A mediados de los años setenta, los primeros besos de centenares de parejas de toda la comarca de Bergantiños y más allá, se daban en As Airas o en A Revolta, míticas salas de fiestas de Carballo. A Revolta, en la salida hacia Coristanco, llegó a tener 25 empleados, con cuatro orquestas cada fin de semana. Inaugurada en 1976, cerró en los noventa con el ocaso de esta forma de ocio, pero el entorno en el que se ubicaba, casi cincuenta años después, se convertirá en un gran centro comercial, el actual modelo de ocio y economía de este siglo. La conocida empresa Hierros Añón, junto a otros empresarios como José Manuel Vilariño y Ramón Regueira, son los promotores de esta iniciativa cuya tramitación acaba de dar otro avance: acaba de solicitar a la Xunta la autorización comercial autonómica.

En plena crisis del comercio, con un buen número de centros comerciales y de ocio en crisis o intentando reinventarse (Dolce Vita, Espacio Coruña, en A Coruña), con grandes emporios que los abandonan (El Corte Inglés, Inditex) y en una expansión sin límite del comercio online, estos promotores van a contracorriente y apuestan de nuevo por este modelo que incluye compra pero también paseo, diversión, lugares de encuentro, la nueva forma de ocio.

Fuentes cercanas a esta iniciativa señalan que la apertura de este negocio se producirá, como muy tarde, en mayo de 2023, dentro de dos años. El último dato aportado para el inicio de las obras es julio de este año, en poco más de un mes.

Este gran centro comercial, que mantendrá el nombre de A Revolta (es la denominación de este núcleo), tiene una superficie equivalente a treinta campos de fútbol y en ella se ubicará una galería comercial con 17 locales, un aparcamiento con 378 plazas y una gasolinera.

Ya existen seis empresas que han firmado el alquiler de estos futuros locales de A Revolta por quince años. Entre ellas está un Mercadona (en este caso la firma es por treinta años), pero también han confirmado ya un despacho de loterías, una tienda de la cadena de deportes Sprinter, un asador, un negocio de estética y el Ikea danés, el gigante del mueble y del hogar JYSK. Algunos abonarán entre 700 y 800 euros al mes, la cadena de hogar más de 10.000, el asador algo más de 3.000 euros.

Los promotores trabajan con la idea de captar a unos 135.000 clientes de la comarca, los que están en principio en un radio de treinta kilómetros de Carballo, como Coristanco, Malpica, A Laracha. Pero también Ponteceso, Cabana, Agolada. Y son limítrofes Santa Comba, Cerceda o Zas.

Todo un flujo que podría tener impacto en A Coruña. Sobre todo en el centro comercial Marineda City, que es muy visitado por los vecinos de todos los concellos de la comarca carballesa, por lo que si cuentan con una buena oferta en A Revolta, son clientes que no se irán a A Coruña, y que por tanto consumirán en Carballo, además de los alrededor de 400 empleos directos e indirectos que se generarán durante su construcción y más de 280 durante su explotación. En la web del centro comercial ya tienen abierto un canal de envío de currículos.

Este ambicioso proyecto ha incluido un amplio estudio de movilidad debido al flujo de tráfico que previsiblemente se incrementará una vez que abra. De hecho la construcción se realizará de forma paralela a nuevos viales y rotondas.

El proyecto se ha diseñado teniendo en cuenta el Plan Comarcal de Transporte de la Xunta, además del estudio de movilidad sostenible incluido en el plan parcial del sector. Este estudio indicaba la necesidad de reordenación de la oferta de transporte público metropolitano para poder dotar de paradas de autobús cercanas a los accesos a este edificio.

Para facilitar aún más la movilidad en torno a este centro comercial, está en trámite una senda ciclista que pasa por delante de estos terrenos y la intención de la promotora es también potenciar el uso de coches compartidos (car pooling) y el coche multiusuario (car sharing), e incluso se baraja implantar horarios de entrada de los trabajadores que sean flexibles para no congestionar el tráfico entrando todos a la misma hora (modelo que implantó Inditex en su sede central de Sabón por ejemplo).

La zona de aparcamiento incluirá arbolado y también un área de aparcabicis y se prevé incluso una parada de taxi en las cercanías del acceso principal. En las cercanías de estas instalaciones funciona desde hace años un Carrefour, por lo que se consolida esta área como un polo terciario. En medio, el acceso a la autopista AG-55 que conecta con A Coruña.

Muy cerca de este centro comercial además se ubican las instalaciones de la conservera Calvo, también ahora mismo en plena tramitación urbanística para ampliar sus instalaciones en 32.000 metros cuadrados más (casi la misma superficie que este centro comercial).