El fondo de inversión suizo Parter Capital Group avanzó posiciones ayer para convertirse en el dueño de las fábricas de aluminio de A Coruña y Avilés a partir de julio. De la reunión de la Mesa Industrial Estatal celebrada por la tarde en Madrid salieron dos ideas claras: la venta de Alcoa a Parter es la única alternativa al despido colectivo y los comités de empresa de ambas factorías prefieren pasar a manos del fondo que sufrir el ERE (expediente de regulación de empleo) pactado en enero. A nueve días para que expire el plazo de venta, Gobierno, Xunta, Principado, Alcoa, representantes sindicales y Parter apuran las negociaciones para cerrar el acuerdo con las máximas garantías.

El secretario general de Industria, Raúl Blanco, se mostró "optimista" a la salida de la reunión e incidió en que "solo hay una opción encima de la mesa", en referencia a Parter, y en que ahora toca "seguir trabajando en los últimos detalles".

Dudas sobre la electrólisis

Las dudas sobre la reactivación de la electrólisis, el corazón de las fábricas, suponen la principal sombra del proyecto para la plantilla. Parter garantiza el empleo de los 700 trabajadores (375 en A Coruña y 313 en Avilés) durante dos años pero solo producirá aluminio primario si dispone de un precio eléctrico estable y competitivo. "Ese es el problema real, porque si mañana arrancara la electrolisis hoy estaríamos aquí con la carpeta cerrada porque nos iba a valer a todos el proyecto", expuso el presidente del comité de empresa coruñés, Juan Carlos López Corbacho, quien culpó al Ejecutivo central por la "promesa incumplida" de aprobar a tiempo el estatuto electrointensivo „llamado a abaratar la electricidad de la gran industria„. Corbacho argumentó que de haberse regulado un precio competitivo y estable de la energía, habría "otra solución encima de la mesa seguro", "igual con otro inversor industrial que nos gustara más", añadió. Con todo, el representante de la plantilla abogó por "salir lo mejor posible" del conflicto aunque lamentó que "hay desconfianza porque parte del proyecto es una hipótesis". "El Gobierno tiene que cumplir una parte [abaratar la energía para la industria] y el nuevo inversor a otra [reanudar la fabricación de aluminio primario]", detalló.

De entrada, Parter descarta arrancar las cubas electrolíticas durante el primer año. En ese tiempo, mantendrá a actividad de las fundiciones y formará a al conjunto de los trabajadores en esta área.

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, que asistió a la reunión en nombre de la Xunta, también avaló al fondo suizo como "única opción", aunque lamentó que "la solución que se plantea es una solución parcial porque el propio inversor ha planteado como límite dos años para el empleo y la actividad". Conde insistió en que la salida "pasa por que haya precios eléctricos ciertos y que eso permita desbloquear esta situación".

Quantum, descartado

Por su parte, el Principado asumió ayer la negativa de Alcoa a valorar la nueva propuesta de Quantum Capital Partners, el otro fondo que llegó a presentar oferta vinculante. Asturias apoyará la venta a Parter por "lealtad institucional" y por "responsabilidad".

Antes de la reunión, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, aseguró que el acuerdo para la venta de Alcoa "va a ser favorable" para las factorías de A Coruña y Avilés y destacó que, ante la crisis generada por la decisión de la aluminera de cerrar las plantas, el Gobierno tomó la decisión de "estar con los trabajadores y luchar para conseguir que siga la actividad industrial. La venta a Parter es "un buen acuerdo", valoró Losada.

Ratificar el preacuerdo

Para cerrar la venta, Alcoa ha puesto como condición que los trabajadores „los representantes de A Coruña, de Avilés y el Comité Europeo„ ratifiquen el preacuerdo que la multinacional alcanzó con Parter el miércoles. La plantilla pide que sean todos los integrantes de la Mesa Industrial los que firmen, con compromisos por parte de los gobiernos.

Las partes seguirán discutiendo hoy las condiciones. Corbacho reclamó más "flexibilidad", ya que a su criterio "la empresa se está cerrando en banda" en vez de "buscar el entendimiento para la continuidad de la industria".

El acuerdo está más cerca. En la cuenta atrás „el plazo acaba el domingo 30 de este mes„, los comités tratan de ampliar las garantías de empleo, que según el documento actual acabarían en julio de 2021. El objetivo de los trabajadores es cerrar una venta que "no perjudique a futuro", en palabras del representante de la plantilla aluminera de A Grela. "Estamos al final del proceso. Vamos a ver como se desarrolla mañana la reunión", zanjaba ayer Corbacho en referencia al encuentro de la Mesa Industrial, que previsiblemente se celebrará esta tarde.