El grupo ING ganó 182 millones de euros en España y Portugal el año pasado, un 114% más que en 2020 y en línea con el resultado que obtuvo en 2019 (184 millones), con lo que ha recuperado su nivel de beneficios previo a la pandemia. Las ganancias, además, representan un 1,7% de los 4.776 millones que ganó el banco holandés en todo el mundo en 2021, ejercicio en el que experimentó un alza del 92,2%.

La entidad ha comenzado en los últimos años a dar información sobre sus resultados en la Península Ibérica, pero los datos que publica siguen siendo limitados. En cualquier caso, la cuenta que facilita apunta a que la mejora del beneficio vino tanto por el alza de los ingresos (776 millones, un 12% más) como por la reducción de las provisiones para hacer frente a futuras pérdidas (99 millones, un 35% menos) tras el refuerzo extraordinario de las mismas que todo el sector hizo en 2020 por el coronavirus. 

La sucursal española de ING, que llegó a España en 1999 con la política de ser el 'banco sin comisiones', comenzó a cobrar en abril del año pasado una tasa de 10 euros al mes por saldos superiores a 30.000 euros en su cuenta naranja salvo que se tenga la nómina o pensión domiciliada o se reciban ingresos de otro banco de 700 euros al mes. Entonces calculó que un 4% de sus clientes (168.000) no cumplían estos requisitos, pero este miércoles ha relevado que la mayoría optaron por llevarles su nómina o reducir su saldo, con lo que son unos 14.000 los que están pagando. "Nuestro objetivo no era cobrar comisiones, sino reorientar el modelo", ha asegurado su consejero delegado, Ignacio Juliá.

Como consecuencia, los depósitos de la entidad permanecieron estables el año pasado en torno a los 41.000 millones de euros, mientras que los créditos aumentaron un 11%, hasta los 30.000 millones. La rentabilidad sobre el capital se elevó del 7,4% de 2020 al 12%, si bien siguió por debajo del 13,1% de 2019, mientras que la morosidad se elevó ligeramente del 1,08% al 1,25%, si bien ambas variables siguen entre los mejores registros del sector. En cambio, su eficiencia (relación entre ingresos y costes, mejor cuanto más baja) está en torno al 53%, en línea con la del sistema (54,92%), después de que el banco haya doblado su plantilla desde la anterior crisis, hasta los 1.400 empleados. 

La entidad cerró el ejercicio con 4,2 millones de clientes, en línea con la cifra de cierre de 2020, pero ha logrado aumentar hasta 2,8 millones los que tienen la nómina en el banco, después de ganar 307.000 de estos en 2021. Juliá ha revelado que el 13% de sus clientes son mayores de 65 años y ha destacado que ING no está teniendo problemas con este colectivo, al contrario que muchos de sus competidores, gracias a que el banco "hace las cosas sencillas". Al nacer como un banco telefónico, ING apenas tiene 29 oficinas y el 98% de sus clientes son digitales.