Los empleados de Alcoa se sienten "engañados" por el Ejecutivo socialista, en palabras del presidente del comité de empresa de A Coruña, Juan Carlos Corbacho. "Otra milonga más del ministerio", asegura el sindicalista de la CIG, Julio Moskowich.

En periodo preelectoral, los trabajadores habían recibido con cierto alivio la promesa de que las fábricas de A Coruña y Avilés iban a poder participar para el segundo semestre en la subasta de interrumpibilidad, el servicio por el que las empresas de gran consumo energético (o electrointensivas) reciben incentivos a cambio de su disponibilidad para desenchufarse e la red. La primera decepción llegó el pasado lunes, cuando el Ministerio de Transición Ecológica publicó las bases de la puja eléctrica y el martes supieron que las factorías de A Grela y San Balandrán aún no habían sido habilitadas.

Las delegaciones del Gobierno en Galicia y Asturias emitieron ayer un comunicado que deja todo claro. La nota explica que las plantas de la multinacional Alcoa en A Coruña y Avilés no podrán prestar el servicio de interrumpibilidad a partir del 1 de julio, tras comunicar en enero pasado que suspendían la producción de aluminio y desistían de prestar servicio, ni siquiera en el caso de aparecer un comprador con un proyecto viable.

"¿Por qué el Gobierno desmintió a Red Eléctrica cuando ésta dijo que no íbamos a participar?", se preguntó ayer indignado José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa de Alcoa en Avilés. "Estaba claro desde el principio que no íbamos a poder participar: si no consumes energía, como es el caso de las plantas de A Coruña y Avilés, no puedes acudir a la subasta, así lo dice el Reglamento en el que se basa Red Eléctrica; pero al Gobierno le interesaba vender la milonga de que sí podíamos durante el período preelectoral", responde Moskowich.

La empresa habla de "decepción" e insiste en que "si no se adoptan medidas urgentes, la producción de aluminio primario será inviable en España", un nuevo aviso de que la planta de San Cibrao también se la juega.

El caso es que la factoría de A Grela no va a poder jugar la carta de la rebaja de la tarifa de la energía porque no ha producido en estos últimos seis meses y porque, presumiblemente, no estará en disposición de interrumpir su consumo en los próximos seis meses, aun en el supuesto de que contase con un nuevo propietario (que debería tomar los mandos de la planta el 1 de julio): la vuelta a la normalidad en las instalaciones llevará, al menos, dos meses.

La multinacional estadounidense Alcoa anunció en enero que iba a dejar de prestar servicio como consecuencia del despido colectivo acordado con los trabajadores; pese a ello, solicitaron autorización para participar en el proceso de habilitación para el siguiente periodo. El caso es que Alcoa solo va a poder participar en la puja con su fábrica de San Cibrao, en Lugo. A Coruña y Avilés se quedan fuera.

Los trabajadores temen que esto sea "un freno" para las pretensiones de los candidatos a hacerse con las plantas. Según Moskowich, el que más posibilidades tiene para A Coruña es Liberty House. En todo caso, tras el fracaso de la subasta, todos los ojos están puestos en el Estatuto de las Electrointensivas, que quedó a medio hacer por las elecciones. A partir de mañana solo quedan 30 días de plazo para encontrar un inversor.