ambiental. Ambos han dado respuesta a algunos de los problemas básicos y más acuciantes para el crecimiento sostenible a largo plazo, según valoró la Academia Sueca.

William Nordhaus, de 77 años, es profesor en la universidad de Yale y se especializó en la investigación de las consecuencias económicas del calentamiento global. Nordhaus fue el primero en los años 90 en establecer el modelo sobre el vínculo entre actividad económica y clima, introduciendo teorías y experiencias procedentes de la física, la química y la economía. Estas investigaciones sirven para predecir o cuantificar las consecuencias de las políticas climáticas. Nordhaus propugna la imposición de una tasa de emisión de carbono uniforme para todos los países para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

Paul Romer, de 62 años, execonomista jefe del Banco Mundial (BM), y profesor en la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York, sentó las bases del "crecimiento endógeno" desde 1986. Romer, que fue finalista en el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, demostró cómo la innovación y el progreso técnico influyen de forma importante en el crecimiento económico. "Muchos creen que la protección del medio ambiente es tan costosa y difícil de llevar a cabo que prefieren ignorar el problema, o incluso negar su existencia", declaró Romer a la Academia. "Podemos realmente realizar sustanciales progresos para proteger el medio ambiente sin por ello renunciar a garantizar un crecimiento duradero", asegura el estadounidense. Romer dimitió con estrépito a principios de año a su cargo de economista jefe del Banco Mundial, por un desacuerdo con el presidente de la institución.

El año pasado, el premio Nobel de Economía recompensó a otro estadounidense, Richard Thaler, por sus estudios sobre la influencia de ciertas características humanas, como la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de autocontrol, en los comportamientos de los consumidores o inversores.

El Nobel de Economía celebra este año su 50º aniversario. Creado en 1968 con motivo del tricentenario del Banco de Suecia, es el premió más prestigioso para un investigador en Ciencias Económicas.