El hidrógeno verde cobra protagonismo en el “polo energético innovador” que la Xunta quiere impulsar en Galicia, junto al almacenamiento y la implantación de nuevas tecnologías en el sector “que contribuyan a la transformación del tejido industrial y la generación de empleo cualificado”, según la vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación. Las cuentas del departamento que dirige Francisco Conde para el próximo ejercicio recogen una partida inicial de 2 millones de euros en el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) para una línea de ayudas “pionera” en la comunidad destinada a colaborar en proyectos “con aplicaciones industriales” que favorezcan el hidrógeno verde. El presupuesto subirá hasta los 10 millones en el ejercicio de 2023 para formalizar los apoyos tras la certificación de las primeras iniciativas.

“El hidrógeno verde se presenta como una pieza clave de la transición energética, permitiendo además desarrollar toda la cadena de valor en el sector industrial”, asegura la vicepresidencia segunda. Por eso la línea de ayudas está enfocada a aplicaciones que permitan adaptar equipos industriales ya existentes al uso de este combustible y el lanzamiento de proyectos piloto, además de financiar la adquisición de maquinaria, sistemas de control o proyectos técnicos.

Junto a la biofábrica de fibras textiles a partir de madera encargada a la pastera portuguesa Altri y el centro de economía circular para convertir los purines de las granjas en biogás, el hidrógeno verde forma parte de la candidatura de proyectos tractores con los que la Xunta quiere concurrir al Next Generation. El ejecutivo autonómico abandera la construcción de una planta de 50 megavatios (MW) vinculada a la producción de unos 1.000 nuevos MW en parques eólicos. Todo apunta a que Reganosa, una de las socias de la Xunta en la sociedad encargada de guiar los proyectos que optan a los fondos europeos, está detrás de la planta.

Hasta ahora, el gobierno regional convocó una manifestación de interés alrededor del hidrógeno verde, “lo que supuso una oportunidad para identificar potenciales usos de esta tecnología en Galicia y liderar así su despegue en España”. El equipo de Conde asegura que ha sido un éxito. Se recibieron 54 propuestas de 44 promotores, tanto pymes como grandes empresas. Las propuestas sirvieron “como punto de partida” para la definición de la nueva orden de ayudas que se convocará el próximo año y “con la que se tratará de dar visibilidad a proyectos promovidos desde Galicia”.